“Vayas a donde vayas, ve con todo tu corazón”.
Confucio
Un día despiertas y no te acomodas en la cama; el desayuno, preparado con amor y paciencia, en realidad no tienen mucho sabor; las calles, los rostros, incluso el sonido de los días parece el mismo, inamovible; tus pies van de un lado a otro incesantemente bajo la mesa siempre que permaneces sentado; muerdes tus labios y se ha convertido en hábito tronar los dedo de tus manos, sabes que tu sitio ya no es ese, sabes que tu cuerpo y alma quieren buscar nuevas experiencias…
A los 21 años decidí irme a Europa para realizar un curso durante un año, pero se convirtieron en cuatro. No puedo decir que vengo de una familia acomodada, pero nunca me faltó nada; al llegar al otro continente, a pesar de que siempre tuve el apoyo de mi papá, la cosas cambiaron mucho, y me di cuenta que gran parte mis amigos pasábamos por la misma situación: estábamos muy jodidos. Pero también contentos; no tenía mucho sentido vivir así, dado que no tenía la necesidad, pero en mi caso me enamoré de una ciudad, de la gente y de la oportunidad de vivir de manera distinta a la de mi país.
“Si rechazas la comida, ignoras las costumbres,
temes a la religión y evitas a la gente, mejor quédate en casa”.
James Michener
Vivir en otro país con carencias implica cambios en todos los aspectos, desde los más básicos como la dieta, hasta lo más complejo, que podría ser nuestra forma de pensar y ver la vida, además de la manera en la que nos enfrentamos a la cotidianidad, ya que las circunstancias que la determinan están permeadas por el contexto social, económico, geográfico y cultural.
Quizás en ocasiones te sientas solo, nostálgico y lejos de todos aquellos que amas, pero vivir en otro país te dejará grandes enseñanzas de vida que, sin duda, te harán crecer internamente:
Encontrarás verdaderos amigos
Es curioso cómo estar fuera de tu país de origen te cambia la mentalidad y todo se vive de manera más intensa. Al saber que todo es finito, es más fácil abrirte a la gente y crear recuerdos únicos, así que poco a poco tus compañeros de viaje se vuelven tu familia.
Te quedas con lo que vale la pena
No tienes lugar para poner muebles ostentosos o aparatos de alta tecnología, ni dinero para comprarlos; escoges los mejores outfits y se acabó; esto también aplica con la gente que te puedes topar en el camino. El valor de las cosas
El fondo de la botella de vodka y los cigarros medios mojados te pueden salvar la próxima fiesta, pero eso es sólo una parte de lo que vale la pena: los pequeños momento, una llamada de tus seres queridos, un recuerdo familiar, tu cama y un buen guiso con sabor a casa se pueden convertir en un nudo en la garganta. “No hay viaje que no te cambie algo”.
David Mitchell.
El sentido del trabajo
Como muchos ilegales, además de mi práctica, trabajaba de mesera de 9:30 am a 1:30 am (en el mejor de los casos), y aún así me daba tiempo de diversión. Cuando vives en casa y con las posibilidades económicas necesarias, es muy fácil decir: “necesito dinero”, pero cuando te das cuenta que tener dinero en el bolsillo no es tan fácil, le das un valor distinto a cada centavo.
Eres tu mejor accesorio
Como tus recursos son limitados, eso del vestidito nuevo en cada salida no existe. Tú eres lo mejor que te puedes poner; tener una buena conversación y ser una compañía alegre te llevará vivir muchísimas experiencias, como una fiesta en la playa con los top de la publicidad en Cannes o estar en el vip con los del Real Madrid. Aprende a no sentirte fuera de lugar en ninguna parte, porque una buena actitud y un poquito de suerte te pueden abrir muchas puertas.
Desarrollar una buena armadura
Tuve muchas situaciones buenas, pero también hubo muchas difíciles como robos, enfermedades, situaciones laborales que me llevaron a crecer; lo importante es comprender que la vida te dará golpes para que aprendas lecciones que te fortalecerán. “Esta bien tener un final para un viaje, pero al final,
es el viaje lo que importa”.
Ernest Hemingway
Las cosas son sólo cosas
Aprendí a vivir con lo necesario y valoré lo que alimentaba más: las experiencias, poder ver uno de mis anuncios en la tv, ganar un Cannes, ver el desierto del Sahara al anochecer, estar a nivel de cancha en el mundial; quizás en la cotidianidad estaba cansada y con sueño, pero me di cuenta que con la suma que necesitaba para comprar una TV pantalla plana podía tener 10 días de aventura en un lugar desconocido.
Nada es para siempre
Todo cambia y cada uno se mueve a su propio ritmo. Resistirse a la evolución es imposible, la gente llega y se va. Aprendes a atesorar las amistades y los momentos, pero también aprendes que los cambios son necesarios.
Te sientes orgulloso de ti mismo
Di por terminado mi ciclo ilegal y aunque decepcionada por no lograr quedarme, también me sentí orgullosa. Es bueno reconocer las cosas que hacemos, te mantiene en orden y motivado.
Aunque realmente no era ilegal, pues siempre tuve visa de estudiante- que básicamente es un permiso para estar en el continente-, mi situación me enseñó que estar lejos de lo que conocemos como hogar y de la gente que es incondicional, nos revela aspectos de nosotros mismos que, de otra manera, no podríamos descubrir.
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Toma la decisión de vivir la aventura, de ir más allá, de tomar valor y comenzar a materializar tus sueños; te compartimos las Razones por las que estudiar en el extranjero será la mejor experiencia de tu vida.