180 se bañaron en la tina donde te duchas.
558 se han visto desnudos en el mismo espejo donde te miras.
93 hombres tuvieron un orgasmo en las sábanas que te cubren.
Sólo 1 ha pensado en todo esto: tú.
No es para que te pongas paranoico, pero sí para que tomes ciertas precauciones al hospedarte. Quizá siempre has pensado que las sábanas son el espacio más contaminado —y es al que más atención pones—, pero no, son:
1. Los propios instrumentos de limpieza
Utensilios como trapos, esponjas o sacudidores, según el estudio, «estaban sumamente contaminados». Esto multiplica el problema: la suciedad va de habitación en habitación repartiendo gérmenes y bacterias. Viéndolo así, prácticamente tienes contacto con los microorganismos de todo el hotel.
2. El control remoto del televisor
¿Quién limpiaría el control de la televisión? El pequeño artefacto pasa desapercibido por las amas de llaves que apenas si los tocan sólo para volverlos a poner en su lugar. Imagina todos los lugares posibles donde puede estar y todas las manos —y otras partes del cuerpo— que pueden pasar por él.
3. Los interruptores de luz
Extraño pero real. Los interruptores de luz fueron, después del control, el sitio más contaminado. Quizás es porque las personas vienen de la calle y es lo primero que tocan al entrar. Obvio, nadie se detiene a limpiar un apagador.
4. Colchas
Aunque las sábanas son cambiadas de manera regular, no es el mismo caso que las colchas. Mientras no se vean sucias, algunos hoteles las dejan por varias semanas. Un poco de aromatizante, sol y aire es lo único que usan para disimular que están sucias o, por lo menos, usadas.
5. Teléfono
Para pedir servicio al hotel, hacer alguna llamada o escuchar el despertador, los teléfonos de las habitaciones son un hervidero de microorganismos. Por lo general pasan desapercibidos a la hora de hacer la limpieza del cuarto y son parte del mobiliario que tardan años en cambiar.
6. Alfombra
Deberás pensar dos veces antes de tumbarte en el piso de la habitación. Además de las pisadas de cualquiera, las alfombras son los lugares que más vida microscópica albergan y su aseo no es tan periódico.
Los lugares más ‘seguros’, o sea, con menos bacterias, fueron la cabecera de la cama, las varillas de las cortinas y —quizá sorprendentemente— la manija de la puerta del baño.
Así vayas a pasar un rato en pareja, con amigos o solo, es recomendable que investigues antes si el hotel donde te hospedarás cumple los requisitos para tu estadía segura. No tengas pena de preguntar directamente al personal cada cuándo se hace la limpieza y retirarte si intuyes que el lugar es insalubre.
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