En todas las familias siempre hay alguien extremadamente nombrado y tachado como “oveja negra”. Normalmente es un ser un tanto menospreciado e incluso flojo, alguien que quizá no cumplió con las expectativas que todos depositaban en él; sin embargo, hay algo que posee y que nadie más tiene a su alrededor: tiempo.
Todos los demás juegan en un mundo dominado por el trabajo y las responsabilidades, pero aquella persona está frente a la televisión viendo el maratón de “Los Simpson” que tú siempre quisiste ver, usurpando el Netflix que estás pagando con cada gota de esfuerzo y creatividad que empeñas en tus labores o simplemente acomodado en el sillón en el que quisieras reposar. Cada que sales de tu casa todo parece una injusticia, pero hay un momento en el año, días donde el trabajo duro cobra sentido, todo cambia y se glorifica. Aquello se llama vacaciones de Semana Santa.
La Semana Santa es un ritual. Son las vacaciones que rascan la mitad del año y donde nos podemos dar una escapada de la rutina diaria. Pero aquello no es suficiente, todas esas personas que trabajan y ahora tienen tiempo, lo aprovechan de la mejor manera: viajando.
Cada viaje es un golpe de autoridad, es aventurarse a conocer más allá de un maratón televisivo o la flojera común. Viajar es un placer y el placer es una adicción. Por eso, hazte adicto a nuevas experiencias, momentos especiales donde no importa nada más que tú, el camino y los que te acompañen. Eso sí, no cometas el error de ir a donde todos van y se aglutinan, estos lugares son para los verdaderos travellers, descúbrelos y goza la Semana Santa como se debe.
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Chignahuapan, Puebla
Chignahuapan es un viaje moldeable, es decir, puedes quedarte los días que quieras o pasar por allí de ida y vuelta –si eres de la capital mexicana–. Este es un pueblo mágico de los tantos y hermosos que existen en Puebla y aquí puedes hacer distintas cosas desde un sencillo recorrido por sus calles hasta visitar la zona de la laguna o las cascadas. Estas últimas se localizan en el Salto de Quetzalapan, una caída de agua de aproximadamente 200 metros. Además, no puedes dejar de probar el tradicional mole poblano, simplemente delicioso.
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Todos Santos, Baja California Sur
Existen muchos pueblos mágicos en México y cuando planeamos un viaje siempre queremos ir al mejor, por eso Todos Santos se adapta a esta exigencia. Este lugar no sólo es un típico espacio donde habitan las calles empedradas, pintorescas construcciones y monumentos. Aquí lo particular es su hipnotizante oasis. Se ubica en Baja California y es ideal para un viaje largo –en auto– al puro estilo de las road movies.
Por otro lado, aquí no encontrarás el ajetreo acostumbrado de la gente en temporada de Semana Santa; verás mucho movimiento que gira en torno a comunidades artísticas, galerías y restaurantes de comida internacional, así que prueba sus típicas e imperdibles empanadas y toda la comida mediterránea que alguna vez quisiste comer.
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Celestún, Yucatán
Sí, ya mencionábamos en el punto anterior los viajes largos y en auto, por eso Celestún, en Yucatán, también logra ser una opción hermosa. Su principal atractivo son los flamingos rosados y su auténtico hábitat: la playa. Toma en cuenta que no es una playa común con lancheros, mercancías, cervezas y gritos por doquier, es virgen y por ende, sirve para descansar y conectarte con la naturaleza. Ideal si necesitas un respiro de grandes conglomerados de personas.
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Tzibanzá, Querétaro
Metiéndonos un poco en este ambiente ecoturístico, tenemos otra excelente opción no muy lejana de la Ciudad de México: Tzibanzá en Querétaro. Aquí lo ideal es planear un viaje de varios días para que puedas cubrir todas y cada una de las atracciones que ofrece. La mejor forma de hospedarte es en las cabañas estilo safari, allí gozarás de una alberca hermosa con vista a la presa y también –en la misma zona– encontrarás un restaurante donde sirven comida tradicional del estado.
Ya sea que vayas en dos o tres días lo primero que debes hacer es ir a los viñedos. Puedes elegir entre La Redonda, el Azteca o el Freixenet, todos comienzan su recorrido a las 11 de la mañana y conocerás de primera mano la elaboración del vino; verás cómo crecen las uvas y las degustaciones serán increíbles
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Sayulita, Nayarit
Las vacaciones rodeados de la naturaleza suelen ser mejores, ya que encuentras paz y serenidad. Por eso, Sayulita, en Nayarit, es ideal para travellers que gozan de lo anterior, pero también de emociones fuertes. Aquí estarás rodeado de surfistas que vienen de todo el mundo y si quieres intentarlo, no te preocupes, hay cabida para profesionales y principiantes. Te enseñan a surfear o simplemente a apreciar mejor este deporte.
Si no eres tan asiduo a los deportes extremos, también tienes la oportunidad de pasear a caballo por la playa, hacer paddle board con tus amigos o simplemente practicar yoga para encontrarte a ti mismo.
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Pátzcuaro, Michoacán
De entrada, Pátzcuaro en Michoacan está rodeado de siete islas. Este lugar es un lago inmenso y por ende, hay demasiadas cosas por hacer. La arquitectura del pueblo también es muy particular, ya que contrasta con lo convencional: paredes blancas, tejados rojos y calles rodeadas de artesanías en madera y hierro forjado. Realmente es un sitio para conocer y estar orgulloso de la identidad mexicana y lo que nos define gastronómicamente. Prueba los tamales, las corundas o los uchepos.
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Playa Secreta, Quintana Roo
La Semana Santa es una buena oportunidad para explorar todo México y algunos prefieren ir a los lugares de siempre, uno de ellos es Cancún, en Quintana Roo, pero hay otras playas más baratas en la zona más increíbles. Tal es el caso de Playa Secreta, este sitio está alejado de todo el ruido y ajetreo que acostumbra tener la región. Puedes aventurarte en un pesado y largo viaje en auto y cuando llegues tendrás que adentrarte en un camino lleno de manglares. No es hasta que pisas la suave arena blanca y ves el agua cristalina que caes en cuenta de que estás en un verdadero paraíso. Totalmente imperdible en tus viajes.
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Vamos a retroceder el tiempo a enero: comienza el año y si gastaste mucho, ahora debes enfrentarte a las consecuencias. En febrero te recuperaste y en marzo diste el plus para alcanzar el equilibrio. Pese a lo anterior, lograste salir avante y ahorrar lo suficiente para unas vacaciones. Hoy, estos lugares son rincones hermosos que vienen ante ti y sólo esperan a que llegues para que puedas comenzar la segunda mitad de abril con toda la actitud.
Al final, los viajes te brindan paz, quietud, diversión e irreverencia. Por eso, hay que saber elegir bien el lugar al que deseas ir. Además, un viaje largo –en auto– puede hacerte sentir más aventurero y capaz de conquistar lo que sea. Por eso, Bridgestone es tu mejor opción con su promoción 4 x 3 de Semana Santa, es decir, si compras tres llantas te regalan una más para que te sientas con la seguridad para disfrutar cada momento con las personas favoritas en tu vida. Hoy y mañana el trabajo duro es para los que resisten y saben divertirse, los verdaderos travellers.
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