París es el centro cultural sobre el que gravitan los millones de turistas que, año con año, visitan Francia con la esperanza de hacer realidad sus sueños de conocer la Ciudad Luz, un destino que no suele decepcionar a nadie; sin embargo, de Normandía a la Costa Azul, las distintas regiones que componen Francia tienen mucho más que ofrecer más allá de los límites de la capital francesa. ¿Cuáles son los lugares imprescindibles que debes visitar cuando viajes al país galo? Aquí un listado que te puede ayudar:
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Carcasona
El sur de Francia alberga algunos de los secretos mejor guardados del país. Lejos de los reflectores de París se encuentra Carcasona, una ciudad medieval que te hará sentir en otra época al recorrer sus callejones, escalinatas, torres e imponentes murallas. El Castillo Comtal, las ruinas del Castillo de Quéribus y la Basílica de San Nazario son paradas obligadas en tu paso por Francia.
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Colmar
Canales encantados, cafeterías, boulangeries y chocolaterías son algunas de las cosas que puedes encontrar a través de los callejones más románticos de toda Francia. Colmar es parte de la ruta francesa del vino y pasear por el centro de la ciudad vieja es como transportarse a un cuento de hadas. Las fechas recomendadas para visitarlo son en invierno, cuando aparecen distintos mercadillos navideños y hay alta probabilidad de nevadas; o en julio, durante su famoso festival de música.
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Museo de Louvre
No hace falta mayor presentación para uno de los museos más visitados del mundo. Planifica tu visita con antelación, haz una lista de prioridades de salas por recorrer y tómate un segundo para visitar los Jardines de las Tullerías a tu salida cuando caiga el sol.
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Torre Eiffel
Más allá de un cliché parisino, es necesario revisitar la Torre Eiffel una y otra vez desde distintas perspectivas. Ya sea desde la Basílica del Sagrado Corazón, desde un bateaux al curso del Sena o en la terraza de un restaurante, se trata de una cita que debes cumplir en tu primera visita a Francia.
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Gran Isla de Estrasburgo
En medio de lo cosmopolita de los suburbios de Estrasburgo, una visita obligada es su centro histórico. A través de los callejones medievales y puentes que atraviesan el curso del Ill es posible conocer la imponente Catedral de Notre-Dame, el Palacio Rohan y perderse en cada una de las calles que forman el casco antiguo de la ciudad en la Pequeña Francia, un sitio lleno de folklore, restaurantes y atractivos turísticos.
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Valle del Loira
De Oeste a Este es posible recorrer un sinfín de rutas de castillo, abadías y otros sitios culturales que se abren paso a través del centro de Francia. Los castillos de Chambord, Chenonceau y Azay-le-Rideau son algunos de los puntos más espectaculares a lo largo del valle.
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St. Tropez
Enclavada en la Riviera Francesa, esta ciudad multifacética tiene algo para todos los gustos: desde galerías de arte, barrios bohemios y restaurantes gourmet, hasta playas de blanca arena, resorts de lujo y las noches más exclusivas de Francia. El verano es el mejor momento para disfrutar del sol de la Costa Azul y conocer una cara muy distinta del país galo.
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Monte Saint-Michel
Al norte de Francia se encuentra un montículo de tierra que parece emerger dramáticamente del mar, sobre el que se levantan un puñado de edificios y una abadía que corona una estampa propia de una postal. Se trata del Monte Saint-Michel en Normandía, un sitio icónico que cada año recibe millones de turistas ansiosos por la llegada de la marea para tomar las mejores fotografías. Con un poco de suerte podrás pasar una noche en uno de los contados hoteles del monte.
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