Alice Krozer es una chica de Dinamarca que habla perfecto español porque ha vivido más de diez años en nuestro país. Es una mujer muy preparada, ha pasado años en diferentes países europeos, estudió un doctorado en la Universidad de Cambridge y se ha especializado en elites, desigualdad y percepciones sociales. Justo de este último habla su última investigación, de la percepción de los mexicanos.
¿Qué es lo que queremos? ¿estamos felices de ser mexicanos? ¿queremos modificar algo del lugar donde vivimos? La realidad, según sus conclusiones, es que sí, México quiere tener menos desigualdad, es claro y obvio, pero también, no está dispuesto a gastar más impuestos.
Aquí lo interesante es que los mexicanos quieren muchas cosas: mejores oportunidades, calles más limpias, iluminadas, seguridad e incrementar el salario mínimo pero no están dispuestos a sacrificar nada. Y está bien, los mexicanos estamos ‘asustados’ por llamarlo de alguna manera, por los impuestos. Se sabe que en nuestro país los beneficios no son para todos, así paguemos lo que se nos pide. Sin embargo, cuando los investigadores les preguntaban cuánto están dispuestos a sacrificar por una realidad hipotética para acabar con la pobreza, la respuesta fue bastante contradictoria. No quieren gastar más.
La gente conoce la situación. Sabe que hay pobreza y desigualdad pero también creen que hay más gente rica. Piensan que el ser rico o pobre depende de ti, que aunque nazcas en un hogar de bajos recursos, puedes llegar a ser parte de la clase alta. Esto no es tan real. solo dos de cien personas lo logra; sin embargo, son esas personas, los de ingresos más altos, los que se preocupan menos por el problema de pobreza en México. Al hacer la pregunta ‘Si tienes mil pesos y te diría que haré desaparecer la pobreza y desigualdad, ¿cuánto de esos mil pesos estarías dispuesto a dar?’ las personas con menos recursos dijeron en promedio que 15% mientras que los más ricos un 7.5%, ¿cuál es la razón? pues nunca han pasado por el sufrimiento de la desigualdad.
Pero aquí viene un punto sorpresivo. Según BBC y los investigadores, al preguntarles cuánto pagan de impuestos, la mayoría contestó que el 40%; sin embargo, en México se paga alrededor de un 22%. Cuando se les preguntó cuánto estarían dispuestos a pagar mencionaron que 20%, irónicamente esa es la realidad.
Alice concluye, luego de su estudio, que los mexicanos quieren tener menos desigualdad pero no están dispuestos a pagar más impuestos pero la razón es el mal manejo de ellos en nuestro país, lo que se convierte en una imagen de los mexicanos hacia ellos. Esa mala imagen no es casualidad.
Los mexicanos dijeron que querían ser como Finlandia, en una situación ideal. No quiere estar en un país con tanta desigualdad, sueñan con una sociedad igualitaria pero sin pagar los impuestos que pagan los finlandeses.
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