VIH
¿Las iniciales que más miedo provocan en el mundo? Sin duda. Al pensar en ellas una cascada de malos sentimientos llenan la mente de las personas que se enfrentan a estas tres letras. VIH es sinónimo de muerte y sufrimiento pero también de discriminación. Los pacientes aquejados con el virus de la inmunodeficiencia humana han sufrido discriminación en su trabajo, en los servicios de salud e incluso en sus círculos sociales más cercanos. A lo anterior se suma el rechazo que experimentan en algunos países cuando viajan a ellos. Sí, existen naciones que cierran sus puertas, por diversos motivos, a las personas que tienen VIH, como si fueran a ser causantes de una pandemia o de una desgracia de proporciones catastróficas.
Arabia Saudita, Baréin, Bangladesh, Brunei Darussalam, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guinea Ecuatorial, Hungría, Irak, Jordania, Kazajistán, Kuwait, Líbano, Malasia, Moldavia, Mongolia, Omán, Qatar, Rusia, Singapur, Siria, Taiwán, Turkmenistán, Uzbekistán y Yemen son las naciones que en la actualidad tienen esta política discriminatoria tan fuerte entre sus leyes. No sólo les niegan el paso a los enfermos de VIH sino que los deportan cuando logran entrar y se descubre que son portadores del virus.
Los países árabes son famosos a nivel mundial no sólo por la impresionante belleza de sus edificios o de algunas de sus más famosas playas. Su popularidad tampoco se basa solamente en el exotismo de sus costumbres o en la belleza tan peculiar de sus mujeres, cuyos rostros se mantienen velados, sino por ciertas posturas religiosas llenas de fuertes dogmas que los vuelven intolerantes a todo aquello que consideran dañino o ajeno a sus costumbres.
Permitirle el paso a alguien que lleva en su interior un virus tan peligroso, cuyas consecuencias son bien conocidas, crea en la mente de estas sociedades un peligro exponencial que amenazaría la salud de su población. Además, también podrían seguir imperando ciertas creencias de que esta enfermedad es más recurrente dentro de la comunidad gay (lo que la convierte en un estigma aún mayor para la discriminación) aunque la realidad indique que toda persona, sin importar su sexo, está en riesgo de contraer el VIH. Los homosexuales en países como Irak no son bien vistos; de hecho, varios de ellos han tenido que huir de ahí por temor a sufrir rechazos o represiones.
Una profunda cultura de rechazo a quienes consideran como “diferentes”, guiada por sus creencias religiosas, conduce a estas culturas a no apoyar a quienes llegan a estos territorios con la única intención de estudiar, trabajar o hacer un viaje de placer. Esta discriminación “legal” forma parte de varias de las asignaturas pendientes que diversos países tienen para evitar el abuso de los Derechos Humanos en personas que no tendrían por qué ser obligadas a retirarse de un país. Puede entenderse la preocupación que existe en la actualidad ante el SIDA a nivel mundial, ya que es uno de los males que más caros resultan para los sistemas de salud de diversas naciones y de los que más estragos causan en el paciente. Sin embargo, establecer una barrera en contra de quienes portan la enfermedad, jamás será una fórmula para erradicar el mal.
Ya que estas leyes parecen inamovibles e inquebrantables, los pacientes que tengan planeado viajar a cualquier destino y que estén bajo las limitantes de esta enfermedad, deben tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
–Preguntar con meses de anticipación a su médico cuáles son las vacunas adecuadas para aplicarse antes de salir de sus país.
–Consultar las normas oficiales que determinado país tiene hacia las personas que padecen VIH.
–Contar con un seguro de gastos médicos mayores.
Dentro del infierno que debe representar el no poder hacer un viaje con total libertad, existen buenas noticias para los pacientes con VIH: el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) mencionó el año pasado que en la actualidad hay más personas recibiendo tratamiento en comparación a los que no están recibiendo asistencia médica.
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Seamos sinceros, es poco probable que alguna vez en tu vida tengas ganas de visitar países como Guinea Ecuatorial, Moldavia, Mongolia u Omán. Sin duda, deben tener grandes atractivos, pero la idiosincrasia de la cual acabamos de hablar, los convierte en lugares donde nadie que se sienta discriminado querrá estar. En vez de ello, puedes vivir otro tipo de experiencias más especiales, las cuales recordarás el resto de tu vida como los 6 tipos de viajes que tendrás a lo largo de tu vida o las experiencias únicas en el mundo que debes vivir.