Este artículo fue originalmente publicado por Eduardo Limón el 28 de noviembre del 2018.
Es un gran momento para Zacatecas. El 2021 inició fuerte con la noticia de que se convertirá en la Capital Americana de la Cultura 2021, reconocimiento otorgado por el Bureau Internacional de Capitales Culturales (IBCC), que reconoce internacionalmente el legado cultural y artístico de un estado.
El secretario de Turismo, Eduardo Yarto Aponte, a través de las redes sociales del Gobierno de Zacatecas, dio a conocer que el miércoles 3 de febrero a las 19:30 hrs. darán inicio con una ceremonia a las actividades programadas para este reconocimiento del estado.
Hay un interesante programa lleno de arte, cultura, música y danza para realizar en los 11 municipios del estado que incluyen el nombramiento como la Capital Americana de la Cultura 2021.
El cielo es completamente claro. Con un azul que matrimonia el fuerte sol del Norte mexicano y la fría ventisca de una tarde que poco a poco se convertirá en noche, las calles que suenan a tranquilidad se iluminan con claridad. Al llegar a la Plaza de Armas en Zacatecas, un espacio que fue construido ex profeso para darle la notoriedad de una capital urbanamente equilibrada, la arquitectura cuenta historias de revolución, modernidad, política y tradición que no se imaginan. Basta con mirar el Palacio de Gobierno y los edificios que le enmarcan para entender las múltiples evoluciones del lugar.
Aunque Zacatecas es un destino que salta a la mente con las siluetas y fantasmagorías de Mariano Azuela, ese movimiento armado y sus recuerdos convertidos en una promesa –quizá no del todo consumada– distan mucho de ser la única narrativa con que cuenta la región. Hoy, Zacatecas de horizontes bucólicos, es una criatura de múltiples texturas y esfuerzos por visibilizarse, y que se suma rápidamente a la lista de estados nacionales que buena oferta tienen para quienes buscamos un fin de semana alejados de la cotidianidad.
El presupuesto no es problema. Alejado del foco vacacional que muchos acostumbramos ver, Zacatecas abre un nuevo abanico de posibilidades para su turismo a precios realmente alcanzables y que no sólo prometen instantes fotografiables, sino un cúmulo de recuentos históricos, literarios y artísticos que, por seguro, ni siquiera imaginabas.
Supongamos que sólo tenemos un fin de semana –ya sea por cuestión de tiempo o de dinero–, que queremos un viaje rápido sin tanta pretensión, pero Morelos e Hidalgo ya nos dan flojera; entonces, he allí Zacatecas. Sencillo, seductor y a unas cuantas horas.
Pensémoslo así, en puntos estratégicos por su capital y los terrenos aledaños:
1. Visita a la mina de El Edén
Zacatecas es un Estado de tradición minera, por ello, no es sorpresa que cuenten con un lugar como éste en donde se construyó una historia de economía y oscuridad para el México más vilipendiado del pasado. Al interior de la mina se encuentra hoy un museo de rocas y minerales con enfoques tanto culturales como recreativos. Incluso cuentan con un bar y un antro para fines de semana o eventos privados.
2. Paseo en teleférico
Cortito, pero que vale mucho la pena. Saliendo de El Edén, en el Cerro del Grillo, puedes tomar este trayecto de 642 metros para mirar toda la capital y llegar al Cerro de La Bufa. Diseñado y construido por una empresa francesa, una de las cabinas cuenta con piso de cristal. Indispensable esperar a ésta.
3. Cámara oscura para mirar absolutamente a todos
Como una suerte de panóptico, este espacio es, tal cual, el interior de una cámara fotográfica; herramienta que a través de espejos muestra en tiempo real una imagen de la zona metropolitana Zacatecas-Guadalupe, proyectada en un disco cóncavo de fibra de vidrio. Muchos piensan que es una videoproyección pero, agudizando la mirada, es fácil notar que todo es un retrato del aquí y el ahora de la capital.
4. Museo de La Toma
Esencial para comprender uno de los episodios más complejos de la historia política mexicana y ver de cerca los vestigios de un movimiento que devino en 5 mil muertos durante ocho horas de combate. En sus diez salas permanentes se exhibe artillería pesada, cañones, metralletas, óleos y documentos alusivos a la Revolución. También se encuentran ejemplares de periódicos, fotografías, muebles, ropaje y objetos particulares de personajes clave de la Revolución Mexicana.
5. Tirolesa
Allí mismo, en el Cerro de La Bufa, se encuentra un servicio de tirolesa que, aún cuando no seas el más aventurero o arriesgado del viaje, disfrutarás con plena tranquilidad.
6. Una callejoneada por los barrios más tradicionales
Visitarás calles y callejones siguiendo a una banda con tambora, un conjunto musical más clásico o un grupo teatral; eso lo eliges tú. No suficiente con esto, aquí la bebida no para; acompañado de un burrito que carga un peculiar mezcal zacatecano, en los cuellos de cada visitante no faltan jarritos de barro para que el alcohol no se extrañe.
7. Jerez
De verdad madrugando, puedes dirigirte a Jerez –un poblado a 57 kilómetros de la capital–, donde hallarás un paseo en globo aerostático que es perfecto para ver el amanecer, tomar un café caliente y mirar desde las alturas el día a día de los zacatecanos. Es fundamental que subas a esa canastilla y te dejes deslumbrar por los cielos claros de la región.
Organizando bien tu agenda es imposible que en dos días no cumplas este itinerario. Tampoco es necesario que corras con la tarjeta de crédito o la cartera en las manos, basta con que midas tus finanzas. Quizá lo más costoso que encuentres sea el paseo en globo –a partir de los 2 mil pesos por persona–, pero de todo lo demás, ni preocuparte.
Zacatecas, una locación prácticamente al centro geográfico de México, de fuerte influencia europea y heredera del Barroco Novohispano, es siempre el destino cerca de todos.
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