Imagina que nunca has estado en una playa y que tu único acercamiento ha sido a través de un libro. ¿En tu mente se ve lo suficientemente real?
Es decir, gracias al poder de las palabras es posible imaginar cosas que no son parte de nuestra realidad, tanto así que incluso podemos expresar cómo se siente algo a pesar de nunca haberlo experimentado: podemos sentir el agua tibia en nuestros dedos, las olas golpear y la brisa saltando en nuestros rostros sin siquiera haber ido a playa alguna en específico.
Mencionamos las playas porque, en cierta forma, tienen un vínculo muy especial con la literatura. Pareciera que los autores se retan a describir el placer de encontrarse en la arena para insertar a sus lectores de una forma más profunda en las aventuras de sus protagonistas. Debido a ello nos hemos enamorado de decenas de playas reales y ficticias que son los escenarios de algunas de las novelas más grandes de todos los tiempos. Así que, aunque no hayamos viajado a esos lugares, gracias a las palabras de sus autores es posible imaginarnos en sus aguas, sentir las olas y hasta impulsarnos a tomar un avión y viajar hacia allá. Éstas son algunas de ellas que, en realidad, puedes visitar:
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Maya Beach, Tailandia
La playa
Alex Garland
A pesar de que a lo largo de esta novela representativa de Garland —que después fue adaptada al cine en una película con Leonardo DiCaprio— nunca se especifica cuál es la playa a la que se dirige el protagonista y joven viajero, los fanáticos aseguran que el lugar está en la isla Kho Phi Phi en la playa Maya Beach en Taliandia. La descripción de Garland, la cual incluye las aguas cristalinas, las estructuras rocosas donde se desarrolla la selva y las distintas vistas es tan detallada, que es casi imposible que el lugar sea otro. Aunque en la novela era un lugar escondido, ahora es muy conocido, sin embargo, el turismo no es tan grande, así que es un paraíso para disfrutar plenamente.
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El saler, Valencia
Cañas y barro
Vicente Blasco Ibáñez
Hoy, parcialmente, es una playa nudista, pero hace más de 100 años sirvió como inspiración para Ibáñez durante la concepción de Cañas y barro, una de las novelas más importantes de España de la época. Este lugar fue descrito de forma majestuosa por el autor, ya que lo integró dentro del naturalismo literario, el cual se enfoca en una realidad clara que sucede al momento, así que cada ola y los puñados de arena se sienten reales mientras los leemos. Afortunadamente, el espacio está abierto al público, así que cualquiera podrá disfrutar de ese legendario espacio que amó el protagonista Tonet antes de irse a pelear la guerra en Cuba.
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Playas de Argelia
El extranjero
Albert Camus
Camus nació en Argelia y fue la tierra que se mantuvo en su alma durante toda su vida, especialmente durante la Guerra de Argelia. A pesar de que su alma pertenecía a Francia, se mantuvo fiel a sus raíces y utilizó ese lugar como el escenario de su novela más reconocida. Es en una de las playas de la nación donde se lleva a cabo el crimen que impulsa la historia de El Extranjero y, aunque no se sabe precisamente cuál es, el simple hecho de caminar por las costas de ese país nos hacen recordar esa joya literaria.
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Las Canteras, Las Palmas
La señorita de compañía
Agatha Christie
Agatha Christie viajó a distintos países, pero probablemente el más importante dentro de su trabajo literario es Las Palmas de Gran Canaria en España, una de las zonas más tranquilas y dulces de ese país. La isla de Agaete tomó un papel muy importante en La señorita de compañía, y las playas de Las Canteras aparecieron a lo largo de Miss Marple y los trece problemas, el libro dónde se compilan distintos cuentos que escribió durante su residencia en ese país europeo.
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Playa de Cabanyal, Valencia
Fiesta
Ernest Hemingway
Al parecer las playas de Valencia eran las favoritas de algunos de los mejores escritores, ya que Hemingway también tomó influencia de la Playa del Cabanyal, que se encuentra en esa zona. El periodista viajó a allá como preparación para su novela Fiesta, por lo que en la obra no sólo aparecen magníficas representaciones líricas del mar con la arena, sino también distintos lugares que sirven como los escenarios de las fiestas que frecuentan los protagonistas durante la segunda mitad de la historia.
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Riviera francesa, Francia
Suave es la noche
F. Scott Fitzgerald
La historia de Dick y Nicole Diver, la pareja protagonista de Suave es la noche renta una villa al sur de Francia. Los espacios que los rodean son los testigos de cómo su matrimonio se va desmoronando a cada página. La novela de Fitzgerald hace un emparejamiento entre la belleza de la zona junto con la podredumbre dentro de los personajes; por ese motivo es esencial mirar esta zona de Francia, tiene cierta esencia incomparable que se extiende a través de la sus aguas.
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Playa Chesil, Inglaterra
Chesil Beach
Ian McEwan
La novela que profundiza en los deseos sexuales de una pareja toma lugar en la Playa Chesil en las costas de Inglaterra. McEwan logró mezclar el erotismo y las diferentes perspectivas de los protagonistas con el calmo escenario de la playa. Mientras que los seres pasionales la miran con mayor ímpetu y fuerza, aquellos interesados más en los sentimientos la hallan poética. Aunque no es una playa tan alegre ni fresca como el resto de esta lista, su calma y color la hacen particularmente única.
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Desde Camus hasta Hemingway, estos genios trasladaron a la literatura una realidad que parecía imposible de explicar en palabras. Sintetizaron la esencia de esos lugares, su belleza y sus peculiaridades; gracias a ello, muchos decidimos dejar los libros a un lado y viajar para ver con nuestros propios ojos qué fue lo que vieron los escritores y esperar que tenga el mismo efecto dentro de nosotros.