Este artículo fue originalmente publicado por Georgette Valentini el 21 de junio del 2019.
Si has viajado en avión y has pasado toda la noche volando, al amanecer y antes del aterrizaje siempre nos piden algo. ¿Por qué hay que subir la ventanilla en los aviones? Y no sólo en el aterrizaje, sino en el despegue.
De hecho, no se trata de un mero capricho por parte del personal de la aerolíneas ni tampoco están empeñados en que los pasajeros tengan un viaje placentero con una vista espectacular de las nubes. Y aunque las nubes en realidad lucen fenomenales en las alturas, la verdadera razón de esta petición es muy simple.
La mayoría de las compañías aéreas no sólo piden, sino obligan a los pasajeros a mantener abierta la ventanita. Esto, como parte de las medidas de seguridad, esenciales para tener un vuelo exitoso y no arriesgar a la tripulación en ningún momento.
Tanto el despegue como el aterrizaje son los momentos más críticos durante un vuelo, a menos que se experimente una tormenta catastrófica, que seguramente pudo haber sido prevista antes de comenzar un viaje.
En caso de emergencia, el tener las ventanillas arriba facilita las labores por parte de los equipos de rescate para que puedan percatarse si hay algún signo de alerta que obligue a tomar una decisión rápida y eficaz. Y también los pasajeros, pues también los miembros de la aerolínea deben permanecer sentados durante estos dos momentos.
Ventanillas subidas: parte de plan de emergencia
«La tripulación de cabina sólo tiene 90 segundos para evacuar el avión, independientemente del tamaño del mismo. Con el fin de hacer esta labor posible se prepara el avión antes de cada vuelo para facilitar una posible evacuación», relata Saran Udayakumar, oficial de seguridad aérea.
Salidas de emergencia
«Otro ejemplo son las salidas de emergencia, donde sólo se pueden sentar adultos sanos que puedan actuar de forma rápida en caso de emergencia». Las ventanillas permiten ver de manera rápida lo que pasa dentro y fuera, y de esa manera el personal de emergencia puede ver el hacia el interior de la cabina para evaluar la situación.
En caso de emergencia, el personal correspondiente utiliza materiales pesados para poder abrir espacios de escape. Ver del otro lado de la ventana es útil y esencial para saber que no hay nadie que pueda salir lastimado.
Ahora, cada vez que te pidan que alces la ventanilla aledaña, pliegues tu mesita y endereces tu asiento, tienes que saber que están pensando en tu seguridad.
Podría interesarte:
6 cosas que nunca deberías hacer si visitas Chernobyl
Qué es el síndrome de la clase turista y cómo puedes evitarlo