En nuestro día a día hay etapas en las que simplemente no tenemos tiempo para sentirnos mal pues no podemos ponerle una pausa a la vida como si fuera una película. ¿Te ha sucedido que lo tienes todo planeado para tus vacaciones, te apresuras para no dejar ningún pendiente en la oficina o en casa pero entrada la aventura comienzas a sentir algunas molestias? ¿Por qué nos enfermamos cuando nos vamos de vacaciones?
Inicias con algunos estornudos en el avión, en donde además, hay cientos de bichos de talla internacional y estando a mitad del paseo en esa montaña que tanto anhelabas subir sientes cómo tu cuerpo se debilita con cada paso. Es real, cuando tenemos vacaciones nuestro organismo está propenso a pescar alguna enfermedad, aunque estemos más felices que nunca.
Enfermedad de ocio
Pues para este fenómeno incluso existe un término que acuñó el psicólogo holandés Ad Vingerhoets: enfermedad de ocio o enfermedad del tiempo libre (leisure sickness). Resulta que los viajes pueden ser consecuencia de una depresión de salud después del trabajo, de un rutina de estrés continuo que no permite períodos de descanso, y finalmente en la relajación total, sobre todo si es un viaje tranquilo, tenemos oportunidad para el relax y es ahí cuando los virus y bacterias aprovechan para incubarse.
De acuerdo con Vingerhoets, el diagnóstico de enfermedad de ocio aún no está establecido en la literatura médica; sin embargo, la idea de enfermarse tan pronto como dejamos de trabajar es algo que muchos reconocerán por experiencia propia.
«En cierta medida, cuando la gente se relaja está disponible para las enfermedades», menciona el psicólogo Roland Raible. Usualmente es un fenómeno que aparece en mayor medida en las personas que trabajan con gran presión, con trabajos más exigentes, pues durante sus jornadas «su organismo pone a disposición sus reservas», explica el especialista.
No hay un gran estudio sistemático que determine si las personas tienen más probabilidades de enfermarse durante las vacaciones que durante la vida cotidiana. Pero para tratar de poner algunas cifras, Vingerhoets preguntó a más de mil 800 personas si creían que sufrían de enfermedad de ocio. Más del 3% de las personas respondieron que sí. Teniendo en cuenta la probabilidad de que nos sintamos estresados y debido a que trabajamos más duro antes de las vacaciones, esto sugiere que no es la norma e incluso bastante inusual, especialmente porque estas conclusiones se basan en las respuestas que dieron las personas bajo su propio juicio.
Sin embargo, si un pequeño porcentaje de personas está convencido de que experimentan este síntoma, ¿hay alguna explicación fisiológica?
Teorías conspirativas
Casi la mitad de las personas que contribuyeron con Vingerhoets lo atribuyeron a la transición del trabajo a las vacaciones. Hay varias teorías por las cuales este podría ser el caso.
Hormonas de estrés
Lo primero es que cuando finalmente tenemos la oportunidad de relajarnos, las hormonas del estrés que nos ayudan a enfrentar la vida adulta, se desequilibran y nos dejan expuestos a la infección.
La adrenalina por un lado, nos ayuda a lidiar con el estrés, y a estimular el sistema inmunológico para ayudar a combatir infecciones y mantenernos saludables.
Junto con la adrenalina está el cortisol, que también ayuda con el estrés, aunque resulta amenazante con el sistema inmunológico.
Quizá la gente está enferma todo el tiempo, pero están tan ocupados y decididos a luchar hasta que llegan sus vacaciones que simplemente no se dan cuenta de que se enferman hasta que tienen la oportunidad de relajarse durante las vacaciones.
Fiebre de cabina
Una posibilidad completamente diferente es que no es el estrés del trabajo lo que nos está enfermando, sino las vacaciones en sí. Viajar es siempre agotador, especialmente en avión, y cuanto más largo sea el vuelo, más probabilidades hay de contraer un virus.
Estar sentado en un espacio cerrado, más cerca de los gérmenes de otras personas de lo que normalmente estarías; y con humedad, dos factores ganadores para pescar un bicho.
La parte inconsciente
Vingerhoets está dispuesto a otras explicaciones para las personas que se enferman durante las vacaciones. Hay una sugerencia de que si realmente no te gustan las vacaciones, estar enfermo te libra de ellas.
La falta de investigación en esta área hace imposible elegir una explicación definitiva, sin embargo, cada caso, como en terapia, es distinto y hay docenas de factores que definirán si una persona se enferma o no durante sus vacaciones, o si se enferma siempre aunque no salga de vacaciones.
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