Los penes circuncidados han sido objeto de estudio de diversas culturas, pero también de teorías e ideas en las que el protagonista es atacado, glorificado y cuestionado. En 1900, el pene circuncidado fue el favorito de los padres de familia y de la Iglesia en Estados Unidos, ya que se usó para detener la masturbación. Se pensaba que era una provocación inducida por una fuerza demoníaca en la que el afectado terminaba por volverse loco. Entonces, los doctores sugerían a las familias que ayudaran a sus hijos con una pequeña operación en el pene.
Muchos chicos de entre 13 y 20 años fueron sometidos a dicha práctica con las críticas sobre sus hombros por explorar su cuerpo. En ese momento, nadie lo veía así, pero con el paso del tiempo se percataron de que no era más que una forma de entender cómo funcionaba su sexualidad. Al crecer, estos hombres se dieron cuenta de que en realidad no había mayor deferencia entre un pene circuncidado y uno que no lo estaba, ya que las mujeres decían sentir lo mismo o algo muy similar con ambos tipos de miembro.
Sin embargo, era un ritual que se seguía realizando para “proteger” a los chicos del ataque infernal de un demonio y su maldad. Lo mismo ocurre con otros países en los que la sexualidad implica un ritual que, de no seguirlo, podría ser causa de la muerte o exilio de los miembros de la sociedad, se les juzga y critica por igual, aunque ellos consideren agresivo o hasta inhumano el trato que se le brinda a su intimidad:
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Practicar sexo oral
En la tribu de Sambia en Nueva Guinea, los hombres que ya tienen edad suficiente para practicar relaciones sexuales son apartados del grupo. Aislados con los guerreros más poderosos y fuertes de la tribu, deben practicarles sexo oral y tragar el semen hasta que ellos decidan que están listos para acostarse con mujeres y comenzar a formar una familia. Si los guerreros se niegan, entonces los chicos deberán permanecer en reclutamiento por más tiempo.
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Sexo prematuro
Con apenas 6 años de edad, los niños de las islas Trobriand en Papúa Nueva Guinea son obligados a tener sexo con el fin de ser entrenados y que al llegar a una edad adulta puedan embarazar fácilmente a sus esposas y dejar una descendencia larga.
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Pederastia
Aunque en la Antigua Grecia no se consideraba una práctica negativa o mal vista, en la actualidad podríamos pensar que si un hombre mayor tiene sexo con un pequeño, es un abuso. Sin embargo, en aquellos años era de lo más normal que un hombre homosexual tuviera sexo con un chico, en cambio, si el hombre tenía relaciones con otro hombre eran juzgados y mal vistos por el resto, en especial el que fungía como “pasivo”, pues era considerado débil.
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Sexo accidental
En Guajira, Colombia, se realiza una danza en la que los varones bailan una melodía tradicional. Si en su camino se tropiezan con una mujer, deben copular con ella. Si queda embarazada, es posible que lo casen con ella. Si no ocurre nada, él deberá tratar de limpiar su honor embarazando a la mujer que escoja para su matrimonio.
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El sexo es nocivo
En Inis Beag, Irlanda, los hombres deben tener puesta la ropa interior durante el coito o de lo contrario se cree que podrían enfermar y morir. Además es señal de pudor y de respeto por ellos mismos. Tener sexo es vergonzoso y por eso debe hacerse sólo para procrear, según sus creencias.
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Sexo para practicar
En Mangaia hay un ritual en el que los niños de 13 años son reclutados para acostarse con mujeres mayores y practicar sus movimientos, la duración y forma de dar placer. Estas mujeres trabajan de ello y les enseñan las mejores técnicas a cada uno de ellos para que se conviertan en grandes amantes, ya que la satisfacción de las mujeres es primordial.
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Poliandria
En los Himalayas se lleva a cabo un sistema muy específico en el cual un par de hermanos comparten a la misma compañera sexual para evitar la sobrepoblación, y con ello, aseguran que haya más alimento y más recursos para sobrevivir. De hecho, ellos se han propuesto tener menos relaciones para tener menos hijos o ninguno y evitar muertes o que entre ellos se peleen por los recursos.
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Regalar pescado
En la aldea de Mehinaku en Brasil es una costumbre obsequiarle a las mujeres algunas piezas de pescado para conquistarlas y tener sexo con ellas. Si una mujer no recibe pescados de parte de ningún hombre es considerada desdichada y cada vez son menos los que se interesan en ella.
No importa si es un pene circuncidado o si son niños de 6 años practicando el sexo, este tema sigue siendo un tabú. Tal vez a nosotros nos parezcan rituales extraños, pero para ellos son normales y los viven como se les ha enseñado desde pequeños. Se trata de conocer un poco más la cultura de otros países, pero sin perder de vista sus objetivos, los cuales son conservar sus tradiciones y mantener su propio orden social, ya que son justamente lo que los a hecho sobrevivir.
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