Jonathan Leder: Fotografías que te devolverán la libido en 69 segundos

Jonathan Leder: Fotografías que te devolverán la libido en 69 segundos

Jonathan Leder: Fotografías que te devolverán la libido en 69 segundos

La cuenta regresiva comienza ahora. Tienes exactamente 9 segundos para tomar aire, sostener el oxígeno en tus pulmones y permitir que tu pulso sanguíneo comience a acelerarse. Para dar paso a la humedad de tu sexo.

Ahora, un minuto de veloz scroll:









































¿Lo ves? No necesitaste más de 69 segundos para recordar a la libido latente, aquella que se mantiene bien guardada con los pantalones arriba es viable; porque sí, es urgente, necesaria esa sexualidad que se consuma con los genitales, con las caricias, pero también es interesante abrir la oportunidad al placer que se posterga y se abriga sólo con la mirada.

Siguiendo la teoría psicoanálitica de Freud, de hecho prestando mayor atención a sus fundamentos filosóficos y de carácter humanístico, podemos recordar a través de la fotografía de Jonathan Leder que en el desarrollo de nuestra personalidad intervienen varios factores, pero que la fuerza impulsora principal en nuestros cuerpos y psiques proviene de la libido. Entendiendo a ésta, claro, en un sentido amplio y no exclusivo de la procreación; es decir, en los actos perversos, en las fantasías que se crean a partir de las imágenes y los encauces casi infantiles que desarrollamos y guardamos desde siempre (en tanto curiosidad erótica).

De acuerdo con el psicoanálisis de Freud, la libido se inicia desde que nacemos y pasa por tres etapas: la pregenital, la latencia y la genital. La primera sucede hasta los cinco años, aproximadamente, y se caracteriza por las tendencias sádico-anales y las ambivalencias en el objeto de nuestro placer; la segunda va de los seis años hasta la pubertad y se identifica como una pausa en el desarrollo de la vida sexual, y la tercera es el momento en que la primacía hacia los órganos genitales o encuentros sexuales toma lugar. La que ha de interesarnos aquí –como ya dijimos– es la latente, ésa que podemos apartar, aunque sea por unos segundos, de la satisfacción genital y encaminar hacia otras actividades externas; en este caso, ver fotografías sin más. Si después de ello terminas tocándote, ya es cosa distinta.

La producción fotográfica de Leder, mediante cámaras analógicas, de 35 mm y Polaroid, nos mueve a un universo sin retoques y muy tendiente a la no-iluminación artificial y el hallazgo de peculiaridades por poco accidentales. La calidad granulada y las cualidades borrosas de estos retratos desbordan un espíritu intimista y deseo voyerista. Casi como un precum fotográfico.

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Puedes ver más de él en su Instagram oficial o en el sitio de sus publicaciones.

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