Desnudo bajando una escalera

Desnudo bajando una escalera

Desnudo bajando una escalera

“No creo en el arte, creo en los artistas” – Marcel Duchamp A 44 años de su fallecimiento, hoy recordamos la obra de Marcel Duchamp: Desnudo bajando una escalera n.º 2, obra en la que incluyó elementos cubistas con futuristas y sus propias inquietudes sobre la representación del movimiento. La pintura fue rechazada por el Salón de los Independientes y tuvo que esperar un año para ser expuesta, esta vez en el Armory Show de Nueva York, donde fue recibida con tanto entusiasmo como sorpresa.
duchamp1 - Desnudo bajando una escalera Ahora, para entender bien este cuadro, se requiere entender al menos los conceptos básicos del cubismo y del futurismo. Ambas corrientes son parte de las vanguardias de principios del siglo XX y surgen del rompimiento de la capacidad del arte para representar la realidad, que ocurre con el impresionismo. El cubismo tiene dos líneas básicas: reducir todo a formas geométricas sencillas: cubos, esferas… y descomponer la percepción en diferentes ángulos; ver un mismo objeto desde diferentes ángulos y encimarlos en la representación.
El Futurismo también tiene dos líneas básicas: el tratar de mostrar el movimiento de las cosas reales dentro de las obras artísticas, y el enaltecimiento de las máquinas. Cuando nos detenemos a observar este cuadro de Marcel Duchamp, podemos reconocer una serie de formas geometrizadas que componen una especie de cuerpo “mecanizado”. La superposición de cilindros, conos, esferas, líneas y rayones, provocan el efecto visual de “movimiento” en esta composición. El título mismo, Desnudo bajando la escalera, nos indica que en esta obra debemos buscar un cuerpo dinámico. Sin embargo, a primera vista nuestro ojo no encuentra exactamente lo que el título pide. No vemos tal “desnudo”, en el sentido convencional del término, sino una abstracción de éste, y tampoco es evidente la presencia de la escalera. Pero la sucesión de pasos que requirió ese cuerpo para descender por la escalera se aprecia más claramente. Entre otras cosas, el artista nos muestra un fragmento específico de tiempo, aquel que transcurre en el movimiento de un cuerpo bajando una escalera. Desde la pintura, esta obra hace algo que también hizo la fotografía científica: en la búsqueda de un análisis meticuloso del movimiento de un cuerpo en el espacio, descompone las imágenes de su trayectoria, es decir, representa en términos plásticos el tiempo como fenómeno físico.
La fragmentación y multiplicación de las formas de Desnudo bajando la escalera, se tomó en su momento (1912) como signo evidente de la ruptura de la pintura vanguardista con la tradición artística. Este cuadro se inscribe en la época en que Marcel Duchamp exploraba el cubismo. FUENTE: http://extravia.net/2011/01/15/al-otro-lado-de-la-puerta-desnudo-bajando-la-escalera/

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