El premio Nobel de Literatura es, sin duda, el galardón a obtener más soñado para cualquiera que se dedica a las letras. Los más grandes del mundo literario han trascendido a lo largo de los años gracias a este premio. Escritores como Mario Vargas Llosa, Ernest Hemingway, Gabriel García Márquez, Octavio Paz y José Saramago han logrado a través de sus letras cambiar la percepción del mundo que hoy conocemos.Por ello aludimos a Haruki Murakami (1949), el escritor japonés que ha hecho bastante ruido en los últimos años como posible merecedor del famoso premio, sin embargo, una vez más volvió a quedarse con las ganas.
Entre esa lista enorme de grandes poetas, novelistas y escritores, surge una pregunta importante: ¿le faltaría a Haruki Murakami un Nobel de Literatura para dejar su huella en la historia como uno de los más grandes exponentes contemporáneos del realismo mágico? Sin duda es una pregunta compleja. El autor de culto que más libros ha vendido, el autor que ha hecho de una canción una novela inolvidable, ha logrado a través de sus letras transportarnos a una realidad difusa, a un mundo conocido y desconocido al mismo tiempo, a un mundo mágico.
Murakami ¿merecedor del Nobel?
Murakami podrá o no gustarles a muchos, pero es innegable que como un genio de las letras merece dicho premio. Precisamente Tokio Blues es la novela que lo ha colocado como el principal candidato, junto con el novelista checo Milan Kundera —por La insoportable levedad del ser. En Tokio Blues uno puede encontrarse a sí mismo. En cada página pareciera que nos transportamos a las concurridas y atestadas calles de Japón, el autor describe con maestría el peso de la muerte, esa que acecha en cada capítulo a Toru Watanabe, y aunado con su visión de la sexualidad, este libro se convierte en una novela fantástica.
Murakami escribe en Tokio Blues: “¿te acordarás siempre de que existo y de que he estado a tu lado?”. Esta pregunta, esta menuda e inclusive muy trillada pregunta, se escribe tal y como es, tal y como quizás él alguna vez escuchó. No parece que tenga algún tipo de mensaje subversivo, es una pregunta simple; sin embargo, Murakami hace que nos demos cuenta de que una pregunta tan simple es en su interior bastante difícil de responder. Y que cuando uno está enamorado puede prometer mil cosas.
Es por esta simultaneidad entre lo simple y lo profundamente humano y complejo por lo que muchos lo llaman genio. Por eso es quien es, y por eso se ha asegurado durante años que pronto ganará el Nobel de Literatura. Y aunque no sea así, es seguro que él seguirá sorprendiendo al mundo y sumergiéndonos en una realidad en donde lo mágico es una condición natural.
Este fenómeno de la literatura está llamado a ser uno de los nombres clásicos en unos cuantos años. Sus trabajos han marcado a una generación entera de ávidos lectores con sus historias llenas de sentimientos contradictorios, como es el caso de Tokio Blues, cuyo relato es tan personal y conmovedor que jamás debió llevarse al cine.
*Este artículo fue publicado anteriormente y ha sido modificado