Los cuentos que te mostrarán el lado más violento de la naturaleza

Los cuentos que te mostrarán el lado más violento de la naturaleza

Los cuentos que te mostrarán el lado más violento de la naturaleza

Si Horacio Quiroga y Juan Rulfo no hubieran escrito sobre la violencia y la muerte no serían Horacio Quiroga y Juan Rulfo. Y no es que dejarían de ser ellos como personas, más bien lo que cambiaría sustancialmente sería su legado literario. Tal vez ni siquiera tendrían un legado literario, porque omitir estos dos elementos de la Literatura latinoamericana es ignorar dos elementos que han estado presentes en toda nuestra historia y, en especial, en el contexto de la vida de los autores. Sin embargo, Quiroga y Rulfo abordan la violencia y la muerte de formas muy distintas.

En la obra de Quiroga el conflicto constante se da entre el hombre y la naturaleza. Sus personajes creen dominarla y al final se ven derrotados por el entorno hostil. Cabe destacar que la mayoría de los cuentos de Quiroga se desarrollan en un ambiente rural o en la selva, y casi siempre muere alguien de forma violenta. En el cuento “A la deriva” la naturaleza es representada por una serpiente, Yararacusú, que muerde al protagonista causándole la muerte. En “El almohadón de plumas” podemos ver un toque autobiográfico en el que la selva siempre está presente; comienza con una escena de un matrimonio idílico hasta que la mujer enferma, todo va empeorando hasta que muere por culpa de unos parásitos de aves. Por su parte, en “El hijo” la humanidad es representada por un niño que se va a un monte a cazar (nuevamente vemos la lucha del hombre contra la naturaleza), el niño se pierde y al final el padre lo encuentra muerto. Este cuento también se podría interpretar como una alusión a la locura, ya que el progenitor sostiene una conversación con su hijo fallecido.

En el cuento “El hombre muerto” nuevamente vemos el conflicto ya mencionado: un individuo sale al exterior a realizar una tarea cotidiana y muere; en esta narración el autor se centra en el discurrir de la conciencia del hombre que está a punto de morir. “El perro rabioso” es un cuento narrado en forma de diario, en él se cuenta la historia de un hombre que es mordido por perro y, gracias al cuidado de su mujer y su madre, contiene la rabia; sin embargo, al final enloquece y se vuelve violento contra ellas, este hecho se puede interpretar como una referencia a la involución del hombre a su estado más salvaje y primigenio. Como podemos notar, los cuentos de Quiroga siguen la misma línea temática; incluso en sus cuentos para niños se puede encontrar esta lucha del hombre contra el mundo que lo rodea, y el fin trágico de algún personaje. Su obra nos recuerda nuestra fragilidad y el hecho de que en algún momento todos nos vamos a enfrentar con ese momento inherente a todo ser vivo: la muerte. La muerte es también un elemento de la naturaleza, y a veces olvidamos una verdad fundamental: la naturaleza siempre gana.

Los cuentos de Juan Rulfo también tratan el conflicto del hombre contra la naturaleza; sin embargo, en este conflicto se agrega el matiz de la propia naturaleza humana. La violencia no se manifiesta a través de animales, sino que la percibimos en la figura del hombre que es llevado a situaciones extremas que sacan a flote sus instintos. La obra de Rulfo explora una gama de temas más amplia que la de Quiroga; en “El llano en llamas” (1953) el autor plantea, a lo largo de 15 relatos, temas como la religión, el trabajo y la miseria del pueblo mexicano.

La denuncia social y el conflicto entre los habitantes se hace presente en ‘Nos han dado la tierra’; el autor comienza describiendo la llanura “rajada de grietas y arroyos”, estas pinceladas iniciales serán importantes para el libro como unidad pues nos introduce al entorno hostil, caluroso y desolado en el que se desarrollan la mayoría de los cuentos. El universo de Rulfo se va expandiendo a medida que avanzamos y en los cuentos aparecen distintos puntos geográficos del estado de Jalisco. En ‘La cuesta de las comadres’ la naturaleza, materializada en forma de heladas y lluvia, acaba con la siembra; la violencia es representada por los torricos, un grupo de bandidos que asaltan las fincas y los pueblos. Al autor no le tiembla la mano a la hora de retratar la miseria y la pobreza en la que vivía el pueblo mexicano de la época. Al final la gente del pueblo emigra y la naturaleza gana nuevamente. ‘Es que somos muy pobres’ es un cuento con algunos elementos que ya se han mencionado antes: la lluvia que arruina las cosechas y la miseria extrema que azota a los habitantes; una vez más, la naturaleza le juega una mala partida a los personajes cuando una vaca, su más sagrada posesión, es arrastrada por la corriente. Por último, en ’Macario’ la violencia, la sexualidad y la locura son el eje principal; existe un paralelo entre la violencia psicológica que ejerce la madrastra y la violencia física del pueblo contra macario que demuestran la genialidad de Rulfo al momento de abordar lo caótico y lo perverso de la naturaleza humana.

De esta manera, los cuentos de Horacio Quiroga y de Juan Rulfo (aunque con distintos matices) te muestran una naturaleza brutal, lejos del pensamiento idílico de la Literatura clásica, en donde los personajes son llevados a situaciones extremas que ponen a prueba su lado social, domesticado y moral, y liberan su estado más salvaje.

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