Este texto fue escrito por Ericka Arriola. Su estilo en prosa redefine el imaginario en torno de los sentimientos y las emociones más primarias, como el miedo a la soledad, el pulso por el amor y la pasión en carne viva. En esta oportunidad deslumbra al lector con su emotivo manifiesto al cariño genuino.
Y un día me di cuenta de que ya somos dos personas grandes, que vamos por el camino correcto, donde las dos sabemos qué queremos en nuestras vidas y qué queremos lograr con ellas. Afortunadamente yo sé que a mi lado quiero que me acompañes y deseo ser una parte importante durante el transcurso de tu vida. Agradezco todos los momentos a tu lado, las risas compartidas, los momentos importantes en los que me incluyes y tus grandes consejos que me han servido y que he valorado como el mejor tesoro que una amiga puede conservar.
Gracias por el aporte que le das a mi vida: tu alegría. Han pasado tantos años y espero en demasía que sigan pasando, porque es de las pocas cosas de las que puedo estar orgullosa, de tu amistad desinteresada. Espero seguir siendo parte de tu vida por mucho tiempo y que las dos podamos aprender de cada una, porque con errores, defectos y todos los obstáculos, te sigo eligiendo como mi hermana del alma, de esas que ya no existen y que tengo la fortuna de presumir y considerar como una de las personas más importantes que tengo y no quisiera perder.
Te amo por todo, porque si no fuera por ti, hoy me sentiría perdida. Gracias por tu comprensión y por el cariño que siempre me das. Estoy orgullosa de ti y siempre lo estaré. Gracias por estar a mi lado, porque aunque estemos lejos a veces, sé que te llevo conmigo siempre. En conclusión, como habrás notado, sólo puedo agradecerte, y esta vez simplemente por tu existencia, no sé qué haría sin ti. Te amo.
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Las imágenes que acompañan al texto pertenecen a Irene Cruz.
Puedes apreciar más de su trabajo fotográfico aquí.
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Quizá después de atravesar una despedida, estos poemas para una noche de autodestrucción te ayuden a superar lo que aún te duele.