8 cosas que debes tomar en cuenta para tener una relación feliz

8 cosas que debes tomar en cuenta para tener una relación feliz

8 cosas que debes tomar en cuenta para tener una relación feliz

Siempre se quiere que una relación esté en pleno apogeo y que las cosas salgan bien sin ningún tipo de esfuerzo, que sean hermosas y mágicas como por arte de magia. Porque, además, pensamos que la perfección existe y que ésta debería colmar a totalidad nuestro amor; no nos damos cuenta de que estamos hechos con retazos y piezas casi inconexas en cuestión de romance, y que si queremos armar ese rompecabezas complejo, ello necesita de nuestro trabajo, paciencia y compromiso. Recordando a Lao-Tse, podemos decir que ser amado por alguien te da fuerzas, pero si amas a alguien con profundidad, eso te da coraje; entonces, a grandes rasgos, podemos deducir de esto que una relación exitosa, feliz y enérgica no es aquella donde se dan las cosas, sino una en la que se participa hasta el cansancio.

“La mayoría de las veces, guiados por una idea equivocada que se vincula con la excelencia y la inseguridad al mismo tiempo, no nos es asequible un grado verdadero de felicidad en el amor”.

Lamentablemente, el miedo a ser lastimados, a percibirse vulnerables por el ojo ajeno, a guardar un halo (estúpido) de misterio y despotismo, nos hace cometer los actos más irreverentes en un vínculo afectivo, creyendo que obramos correctamente. La mayoría de las veces, guiados por una idea equivocada que se vincula con la excelencia y la inseguridad al mismo tiempo, no nos es asequible un grado verdadero de felicidad en el amor. Por mínimo que sea. Simplemente no lo permitimos y dejamos que cualquier cosa destruya la emoción. Nos obsesionamos tanto con lo “correcto” y lo “majestuoso” que debilitamos todo hasta la infelicidad.

De acuerdo a varias prácticas de meditación y distintos sistemas de filosofía oriental, podemos deducir 8 pasos para que tu próxima relación –o la actual, si es que estás en una– no se deje consumir por la apatía o los malentendidos. Gracias a viejos proverbios o enseñanzas, hemos podido reflexionar al respecto y concluir que, para un enamoramiento fuerte y feliz, tienes que:


Amarte antes de amar a alguien más

Es simple. Haz una lista de las cosas que aprecias en ti y date cuenta de que todos tenemos algo bueno y algo malo. Cuando halles lo que te incomoda de ti, perdónate y sal a caminar, a tomar un té, a estar contigo. Cuando te ames, serás capaz de amar a otro; cuando perdones, también lo harás con quien estés.


Concéntrate en la compatibilidad

Trabaja en lo que te gusta hacer. Y mejor aún, pon manos a la obra en una actividad que ambos adoren; debe existir algo que los una en cuanto a afición y gusto. Obviamente habrá mucho en lo que no compaginen, pero también se dan otras en las que sí. Aférrate a ellas para no perder el piso.


Practica la aceptación

Si algo anda mal y sientes que sólo te enfocas en eso que el otro hace de manera equivocada, detente un minuto a pensar y recapacita si no hay nada en ti que esté dirigiendo eso. Si quieres cambiar un aspecto de alguien, pregúntate si no hay nada que deberías reformar primero en ti y acepta que, o se toman las cosas como se tienen, o te alejas. Porque no podemos modificar a nadie, nunca.


Ten expectativas realistas

Aprecia lo que vives junto a una persona, no esperes que tu relación sea igual de buena o mala que la de un amigo o alguien que tienes cerca. Cada vínculo se da de manera distinta y las comparaciones son terribles; no pongas un cuento de hadas enfrente, pero tampoco una historia de desilusiones en la base.


Haz cosas por ti

Si estás esperando que una persona venga a amarte y a darte todo lo que necesitas de la noche a la mañana, ése será el primer paso con el que andarás por el camino de la infelicidad. Reconoce todo eso que le pides a alguien que haga por ti, tómalo y hazlo tú. Si quieres cuidados, mimos y oídos, estos deben empezar por tu cuenta.


Sé amable

Haz un esfuerzo por escuchar realmente, no sólo esperes un silencio para poder seguir hablando. Ve a la otra persona como si fuera la primera vez, no te adelantes a ningún movimiento, maravíllate con lo que hace, sonríe, permite que se exprese, etcétera. No te impongas como si sólo tú valieras.


Busca la honestidad

Y con ésta, sobre todo, la complicidad. No se tienen que compartir secretos enormes y dramáticos, puede ser cualquier anécdota o solicitud de apoyo. La pareja va a estar allí para ayudar tanto como se le permita.


Recuerda actuar

Ajusten sus humores, estilos, anhelos, miedos y demás con base en lo que sienten el uno por el otro. Pero muévanse. Hagan cosas si están tristes, cansados, emocionados o eufóricos. Si te aburres, haz algo. Puedes extenderle la invitación o pedirle un poco de espacio; sin problema. También se trata un poco de eso. Cada quien debe hacer sus cosas y después encontrarse entre los dos para crear aún más.

El amor y una relación no se dan como recetas de cocina. Sin embargo, estos puntos son esenciales para cualquier interacción con el mundo, entonces no perdemos nada con intentarlas en un ámbito tan importante y a partir del cual basamos frecuentemente nuestra felicidad o desgracia completas. Ser feliz junto a alguien significa estar contento con uno mismo y trabajarlo con el otro. Para leer más sobre este tema, revisa las líneas de La novela que demuestra que cuando una relación termina no debes luchar por ella y Discos que te darán coraje para terminar esa relación que ya no funciona.

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