10 cosas que haces porque crees verte sexy pero en realidad luces desesperada

10 cosas que haces porque crees verte sexy pero en realidad luces desesperada

10 cosas que haces porque crees verte sexy pero en realidad luces desesperada

1. No te vamos a hablar como si fueras estúpida.
2. No debes leer las palabras a continuación como si fueran medicina para inseguridades.
3. No le daremos lecciones de comportamiento a nadie.


Puedes botar directamente a la basura la regla de los tres días y la norma del primer paso en el bar. ¿A quién le interesa una persona que no puede tomar decisiones por sí sola o se teje una maraña de prejuicios en la cabeza? Sólo a un imbécil que fue criado en el siglo XIX. Suficientes absurdos seguimos y perpetuamos en el comportamiento humano como para involucrar algo tan inmaterial como el cariño o la atracción, en supuestas mediciones que persiguen lo que está bien o lo que está mal. Claro, porque se pueden moralizar así de burdamente los impulsos de un encanto entre dos individuos, sobre todo los actos de una mujer en el campo amoroso. Porque esas preocupaciones de cine adolescente y norteamericano no son un cliché alejado de la realidad. Para nada…

En este escenario de despistes y traumas insulsos, las mujeres siempre son las más afectadas. Es obvio que las preocupaciones de un hombre durante el proceso de “ligue” o consolidación de un romance, son de gran peso y nunca deben tomarse a la ligera. En muchos casos, si no es que en todos, estas experiencias dañan irremediablemente la autoestima de cualquier ser humano sin importar su género. No obstante, es al sexo femenino hacia el que las denuncias y las burlas se dirigen con mayor frecuencia.Nos han enseñado por generaciones que la mujer, aquella damisela en peligro, debe existir a través de lapsos de vulnerabilidad o complacencia. Aunque si sobrepasa esos estándares de conducta y cae en el exceso de fragilidad o satisfacción hacia el otro, también abandona de inmediato los terrenos de la provocadora sensualidad, para convertirse en la reina de la desesperación. Y acaso, ¿eso es cierto? ¿Debemos aceptar sin cuestionamiento este análisis de hechos? Si se juega con la boba inocencia de una princesa se deleita a la pareja, pero si no ¿se disgusta con el maloliente agobio de una soltera sin remedio?

¿Desde cuándo el interés por alguien que nos gusta se convirtió en una molestia o en síntoma de apuración? El juicio a estas actitudes no son más que violencia en forma de desprecio, burla y temor como justificaciones para una sociedad más que conservadora y exagerada con sus índices de proceder. Esquemas que si no cumplen con su justa medida de sensualidad, de seductora flaqueza, te hacen ver como una loca sin freno.

-Mandar demasiados mensajes de textoPor ejemplo, el envío de muchos textos es un arma en tu contra. Claro, porque si no tienen el mínimo de decencia en su cuerpo como para responderte y decir aunque sea un “No me interesa salir contigo”, el problema es tuyo.

-Preguntar si su teléfono está funcionandoSi no te contestan es muy obvio que o está ocupado o no le importa llegar a otro terreno contigo, pero al igual que el punto anterior, ¿cuesta tanto trabajo dejar las cosas en claro desde un principio? ¿Es tan difícil un “No me gustas”?

Demostrar interésDicha exposición en demasía, más allá de ser halagadora, es un acto frenético para el resto de las personas. ¿En qué momento se comenzaron a ver así las atenciones? Nadie sabe, pero por lo visto, a la gente le gusta entonces ser despreciada para no sentirse bajo presión.

-Dar regalos demasiado caros¿Existe un presupuesto correcto para demostrar un amor legítimo?

Hacer research es ser stalkerPorque la humanidad sube su vida a las redes y te acepta en sus perfiles para que nunca veas lo que comparte. La demente eres tú.

-Ser demasiado directaDebes ser sutil si lo único que buscas es sexo o una relación fuera de compromisos; de lo contrario, una serie de adjetivos caerán sobre ti y andarás en boca de todo el mundo. Un ser humano, hombre o mujer, debe guardar recato al respecto.

Dar sorpresas constantemente¿Dar a entender que te preocupas por sus intereses, gustos y aficiones a través de regalos o actitudes espontáneas es malo? Al parecer, sí. A las personas les gusta ser tratadas como si nadie les conociera.

-Estar siempre disponibleClaro, no causar codicia hacia ti o cotizarte frente a toda propuesta es denigrante.

Hacer muchos planes a futuroSí, es complicado e incluso inquietante comenzar a salir con alguien que piensa en una relación muy proyectada al porvenir, pero ¿desear una vida soportada en la idea de una familia te convierte en la Glen Close de “Atracción fatal”?

-Demostrar celosQuizás este punto sea el menos controversial, porque los celos en efecto destruyen, pero no todo indicio de este sentimiento transparenta desesperación alucinante. Sentir celos no es tan extraño del todo, pero preferimos pensarlos como algo siempre maligno e indigno de un individuo.

Cualquier acto de flirteo, de acuerdo con los actuales cánones de lo sexy, debe ser lo suficientemente estoico o indefenso. Si no, ¡qué clase de perversa mujer desesperada habita en tu cuerpo!No sigas esas ideologías caducas, por favor. Si te gusta alguien y quieres invitarle a salir, llámale. Si quieres ser detallista, hazlo. No vives en tiempos de tu abuela para medir tus acciones con esta vara de “buenas costumbres”. Para complementar esta información, puedes consultar las 10 inesperadas señales que indican que tu pareja es psicópata y quiénes fueron Las parejas más tormentosas y destructivas del mundo del arte.

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