12 vestidos que nos hicieron entender la belleza y el poder en la historia

12 vestidos que nos hicieron entender la belleza y el poder en la historia

12 vestidos que nos hicieron entender la belleza y el poder en la historia

Vestir no es adornar y mucho menos portar. Esta última acción está mejor relacionada con la identidad progresiva y a los vuelcos del estilo que al simple hecho de colgar ropa en el cuerpo. Sólo algunas personas pueden lograr esto y no es cualquier cosa. Íntimamente ligado a la irreverencia o al desafío, conducir una prenda y que ella se dote de poder, revolución y el deseo de imitar por parte de otros hombres o mujeres, no es una tarea sencilla, pero sobre todo no es una actividad vacía de contenido. Es un reto que, en exclusiva, ciertos individuos adoptan con seriedad y algunos cuantos han aprovechado para marcar su presencia en el mundo, cuando no el destino de la apariencia humana.

En el campo del diseño, las tendencias y la innovación, el género femenino ha sido el principal impulsor y protagonista de los cambios estéticos –por buscar una palabra que pueda englobar los términos políticos y sociales de la apariencia–, sobre todo, en el cuerpo de la mujer. En la representación de lo femenino, en la transitoriedad de bellezas o conceptos que transforman a los atributos de la anatomía femínea. Con mayor responsabilidad y consciencia de sus movimientos estilísticos, todo sujeto relacionado a esta construcción visual sabe que un buen vestir agita el pensamiento y el discurso de nuestra historia.

Quiénes han sido las mujeres que alborotaron la imagen de la civilización y cambiaron el rumbo del género a partir de aquello que usaron en alguna ocasión, es una respuesta sencilla si se presta atención al relato de nuestra sociedad y a sus capítulos de mejor ilustración. No simplemente porque sean agradables a la vista, sino gracias al impacto que generaron.

Del siglo XX a la actualidad, de los míticos años 20 a hoy, estos vestidos alteraron –para bien– el perfil femenino en el planeta Tierra, sentando las bases de lo que conocemos hoy como igualdad de género, sensualidad, tolerancia, erotismo y diversidad.

::

Para comenzar, el flapper dress que utilizó Clara Bow marcó una época en que la renuncia a los corsés y una mayor soltura al nivel de la cintura se hacían urgentes. La señorita Bow fue en la década de 1920 lo que hoy conocemos una it girl y un modelo a seguir por cientos de estrellas también.

Sofisticación y gracia en una sonrisa. Eso fue y será Audrey Hepburn gracias a su carrera, a su impecable personalidad y también en buena parte por ese hermoso Givenchy negro que le inmortalizó en “Breakfast at Tiffany’s”. Un petite robe noir que hasta la fecha es un clásico de elegancia.

Más tarde, pasando la mitas de siglo, el vestido halter en color blanco con que Marilyn Monroe se posicionó sobre una alcantarilla y la humanidad entera. Un atuendo que se ha tratado de imitar por años y es referente hoy de hilaridad, jugueteo y sensualidad.

Farrah Fawcett a finales de los 70 era divinidad pura. Cuando apareció en los Oscar usando un ligero vestido dorado, su impecable sonrisa y sus tonificados brazos, lanzaba un mensaje claro a los espectadores: la moda estaba cambiando y la mujer cada vez era más fuerte.

En 1981, cuando Diana Spencer –mejor conocida como Lady Di– robaba nuestros corazones, fue gracias a su vestido de novia. Un diseño que hoy puede parecer anticuado, pero en su momento marcó tendencia en las aristocracias del mundo y la imagen de una esposa excelsa.

Casi a la mitad de una década color pastel se apareció una chica que modificó la música, el video, el cine, la moda, la sexualidad y la juventud con un solo vestido: Madonna. Ella y su inmortal vestido que conjugaba lencería y atuendo nupcial revolucionaban la mente de tanto adolescente fuera posible.

Eran los 90 y la vida era increíble. Sarah Jessica Parker renacía de entre las cenizas y protagonizaba un innovador sitcom llamado “Sex and the City” que volvía locos a todos. Su fashion momento cumbre: la combinación de tutu y tank top rosa. Un reluciente horizonte se nos exponía por primera vez y no teníamos nada por perder.

En el reluciente aunque a veces vergonzoso año 2000 hubo atinos y desatinos en las esferas del fashion. Pero un momento que escapó a ambas categorizaciones y nunca abandonará nuestra memoria fue durante la premiación de los Grammy; Jennifer López redefinió las curvas gracias a un Versace que seguro ahora está en un museo.

Era 2001 y Björk era simplemente Björk. Apareció en la alfombra roja de los Premios de la Academia con un vestido mitad peluche que simulaba un cisne. Mal gusto o burla, como quieran llamarle algunos, pero ese diseño a cargo de Marjan Pejoski se ha vuelto historia.

Más tarde y siguiendo con la fiebre de las artistas irreverentes, Lady Gaga siempre se caracterizó por sus atuendos y actitudes fuera de serie. Los Video Music Awards fueron entonces el escenario perfecto para que la extravagante chica del momento apareciera cubierta de “carne”. Un show que definió una nueva frontera en el vestir y las expectativas del público en sus estrellas.

2009, el Met Gala y Kate Moss demostrando que todavía se puede sostener en pie. ¿Algo más? Por supuesto. Un vestido Marc Jacobs en tono metálico, de apariencia griega y completamente fabuloso. La supervivencia de una Top Model y un estándar duro de combatir se alzaron esa noche.

Cuando la hoy duquesa de Cambridge celebró su compromiso con el príncipe William, nadie podía creer lo que estaba viendo. Y sí, en efecto era lo que imaginábamos. Un vestido en azul profundo por la firma Issa. Con esta pieza, el espíritu ladylike volvió a nosotros con aires románticos y sofisticados.

::

A primera vista podrán parecer sólo unos pedazos de tela colgados en el clóset, pero quienes les vimos de cerca o hemos tenido la fortuna de admirar cómo todo se transforma alrededor cuando se hacen notar, entendemos que un buen outfit femenino es capaz de cualquier cosa cuando menos lo esperamos. Para continuar indagando en este tema, puedes leer sobre El accesorio favorito de las mujeres que se sienten poderosas y cuáles son esos 6 vestidos que te harán lucir segura en cualquier situación.

Salir de la versión móvil