La sirena platinada llevaba el cabello oscuro antes de 1950. La diferencia fue sutil pero el efecto sensualmente demoledor. Con ese cambio de look, Marylin Monroe hizo del deseo su imagen y cambió su estatus público de una mujer hermosa, a un símbolo de sensualidad.
Como todo símbolo, Monroe era la conformación irreal del deseo que sale de las expectativas diarias. Lo sensual es lo que no siempre existe, lo que milagrosamente se presenta diferente y difuso en su aparente cercanía. El peróxido se comenzó a vender más, sus atuendos se copiaron irracionalmente y su nombre se volvió un distintivo de lo que toda persona perseguía.
Las modelos, desde entonces, se alejan de la belleza real y cotidiana para representar algo que sólo existe dentro de la imaginación pública.
Las marcas de ropa no venden ropa. Nunca lo han hecho.
Las marcas de ropa y los diseñadores detrás no sólo venden ropa, venden aspiraciones. Modos de vida y modelos de belleza, tan inalcanzables como inexistentes.
Incluso las marcas, como American Apparel, que basan su mercadotecnia en la ‘sensualidad amateur’, contratan a chicas a las que producen con maquillaje natural en locaciones caseras, con peinados de apariencia distraída en poses de una sensualidad casual, y así hacen de esas modelos lo más cercano a una vecina sensual, tan cercana como improbable.
Todos lo que adquieren piezas de marcas como American Apparel compran la consigna de que podrían ser los propios modelos de la marca.
La moda es un asunto de fantasía, de cómo te ven los otros.
Las chicas y chicos American Appareal está en las antípodas de las pasarelas de Milan, Paris y NY pero son igualmente sensuales. Slavoj Žižek escribió que la idea de sexo que se tiene en este tipo de marcas, como Abercrombie & Fitch, es de aprendizaje. No son los cuerpos altamente sexualizados de marcas consagradas, sino el camino a sexualizarlos, lo que ocurre al colocar un fantasma sobre cada cuerpo y situarse frente a los ojos de un público.
Deseamos lo que no podemos tener, lo que no existe, lo que todos los demás quieren tener. El porno es la primera parada en el sendero de apariencias y aspiraciones.
Aún así, la moda para las personas ‘reales’ con cuerpos también reales, es un mercado amplio, con más ingresos al año que el de la ‘alta moda’. Piensen en todas las marcas que venden la ropa que usan a diario, comparada a las tiendas de ropa lujosa. Levis’s genera millones de dólares en ganancias.
Entonces, ¿es real la belleza de la moda? Se podría decir que sí, tan real como todos los demás cuerpos; simplemente los modelos representan un porcentaje muy bajo de la cantidad de formas, tamaños, colores, que existen. Es por eso que muchos diseñadores buscan las tendencias afuera de las pasarelas de Milan, Paris y NY. Tratan de encontrar patrones y looks entre las personas que asisten, porque son esas personas las que le dan un uso cotidiano a las piezas creadas para el estándar de belleza irreal del mercado.
La belleza es un convenio que cambia como cambian todos los tratados, hoy por ejemplo, podemos hacer de la fealdad ‘la nueva tendencia de la moda’. Si te interesa no sólo la ropa, sino lo que hace tu cuerpo distinto puede ver estos ‘Sensuales tatuajes en la espalda baja que nunca pasarán de moda’.
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Fuente:
Dazed