Nadie te rompe el corazón, tú te lo rompes a ti mismo

Nadie te rompe el corazón

Nadie te rompe el corazón

Es normal que después de una decepción amorosa nos sintamos terrible porque nos han “roto el corazón”; pero entre más vivimos experiencias y conocemos a más personas, nos damos cuenta de que el patrón que sigues cuando alguien te rompe el corazón es realmente algo que tú aceptas repetitivamente. Tú eres quien te rompe el corazón.

 

Cada vez que conoces a una persona, empiezan a salir y apilas miles de idealizaciones e historias alrededor de lo que puede ser su relación. Es el inicio de una posible decepción, porque la realidad es que cada cabeza es un mundo y no sabes si esa persona está apilando las mismas ideas que tú. Pero también hay otras formas en las que te rompes el corazón que muchas veces ni siquiera tienen que ver con la pareja. Aunque te empeñes en buscar un culpable, la realidad es que tu corazón roto es tu consecuencia y de nadie más.

 

Por ejemplo, cuando sales con una persona que te fascina, pero desde el principio de la relación te expresa que su única intención es pasarlo bien de forma casual sin ningún compromiso. Básicamente tienes dos opciones: aceptar y pasar momentos interesantes a su lado sin mayor complicación; o no aceptar porque en ese momento tú buscas algo mucho más serio. El problema inicia cuando crees que existe una tercera opción y decides que tal vez puedes hacer cambiar de opinión a la persona en cuestión sobre las relaciones. Pero la realidad es que no puedes. Claro que existen excepciones, pero no deberías exponer tu corazón por la posibilidad de ser la excepción. Entonces llega el punto en el que te rompes el corazón.

 

Podríamos discutir entonces las relaciones en las que uno de los dos no es honesto sobre sus intenciones, y tú piensas que esa persona está en sintonía con tus sentimientos. Aquí estamos en un terreno mucho menos claro, porque tendrás que interpretar la realidad no con palabras, sino con señales. Si esa persona te promete demasiadas cosas, te dice que te quiere y que le importas, está muy bien; pero la pregunta es ¿realmente lo demuestra? Y no estamos hablando de detalles o cosas materiales, se trata de notar si esta persona se esfuerza tanto como tú en la relación. Si por alguna razón tienes alguna duda de ello, en ese momento tienes el control para decidir si te rompen o no el corazón. Podrías terminar por lo sano, recuperarte e invertir tiempo en conocer a una persona mucho más apegada a lo que quieres; o podrías seguir en esa relación deseando que cambie, hasta que te rompa el corazón, y culpes a la otra persona por ello.

 

A veces ni siquiera es necesario estar en pareja para lastimarte. Por ejemplo, ¿cuántas veces buscas información de tu ex?, ¿cuántas veces entras de puntillas a las redes sociales de la persona con la que ahora sale?, ¿con cuánta frecuencia hablas de tus decepciones amorosas con amigos?, ¿con cuántas personas te comparas?, ¿cuántas veces has perdido la oportunidad de conocer a alguien por tener miedo a volver a sufrir? Todas y cada una de esas veces sientes cómo tu corazón vibra un poco, porque no te has dado el tiempo de sanarlo antes de volver a lastimarte. Y entonces somos seres incompletos, deambulando por la vida, esperando que alguien nos arregle la herida. Pero la realidad es que nadie es responsable de ella más que tú.

 

Entonces tienes que dejar de romperte el corazón. Deja de idealizar a las personas, de apresurarte a crear historias con alguien que apenas has conocido, sana heridas del pasado y empieza a aceptarte como eres. Comprende que no sólo es culpa de tu ex-pareja o tus inseguridades, sino también de tu incapacidad de leer las señales, de estar consciente de lo que necesitas y quién te lo puede ofrecer. Tienes que dejar de romperte el corazón y decidir primero qué quieres. Todos los amores son válidos, con o sin compromiso, pero tenlo claro y exprésalo. Atrévete a pedir lo que necesitas, a recibir lo que mereces y no menos; y sobre todo, aprende que muchas cosas no son para siempre y debes tratar de quedarte con lo mejor de las personas y seguir adelante.

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Si ya encontraste al yin de tu yang, te recomendamos seguir estos consejos para que tu relación no se vuelva tóxica. Y si ya estás en una relación y sospechas que es momento de terminarla, lee el siguiente artículo que te dirá situ relación tiene remedio o es momento de emprender el vuelo.

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