Qué dura es la maternidad, un tema que nos ha dividido entre las que quieren y no quieren tener hijos, en las que lo han deseado toda su vida y las que saben que el planeta no necesita más humanos, las que ven por su futuro y familia y las que consideran la contaminación y recursos naturales. Es un proceso súper intenso, complicado desde el inicio y por inicio me refiero a planeación. ¿Cómo le preguntas a tu pareja su posición sobre el tema? Entonces, en muchas ocasiones, piensan diferente y los conflictos comienzan a hacerse presentes…
¿Está mal no querer ser mamá aunque mi pareja sí lo quiera? ¿Está mal querer tener hijos si mi pareja no quiere? No, ninguna de las dos, pero aquí, como en otras decisiones en conjunto, alguien tiene que ceder.
Karla Tenório decidió ser esa persona, la que se adaptaría a los deseos de su esposo. Él quería tener un hijo, ella no. Aceptó usar su cuerpo, su vida, su futuro y cambiar sus deseos para poder complacerlo.
Empezó a prepararse luego de contraer matrimonio. Hablaron sobre hijos, ella accedió y comenzó a buscar todo lo necesario para ser mamá. Arregló todo o al menos eso intentó, pero dejó a un lado sus pensamientos y sentir. No se había dado cuenta lo mal que la estaba pasando.
Llegó el momento del parto. Ella asegura que en ese momento no se sentía bien, quería retroceder el tiempo. Era imposible. Ya estaba ahí, a punto de hacer algo que no quería, algo que cambiaría su vida por completo, algo que no estaba en sus planes, algo que sí, ahora confiesa, detesta. Ella odia la maternidad como concepto.
Y entonces viene la presión de ser la mamá ideal, la perfecta imagen que tu hij@ necesita, la guía que iniciará su camino. Era demasiado para Karla que también es una profesional, actriz y escritora. Atravesó por un cuadro de psicosis posparto inevitable, ella se presionaba constantemente por asumir el papel que ni siquiera quería o planeaba.
Ella creía que estaba mal, que era la única que lo sentía. No era así. ‘Amo mucho a mi hija pero odio ser mamá’, confiesa. Entendió que no está mal no querer a la maternidad, porque a decir verdad, es un proceso muy fuerte, duro y súper romantizado. Duele, huele y te afecta en muchos sentidos, no solo tu cuerpo cambia, tu mente, futuro y habilidades como protectoras y para resolver problemas eficientemente también sufren una gran modificación. No todas las mujeres queremos enfrentarlo y está bien, es nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra vida.
Creó el movimiento ‘Mamá Arrepentida’ en su país natal, Brasil, con el objetivo de apoyar a todas esas mujeres que no les gusta ser mamás, cuestionando la idea machista, clasista y romántica. Y es que, social y culturalmente nos han enseñado que las mamás son perfectas o deberían serlo, la realidad es súper alejada a esa idea y las chicas no deberían sentirse mal por eso.
Ella ama a su hija pero no deja de recordar que ha pasado todo este proceso de la maternidad por acceder a los deseos de su ahora expareja… ella odia el concepto y toda la presión que cargan sobre sus hombros, la idea de que no se pueda aceptar un ‘no quiero ser mamá’
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