Al caminar por la calle vemos decorada cada casa, cada negocio e incluso se ven mascotas con disfraces de aquí por allá, al ver luces por todas partes al igual que copos de nieve, nos podemos dar cuenta de que la época navideña ya se encuentra aquí, el espíritu navideño se encuentra en el aire y no podemos esperar para comer pavo con nuestra familia e intercambiar regalos.
Sin embargo, hallar un regalo ideal para cada miembro de nuestra familia puede llegar a ser un “dolor de cabeza” ya que nunca sabemos con certeza qué es lo que quiere cada uno, incluso podemos llegar a equivocarnos tratando de encontrar el regalo perfecto, pero hay una opción que siempre puede ayudarnos: las tarjetas navideñas.
Las tarjetas navideñas se pueden comprar en las tiendas de regalos o, si tienes tiempo y ganas, puedes elaborarlas tú mismo con papel, colores y con mucha creatividad, sin duda alguna siempre serán un regalo perfecto para cualquier persona, ya que siempre sacarán una sonrisa, pues en estas mismas se expresan los buenos deseos y dedicatorias para la persona a la que está dirigida esta tarjeta.
Sin embargo, ¿alguna vez te preguntaste de dónde salió este perfecto regalo navideño? Aquí te contamos.
Historia de las tarjetas navideñas
La primera vez que alguien escribió “Feliz Navidad” a través de una carta fue hace muchos años atrás, cuando el obispo católico John Fisher le mandó una misiva a Thomas Cromwell. El mensaje le deseaba una feliz y agradable navidad, retomado por el sitio Why Christmas.
“Y este, nuestro señor Dios, te envíe una feliz y agradable Navidad, según el deseo de tu corazón”
A pesar de que este es un excelente inicio para la historia de las tarjetas navideñas, su origen comenzó varios siglos después.
En 1843, Henry Cole, un hombre muy ocupado que trabajaba en la Oficina de Registros Públicos de Londres, nunca tenía tiempo de escribir a sus seres queridos en épocas navideñas, ni siquiera tenía tiempo de escribirle a su propia familia.
Gracias a su falta de tiempo para escribirle a su familia, Cole habló con el artista John Calcott Horsley y le propuso que creara una imagen adecuada a la época navideña para que con esta pudiera desear los mejores deseos a cada persona que la leyera, las palabras que acompañaron a esta tarjeta fueron: “Feliz Navidad y próspero Año Nuevo”.
Esta primera tarjeta navideña les encantó a todos, tuvo tanto éxito que se realizaron mil ejemplares más para venderse en un chelín, la moneda que se usaba en Reino Unido en ese entonces. Sin embargo, a pesar de su gran éxito no todos la aprobaron, muchos puritanos se opusieron a la imagen que se expresaba, ya que mostraba a personas levantando una copa por Navidad, pero sus objeciones fueron dejadas de lado.
Después de su gran éxito en Reino Unido, las tarjetas navideñas se popularizaron en las últimas décadas del siglo XIX, especialmente al llegar a los Estados Unidos.
Louis Prang, un inmigrante prusiano con una imprenta cerca de Boston se le atribuye la creación de la primera tarjeta navideña de Estados Unidos, en 1875. Sin embargo esta tarjeta era muy diferente a la que se había hecho 30 años antes en Reino Unido, ya que la tarjeta era una pintura de una flor acompañada por el texto “Feliz Navidad”.
Para el año 1881, Prang se encontraba imprimiendo cinco millones de tarjetas de Navidad al año, pero más adelante los diseños presentaban íconos navideños más tradicionales, ya sea tanto flecos de seda como cordones y borlas.
Henry Cole y John Calcott Horsley, como Louis Prang tuvieron un gran éxito con la creación de las tarjetas navideñas, porque sin duda cambiaron la historia de la temporada más esperada del año.
“Cole ayudó a organizar la Gran Exposición en 1851 y fue miembro fundador del Victoria and Albert Museum de Londres al año siguiente. Fue nombrado caballero por este trabajo. Horsley también disfrutó de una vida exitosa. Contribuyó con dibujos a Punch y fue rector de la Royal Academy, donde hizo campaña contra el uso de modelos desnudos”, expone la BBC.
Muchos años después de la creación de las tarjetas navideñas, seguían siendo muy populares, ya que como decíamos en el principio, regalarlas siempre saca una sonrisa a nuestros seres queridos, incluso en el día de hoy, hay tarjetas que tienen música incluida y un estilo “pop up”.
A pesar de su gran éxito, el avance de la tecnología y del internet, bajaron la popularidad de estas hermosas tarjetas, ya que hoy en día los diseños y buenos deseos llegan a la misma velocidad de un clic.
Sin embargo, durante la pandemia de Covid, las tarjetas navideñas retomaron su popularidad, ya que la gente buscaba mantenerse en contacto con sus seres queridos y qué mejor hacerlo que con una.
¿Cómo hacer una tarjeta navideña?
Hacer una tarjeta navideña no cuesta mucho trabajo, lo único que necesitas es tener mucha imaginación y los mejores deseos para que la persona a la que va dirigida le encante, es por esto que lo más importante de la tarjeta es el amor con la que la haces.
Lo único que tienes que hacer es tomar hojas de colores y echar a volar tu imaginación, pero si quieres algo fácil, aquí te dejamos un tutorial para una tarjeta fácil y muy bonita, claro que solo le tendrías que agregar tus mejores deseos y tu toque especial.
