La cerveza, un invento que debemos a las mujeres

La cerveza

La cerveza

XLU63B7TI5AZBEZ55QYOOFTZZU - La cerveza, un invento que debemos a las mujeres

Existen registros de cerveza del 2 mil a. C, en los territorios de Sumeria, hoy Irán. Las mujeres eran las responsables de preparar esta bebida, la cual, daba ánimos a los constructores de la civilización y era un eje social. Las sumerias producían todo tipo de cerveza; blanca, negra, roja, de trigo.

Origen de la cerveza

Dentro de la sociedad vikinga, las mujeres producían la cerveza, debido al clima de sus territorios, esta cerveza contenía ingredientes más “sofisticados”, los cuales provocaban efectos psicodélicos. La delicadeza de estas recetas les dio a las mujeres títulos especiales como; Volva, o sacerdotisas, de hecho, ellas crearon el concepto de; ver el futuro estando bajo la influencia de esta singular variante cervecera.

¿Qué mujer inventó la cerveza?

Las primeras creaciones de cervezas carecían de conservadores, ya que la producción era local. Fue hasta el siglo XI, que la monja Benedictina Hildegard von Bingen, científica y naturalista, introdujo el uso del lúpulo para preservar el líquido y darle el sabor amargo y así, transformó la elaboración de la bebida. Al día de hoy Hildegard von Bingen, es considerada santa patrona de la cerveza. 

La producción de la cerveza se extendió por toda Europa y el nuevo mundo, siempre controlada por mujeres, a las productoras de cerveza se les conocía como “alewives” o “brewsters”. El control de calidad de la cerveza era muy estricto, las mujeres acusadas de adulterar o producir mala cerveza sufrían castigos como; ser arrojadas al agua o según un grabado en piedra en Ludlow, Inglaterra, ser arrastradas al infierno por demonios.

¿Por qué se asociaba a las brujas con la cerveza?

Por allá, en el siglo XIV una mujer con sombrero era considerada elegante y con clase. Una mujer emprendedora que salía a vender su cerveza, llevaba siempre sombrero, ya que era la prenda más alta y vistosa, por lo que lograban atraer a los clientes.

Por otro lado, las mujeres que vendían cerveza desde casa o en una taberna, también necesitaban distinguirse de otros hogares. Para ello, colgaban en la entrada una escoba, símbolo de trabajo doméstico. Asimismo, la forma más fácil y cómoda de preparar cerveza era en un caldero, donde mezclaban todos los ingredientes.

La alusión judía fue el pretexto perfecto para que la Iglesia aprovechara la creciente ola de antisemitismo del siglo XV e invadiera un negocio lucrativo y de paso eliminara la influencia de las mujeres. Al mismo tiempo se crea el concepto demonizado de la bruja con su escoba y sombrero, preparando “pociones”.

Fue así como los esfuerzos para separar a las mujeres de la cerveza también tenían como intención evitar que se “distrajeran” de su “propósito principal”: la maternidad. En 1540 la ciudad de Chester, Inglaterra prohibió hacer cerveza a toda mujer entre 14 y 40 años, el margen de edad que consideraban apropiado para tener hijos.

A pesar de quitar de la historia a las mujeres dentro del mundo cervecero, hoy en día hay cada vez más maestras cerveceras. Después de haber leído la historia y conocer que el invento de la cerveza se lo debemos a esas mujeres, necesitamos destapar por completo esos estereotipos que aún existen entorno a las mujeres y la cerveza. 

Afortunadamente existen mujeres que siguen en la lucha constante por retomar una tradición milenaria como; Sara Barton y Emma Gilleland en Inglaterra, Jill Vaughn y la Hermana Doris Engelhard en la Abadía de Mallersdorf, donde lleva trabajando más de 40 años y en África, la producción de cerveza sigue estando dominada por mujeres, destaca Apiwe Nxusani-Mawela, una de sólo seis mujeres que es dueña absoluta de una cervecería comercial.

Salir de la versión móvil