La historia del hombre que dio el paso más importante de la humanidad

La historia del hombre que dio el paso más importante de la humanidad

La historia del hombre que dio el paso más importante de la humanidad

“Un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Ésta fue la frase con la que Neil Armstrong cambiaba el rumbo de la Historia mientras se convertía en el primer hombre en caminar sobre la Luna. Desde ese momento, miles de niños en cada generación dan la misma respuesta cuando se les pregunta qué quieren ser de grandes: astronauta. El impulso por ir más allá de lo que alcanzan a ver nuestros ojos parece ser innato en el ser humano, y gracias a este impulso hemos logrado romper los límites de lo conocido y explorar el universo que nos rodea.

Este 2017 se cumplen 48 años de este primer viaje a la Luna, esa increíble aventura que nos llevó a romper paradigmas, enfrentarnos al miedo y lanzarnos, literalmente, al vacío eterno de la cúpula celestial. Una travesía que se desató después de una ajetreada época de tensión tras la Guerra Fría. El miedo a un ataque nuclear repentino por las superpotencias —la URSS y Estados Unidos— era algo con lo que se lidiaba todos los días. ¿Cómo es que pasamos de una búsqueda por potencializar las bombas nucleares a pensar en cómo llevar a dos seres humanos a un lugar sin oxígeno a miles de kilómetros de distancia? Ése sería el viaje más grande en la historia humana, el más lejano y peligroso, ¿pero qué sería de nuestra especie sin la constante curiosidad de saber qué hay más allá del horizonte?

Todo comenzó con un discurso del presidente John F. Kennedy dirigido a graduados universitarios en el año de 1963. ¿Les hablaría de la guerra? ¿De la superioridad de su nación? Mejor la probaría con hechos. Se propuso entonces ser los primeros en llevar a una persona de su país a la luna, y traerla de regreso de manera sana y salva.

Años después, con el Apollo I, la vida de tres astronautas llegaría a su fin atrapados en una cápsula del tamaño de un vehículo pequeño envueltos en llamas. Se sabía que habría riesgos, pero nunca se imaginaron que los riesgos estaban aquí mismo, sin siquiera haber salido al espacio exterior. Muchas medidas de seguridad y más de 32000 millones de dólares rindieron frutos, se produjo la máquina más potente jamás creada: el cohete Saturno V. Así, en el mes de julio del año 1969, se dio luz verde para intentar el primer alunizaje. El evento tuvo una cobertura sin precedentes, las cadenas transmitían el evento en todo lugar donde hubieran aparatos de radio y televisión.

El viaje de tres días llevaría a Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin “Buzz” Aldrin a recorrer 384,000 kilómetros a una velocidad de 144,000 kilómetros por hora. Para tener un referente de la magnitud de este último dato, pensemos en que el automóvil más potente que se produce actualmente alcanza sólamente 406 kilómetros por hora. Separados de la negrura del vacío infinito únicamente por una hoja de aluminio de 3 milímetros de grosor, estos hombres realizaron las fotos más asombrosas que se habían tomado hasta ese momento.

Prepararse para este viaje requirió de un esfuerzo gigantesco por parte de miles de personas. Los astronautas practicaron en desiertos con condiciones extremas y sumergidos en aguas profundas para saber qué hacer en todo momento; sin embargo, todos estos escenarios se construían de manera especulativa, pues el ser humano jamás había conocido la atmósfera lunar. Los trajes espaciales, hechos a medida, fueron elaborados por mujeres que se encargaban de unir las 14 capas de materiales que los protegían de la muerte; mujeres cuyos nombres fueron olvidados en la Historia, junto con un grupo de miles de personas que colaboraron en diseños, cálculos, recopilación de información y un sinfín de detalles vitales para la misión.

Las misiones Apollo finalizaron en el año 1972. Después de 6 misiones exitosas, el Apollo 17 llevó a Eugene Cernan a ser el último hombre en pisar la luna. Aunque siempre recordaremos al primero, el regreso de Cernan a la Tierra representó no sólo la conclusión de su viaje, sino la conclusión de un sueño que marcaría la pauta para emprender muchos otros viajes que, como la curiosidad humana, no tendrán final.

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Existen muchas historias alrededor de la llamada “carrera espacial” entre la URSS y Estados Unidos en la época de la posguerra. Si quieres saber cómo es que la CIA robó una navel espacial, te recomendamos leer este artículo.

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