La lista interminable de pendientes de Leonardo Da Vinci

La lista interminable de pendientes de Leonardo Da Vinci

La lista interminable de pendientes de Leonardo Da Vinci

Las listas siempre son útiles. Llevar consigo una libreta puede ser la diferencia entre estar al tanto de todos los pendientes u olvidarlos y complicarse la vida. En la actualidad, cada vez es menos común el uso de cuadernos y agendas físicas para llevar los pormenores del día a día. Hoy las apps y listas virtuales resuelven ese problema, vinculando en cada uno de los dispositivos los pendientes para poder tacharlos una vez cumplidos.

Muchas de las más grandes mentes de la historia solían salir a caminar, tomar un paseo por horas para meditar introspectivamente sobre aquellos problemas filosóficos o científicos que les aquejaban. Es bien sabido que pensadores de la talla de Einstein, Nietzsche y Marx recorrían los alrededores de su entorno en busca de respuestas, siempre con un cuadernillo en la mano donde quedaran plasmados los hilos conductores de las mejores ideas para desarrollarlas en casa.

En la actualidad, concebimos a las notas como un recordatorio mental para cada uno de los deberes y obligaciones. Sin embargo, para Leonardo da Vinci, escribir en su cuadernillo significó mucho más que eso. El polímata florentino demostró un talento incontestable en cada una de las artes y ciencias que cultivó, lo mismo para dibujar la anatomía humana a partir de disecciones, que para idear una máquina capaz de hacer volar a los humanos, pero ¿qué acostumbraba escribir dentro de sus actividades pendientes? Ésta es una lista corta que se encontró en un cuaderno del pintor y matemático escrito cerca de 1490, cuando tenía 38 años y se encontraba en plenitud de madurez y trabajo creativo:

1. Descubrir las medidas del Castello.

2. Traer al maestro de aritmética para que me enseñe cómo cuadrar un triángulo.

3. Traer a Messer Fazio (profesor de Medicina y Derecho en Pavía) para que me enseñe sobre proporción.

4. Traer al fraile Brera (del monasterio benedictino de Milán) para que me muestre De ponderibus (un texto medieval de mecánica).

4. Buscar a Giannino, el artillero, sobre por qué la torre de Ferrara está amurallada y sin foso.

5. Preguntar a Benedetto Potinari (un mercader florentino) cómo patinan en Flandes.

6. Dibujar Milán.

7. Preguntar al maestro Antonio cómo se colocan los morteros en los bastiones de día o de noche.

8. Examinar con cuidado la ballesta del maestro Giannetto.

9. Encontrar un maestro de hidráulica y conseguir que me explique cómo reparan las cerraduras, los canales y el molino a la manera lombarda.

10. Preguntar sobre la medida del Sol que me prometió el maestro Giovanni Francese.

11. Intentar conseguir el Vitolone (autor medieval de un texto sobre óptica), que está en la biblioteca de Pavía y tiene relación con la matemática.

El secreto de da Vinci está en la fascinación y humildad con que encaraba la vida. Obviando las tareas enlistadas por el florentino que escapan a la realidad contemporánea, se trata de mirar al mundo bajo otra óptica. da Vinci se sabía un genio del Renacimiento y aún así, mantuvo una inquietud y curiosidad genuinas tratando de resolver los demás misterios que se cruzaban por su cabeza. No sólo eso, la humildad del pintor de “La última cena” (1495) es sobresaliente. Dentro de la esfera social que conocía, estaba consciente de que había especialistas en un tema que podían ayudarle a aumentar sus conocimientos sobre el mismo, de ahí que buscara la asesoría de astrónomos, matemáticos y dibujantes expertos.

“Es muy útil, para observar y anotar constantemente”, afirmó el maestro sobre las ventajas de llevar consigo un cuaderno a todas partes. Los cuadernos, con un sinfín de anotaciones de todo tipo, desde listas de alimentos, las virtudes que debía tener un médico, dibujos preparatorios de caballos o empresas del tamaño de tomar la medida de una ciudad, son reflejo innegable de un hombre prodigioso que comprendió que tras una curiosidad e imaginación insaciable, se encuentran las más grandes virtudes de cualquier mente.

Si quieres conocer más sobre la mentalidad del polímata de Florencia y cómo organizaba sus ideas en torno a cada disciplina, no dejes de leer el pensamiento complejo de Leonardo da Vinci.
Conoce el legado artístico de da Vinci a fondo más allá de “La Monalisa” y toma nota de los museos que debes visitar para convertirte en un experto del arte italiano.

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