La República de Petén fue un país que existió en un muy breve periodo; tan sólo entre los años 1965-1967. Esta etapa correspondió a la transición entre su independencia de las colonias británicas y su reincorporación a Guatemala. Sin embargo, muchos años antes de que esto sucediera, El Petén buscó la incorporación a otro territorio, al mexicano.
Esto sucedió en 1823, cuando el distrito de El Petén, que se encontraba gobernado por Guatemala, intentó anexarse a la provincia de Yucatán, México. Para entender esta decisión es necesario recordar ese periodo en la historia de América. En 1821, México anunció con orgullo la victoria ante España, después de 10 años de guerra, eran una nación independiente, por lo tanto se estableció un reacomodo y delimitación de su geografía, de la cual surgieron tres nuevas naciones; México, Guatemala y Belice.
Por un tiempo Chiapas, entidad al sur de México, colindante con Guatemala, fue considerada parte de ese mismo país, sin embargo, se le otorgó la libertad para decidir a qué patria deseaba pertenecer, de acuerdo a su afinidad comercial, cultural y política. Esta libertad, más que un aliciente, resultó un gran problema entre las naciones.
El Petén no gozaba de una buena reputación, ya que desde la colonia este territorio era conocido por ser un refugio de los mayas rebeldes y fugitivos, una región fuera del control y explotación colonial. Oficialmente era gobernada por la Audiencia de Guatemala y el Obispado de Yucatán. Esta doble administración creó una serie de problemas políticos, administrativos y judiciales. Durante mucho tiempo se intentó resolver la situación de El Petén tratando de unificar ambas administraciones, pero jamás se logró llegar a un acuerdo.
La única oportunidad que El Petén tenía era si Yucatán apoyaba su anexión, sin embargo, contrario a todos los ánimos, Yucatán, apoyada por el gobierno imperial en crisis, rechazó esta propuesta. Según el artículo de Laura Caso Barrera, tras el inicio de la llamada Guerra de Castas en 1847, finalmente se resolvió la postura de la élite petenera de no unirse a Yucatán; El Petén hizo lo necesario para romper los vínculos que los relacionaban con dicha provincia. A partir de 1863 se empezaron a establecer los límites entre Yucatán y El Petén, dando así por terminada cualquier pretensión de unión a dicha provincia y a México. Con esto empezó la demarcación de la frontera con Guatemala, misma que se concretó con el establecimiento del Tratado de Límites entre México y Guatemala firmado en 1882.