De Anayansi se sabe relativamente poco, de hecho se desconoce sobre su vida antes de contraer nupcias con Vasco Núñez de Balboa, la relación de esta pareja ha pasado a la historia como un épico cuento de amor y lealtad.
El verdadero nombre de Anayansi era Luaía, ella era hija del cacique Careta, de la etnia Cueva, en una región al oriente de Panamá en la cual estaba interesado el conquistador español Vasco Núñez de Balboa, así que, al enfrentarlos y derrotarlos, el español negoció una alianza entre el pueblo y los conquistadores, la cual garantiza la vida y protección íntegra de los pobladores a cambio del suministro de agua, alimentos e información por parte de los nativos con los españoles. Careta acepto y selló este pacto con entregándole a su joven hija, Anayansi para que fuese su esposa.
Anayansi, significa «llave de la felicidad», se estima que al momento de contraer nupcias con Vasco Núñez de Balboa contaba con 13 años, era muy hermosa y dotada con mucho carisma e inteligencia. En ese momento este tipo de uniones, entre indígenas y españoles, aún no eran legales, por lo tanto la unión entre Núñez y Anayansi se dio a través de un ritual indígena, a la par de que el mandatario Careta y su familia recibieran el bautismo cristiano y adoptaran el nombre de don Fernando, en honor al regente de Castilla, el rey Fernando II de Aragón.
Núñez estaba realmente encantado con la joven y quienes les veían juntos notaban y envidiaban esta relación que había comenzado como una imposición y ahora la llevaban con naturalidad y gusto, incluso los jóvenes se habían interesado tanto en el otro que se propusieron aprender la lengua y costumbres del otro. Gracias a la inteligencia e ingenio de la joven, Anayansi no solo adoptó pronto los modos y estilo de vida de conquistadores, adoptó su estética y vestimenta, incluso fungió como intérprete y traductora entre indígenas y españoles, desempeñando un papel fundamental en las conquistas de los españoles en tierras americanas.
Sin embargo, tras exitosos años de relación, la provincia de Castilla de Oro en España, desconoció la unión entre Anayansi y el español y ordenó, cegado por la envidia, a Núñez de Balboa contraer nupcias con Maria Peñaloza, hija del gobernador de Castilla de Oro. La boda se realizó, pese a la negativa de Núñez de Balboa el cual no se separó de su primera esposa Anayansi, el gobernador de Castilla guardo más resentimiento ante esta osadía, así que le mando un juicio por decapitación, Anayansi intentó salvarlo en pleno juicio, pero no lo logró.
Después de la ejecución de Balboa no se supo mucho más de Anayansi, su recuerdo es casi una leyenda en Panamá. La figura que le rinde honor a su memoria, ubicada en la avenida Balboa, frente al mar del sur y cobijada por un frondoso árbol, ha albergado a varias parejas de enamorados que quizás desconocen la historia de amor prohibido profesado entres la princesa Anayansi y Núñez de Balboa.
En portada: Blas Morán
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