Una mirada hacia la inclusión del ejército en las ciudades

Una mirada hacia la inclusión del ejército en las ciudades

Una mirada hacia la inclusión del ejército en las ciudades

Últimamente, sin importar la red social a la que te muevas, de alguna manera surge un debate sobre la presencia de elementos militares en las calles. Todos parecen tener una opinión al respecto y no parece que vayan a ponerse de acuerdo pronto.

 

Por más que parezca que esto es una característica particular de los mexicanos, personas de todas partes del mundo también han debatido acaloradamente sobre el tema cuando el poder ejecutivo, por alguna u otra razón, ha desplegado al ejército en sus propias ciudades.

 

Little Rock

 

Tal vez una de las instancias más conocidas ocurrió en Estados Unidos, más precisamente en Little Rock Arkansas. Aunque los eventos sucedieron en 1957, todo empezó el 17 de mayo de 1954 cuando la Suprema Corte dio un paso histórico al declarar como anti-constitucional la segregación en las escuelas.

 

En Little Rock, el cambio llegó hasta septiembre de 1957, cuando nueve niños negros fueron inscritos a una escuela que había sido exclusivamente para blancos hasta ese momento. Cuando los niños intentaron entrar a sus salones, fueron atacados por estudiantes y habitantes del pueblo que los agredieron física y verbalmente por semanas hasta que el presidente Dwight Eisenhower se vio obligado a enviar a la Guardia Nacional el 24 de septiembre de 1957.

 

Desde entonces los niños fueron acompañados por una escolta militar a sus salones, esto duró hasta que las protestas se calmaron y los estudiantes dejaron de ser agredidos físicamente. Aunque todavía parecemos estar muy lejos de ver el fin de las agresiones verbales.

 

Eisenhower, un republicano que envió las tropas a regañadientes, fue fuertemente criticado por haber utilizado la fuerza militar para intervenir en asuntos de los estados a pesar de que era su derecho por estar defendiendo la constitución. Otros aplaudieron su decisión de darle todo el apoyo del ejecutivo a la inclusión.

 

La ruta postal

 

Aunque Little Rock es de las ocasiones más famosas, no fue la primera vez. Más de treinta años antes, cuando las transferencias de dinero todavía se hacían por correo postal y éste viajaba en carretas, los asaltos a los mensajeros eran comunes. Sucedía tanto que en 1921, el Administrador de Correos le pidió al presidente que enviara soldados a proteger las rutas de correo.

 

En los cuatro meses que estuvieron trabajando en la protección del correo, hasta marzo de 1922 no hubo siquiera un intento de robo. Pero en abril de 1923 empezó de nuevo y llegaron a un punto de crisis en 1926 cuando de nuevo del Administrador de Correos pidió ayuda del poder ejecutivo.

 

Esta vez, el Administrador, además de pedir que de nuevo se desplegaran soldados, solicitó fondos para entrenar una guardia particular para el correo. De nuevo se detuvieron los asaltos, los soldados se retiraron al año siguiente y, la guardia postal siguió haciéndose cargo con resultados mezclados de la seguridad del correo.

 

La eficacia de la medida y la brevedad de los periodos de intervención permitió que la aprobación por la medida fuera casi total. Eventualmente la guardia postal se incorporó a lo que actualmente es el Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos.

 

Italia

 

En 2008, Silvio Berlusconi llegó a la presidencia de Italia por tercera vez. Su campaña, tan conservadora como él, se había centrado en solucionar los problemas de inseguridad causados, en su opinión, por los inmigrantes.

Se desplegaron fuerzas militares en las principales ciudades del país para proteger centros turísticos como la Catedral de Milán, aunque en Roma tuvieron que limitarse a estaciones de metro y tren y embajadas por quejas de las autoridades locales que pensaban que la presencia militar ahuyentaría a los turistas. Los elementos se dedicaban a revisar mochilas, maletas y bolsas de quienes parecieran sospechosos y a rondar áreas donde usualmente se encontraban inmigrantes ilegales.

Eventualmente, debido a la violación y asesinato a golpes de una mujer de 47 años, los soldados empezaron a cubrir más áreas, introduciéndose incluso en residenciales con campamentos de gitanos e inmigrantes provenientes de Europa central, entre quienes se había encontrado al culpable del asesinato. 

La respuesta de la gente fue positiva, aplaudiendo la llegada de los elementos por que desaparecieran los campamentos de gitanos y los riesgos de ser asaltado durante la noche. La inseguridad se redujo considerablemente, lo que generó una actitud positiva. Pero también habían comentarios de la prensa e intelectuales, que consideraban la medida como autoritaria, mientras que otros argumentaban que las fuerzas armadas no estaban entrenadas para la protección de ciudades, a diferencia de la policía.

Ésta era la primera vez que se veía al ejército en las calles italianas desde los noventa, cuando concluyó la segunda guerra contra la Mafia que representa casi veinte años de violencia constante para erradicar a las organizaciones delictivas.

Pero no sería la última vez. Cuando terminó el gobierno conservador de Berlusconi, otros gobiernos prefirieron evitar la controversial medida hasta el 2016 cuando los índices criminales volvieron a hacerlo necesario por un periodo que se prolongó más de lo esperado por los ataques terroristas de 2017 en Europa.

 

Tailandia

 

En otro lado del mundo, y unos años antes del terrorismo en Europa, en mayo de 2014, el ejército Tailandés tomó las calles para apaciguar las revueltas que surgieron después de la deposición de la Primer Ministro, Yingluck Shinawatra.

Las revueltas definitivamente cesaron, pero el ejército además entró a las estaciones de televisión, radio y periódicos argumentando que debían asegurarse que la información sobre lo que estaba pasando se distribuyera con honestidad. Por lo mismo, es difícil conocer la opinión de la gente en ese momento.

Actualmente el país es estable. El ejército está completamente involucrado en el gobierno y tiene mayoría en el senado. Han pasado leyes que se consideran militares que antes no existían en el país, por ejemplo, hacer obligatorio el uso del cinturón de seguridad, que los padres se hagan responsables por sus hijos si se ven involucrados en algún altercado. Acabaron con las mafias de taxistas en los aeropuertos y siguen trabajando en limpiar los puestos callejeros con comida antihigiénica.

Pero también hay acciones negativas, lidian arbitrariamente con monjes budistas que en su opinión se estén portando mal, e introducen a borrachos a programas de “ajustes de actitud” cuyas tácticas son dudosas. Siguen teniendo mucha injerencia sobre los medios de comunicación, pero observadores externos han criticado el progreso a cambio de la represión a las libertades básicas como la de expresión.

París

De vuelta a Europa, exactamente a París, después de los ataques terroristas en noviembre de 2015, en abril de 2016, 10 mil activos militares fueron desplegados por las calles de la ciudad de las luces.

Su misión oficialmente era “Proteger, disuadir y reconfortar”. En el ambiente de pánico posterior al terror, fueron recibidos con entusiasmo. Había gente pidiéndoles tomarse selfies y se esforzaban por ayudar a turistas perdidos a encontrar su destino, haciendo operaciones frecuentes de reconocimiento para garantizar la seguridad.

Pero no todo era miel sobre hojuelas, aunque el 79 % aprobaba la operación llamada Sentinelle y aumentó la cantidad de jóvenes que se enlistaban al ejército, políticos de derecha como de izquierda empezaron a cuestionar el derecho del ejecutivo de usar al ejército de esta manera.

El senado se quejaba de que los batallones estaban albergados en pésimas condiciones, así que los soldados empezaron a mejorar gradualmente. En la prensa se preguntaban si esto no era un placebo, útil para calmar los nervios, pero no para evitar un nuevo ataque. Equiparaban al despliegue con la Línea Maginot, una línea supuestamente inquebrantable que erigieron los franceses después de la Primera Guerra Mundial para garantizar la seguridad y ver cómo los alemanes simplemente la rodeaban para conquistarlos en tiempo récord durante la Segunda Guerra Mundial.

Reino Unido

Otro de los aliados también pasó por una situación similar en 2017 después de ataques terroristas. En Reino Unido, el despliegue fue general, en todas las ciudades principales del país después de que Theresa May, la Primer Ministro, elevara el nivel de riesgo de un ataque terrorista. Elementos militares revisaban maletas y mochilas en los aeropuertos y estaciones de tren y metro y vigilaban lugares concurridos.

Aquí la recepción no fue tan positiva para la Operación Temperer. Theresa May, con su popularidad por los suelos, fue acusada de elevar el nivel de amenaza solamente para verse segura y confiable. El debate sobre el derecho del gobierno de hacer un despliegue generalizado surgió mientras que muchos se preguntaban si no sería mejor aumentar los recursos de la policía para que fueran capaces de lidiar con la amenaza.

Un argumento muy fuerte en contra era que Reino Unido siempre se ha enorgullecido de que su fuerza de policía no va armada con más de bates y ahora tenían que enfrentarse a la presencia de armas por todos lados a donde voltearan.

Así se desactivó la operación después de poco tiempo, pero tuvo que reactivarse el 15 de septiembre después de la bomba que explotó en Parsons Green cerca del aeropuerto de Londres.

Otros casos de Europa

En Bélgica también se colocaron operativos de la OTAN. Aquí, los argumentos en contra fueron que los soldados estaban perdiendo tiempo de entrenamiento patrullando calles, quitándoles su preparación para una guerra de verdad. Por otro lado, consideran que este despliegue le quita fuerza necesaria en otros lugares al ejército y muchos cuestionan hasta cuándo seguirá esta medida anunciada como temporal.

Mientras tanto, en Alemania, que también fue víctima de ataques terroristas, se consideró el uso del ejército para garantizar la seguridad. Pero los recuerdos de los eventos que desencadenaron en la Segunda Guerra Mundial, con una sociedad completamente militarizada, acabaron con esta propuesta rápidamente.

Cataluña

También en Europa, pero por razones completamente distintas, está Cataluña. El ejército español envió a su ejército a detener el referendo y las manifestaciones a favor de la independencia de esta región argumentando que era una acción anticonstitucional. Actualmente, aunque el referendo fue anulado y la independencia no se llevó a cabo, elementos de la Guardia Nacional siguen irrumpiendo en instalaciones gubernamentales de Cataluña buscando información sobre los organizadores y ejecutores del referendo. Estas acciones fueron catalogadas como represoras por prácticamente todos los estados que forman parte de la Unión Europea.

 

Pakistán

 

La instancia tal vez más reciente de despliegue al interior de una nación es Pakistán. El 26 de noviembre de 2017, el gobierno de la ciudad de Islamabad pidió ayuda al gobierno federal de Pakistán para controlar la violencia surgida por protestas demandando la renuncia del Ministro de Derecho del país. A 20 días de iniciadas las protestas, habían 2 muertos y 250 heridos. El ejército logró acabar con los destrozos, pero también ocasionó preocupaciones sobre la falta de capacidad de la policía local.

 

Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que los beneficios de tener al ejército en las calles superan los aspectos negativos?

 

 

 

Salir de la versión móvil