Todo lo que tienes que saber de los ciclistas desaparecidos en Chiapas

Todo lo que tienes que saber de los ciclistas desaparecidos en Chiapas

Todo lo que tienes que saber de los ciclistas desaparecidos en Chiapas

*Todas las fotos fueron tomadas de Facebook.

Durante cuatro años, Holger Franz Hagenbush, ciudadano alemán de 44 años, se dedicó a recorrer pueblos, ciudades, países y continentes a bordo de su bicicleta. Pasó por Europa, recorrió Norteamérica, llegó hasta India y salió ileso de la cruenta Siria. Y a pesar de todos los caminos, veredas, carreteras y cañaverales recorridos, para Holger el factor sorpresa nunca se vio minimizado.

Recorrer México le emocionaba, porque el país en sí mismo parecía «una gran aventura». Holger cruzó primero la península de Baja California, pasó por Jalisco, por el Bajío, por la Ciudad de México, por el Estado de México (uno de los más violentos y peligrosos del país) hasta llegar a Chiapas, el final de la curva que le da la forma al cuerno de la abundancia con el que se describe la forma, más no en contexto ni contenido, del país.

Desde ahí, planeaba cruzar Palenque para llegar hasta Ciudad del Carmen, Campeche. Pero Chiapas fue su última parada, específicamente, el kilómetro 158 de la carretera que conecta a Ocosingo con San Cristóbal de las Casas.

Holger, por lo que se puede leer en su blog «Holgers Blog Kosmopolit ein Mann und sein Rad» («Hombre cosmopolita y su bicicleta») admiraba la cultura mexicana:

Todo era animado y la música no cesaba. La música aquí estalla. La tuba zumbando en el fondo me recuerda a un pariente. Es emocionante escuchar eso.

Hoy, en esa zona de barrancos conocida como “La Ventana”, se erige una bicicleta blanca con flores de colores y una cartulina con dos nombres y cuatro fechas: Holger Franz Hagenbush, 1974-2018 y Crzysztof Chmielewski, 1980-2008. Ambos, originarios de Alemania y Polonia, recorrían México juntos a bordo de sus bicicletas hasta que se toparon, según la versión “oficial” de la Fiscalía General del Estado de Chiapas, con un tráiler descuidado que los arrojó al vacío, de más de 50 metros de profundidad.

Pero los testigos y las versiones extraoficiales que circulan en redes sociales apuntan a que, en realidad, se cruzaron con las armas de asaltantes dedicados a abordar a sus presas en carreteras poco transitadas. La primera evidencia que apunta a esa versión (o a otras en las que la violencia es el factor detonante) es que no hallaron por ningún lado sus identificaciones (visa y pasaporte), además de que no llevaban consigo las cámaras GoPro que los acompañaron durante su travesía.

Además, el cuerpo de Franz no tenía un pie y sus órganos internos estaban completos, sin señales de haber explotado, algo que forzosamente debió suceder si de verdad hubieran caído desde esas alturas a causa del choque con otro vehículo. Porque, según las autoridades chiapanecas, ellos murieron por el impacto de la caída, esto de acuerdo con una publicación de la página de Facebook CoyatocNews y firmada por el abogado Juanjo Gutiérrez, quien acompañó al reportero local Guillermo alias “El Pollo” a identificar el cuerpo de Chmielewsk, a quien había conocido semanas antes en las playas de Huatulco, Oaxaca.

El polaco había dejado de comunicarse desde el 17 de abril, y el 29 de abril se dio a conocer en medios locales que habían localizado el cuerpo de un ciclista el 26 de abril. El mismo 29 de abril, se reportó la desaparición de Holger Franz Hagenbush, cuyo cuerpo fue localizado el pasado viernes 4 de mayo a unos metros de distancia del de su amigo polaco, ambos en la misma barranca de la carretera San Cristóbal de las Casas-Ocosingo.

De acuerdo con la publicación de CoyatocNews, cuando vieron las fotografías del primer cuerpo hallado, que presuntamente era el de Chmielewsk, algunas cosas le llamaron la atención tanto a Juanjo como a El Pollo:

  • El cuerpo encontrado NO tenía cabeza, solamente se podían apreciar algunos pequeños trozos de huesos pertenecientes a la nuca. Dice la autoridad que el cráneo se despedazó durante la caída, a pesar de que el resto del cuerpo estaba sin lesiones.
  • Al cadáver mencionado le faltaba un pie, mismo que parecía haber sido cercenado de tajo. Dice el fiscal que tal vez se lo comió algún puma, con todo y huesos.
  • La piel de la espalda presentaba huellas de haber sido quemada, posiblemente por los rayos del sol durante el tiempo que el cuerpo estuvo a la intemperie. Dice la Fiscalía que es algo totalmente normal a pesar de la ropa y que se descartan quemaduras intencionales con fuego o brasas.
  • A pesar de que el barranco tiene una profundidad de cincuenta metros, el cadáver no presentaba ninguna fractura del cuello hacia abajo. No se apreciaba ningún hueso quebrado, a pesar de que lo más lógico en una caída de esa altura es quebrarse una o más extremidades.
  • Aunque el cuerpo (de acuerdo con la versión de la Fiscalía) cayó libremente a ese barranco, no tuvo estallamiento de vísceras. Sus órganos internos estaban en perfecto estado de conservación. Dice la autoridad que así pasa cuando sucede, pues los designios del Señor son misteriosos e inexplicables.
  • A pesar de que el fiscal asegura que fue algún animal carroñero el que se comió el pie faltante del cadáver, dicho animal rechazó comer los intestinos y el hígado del difunto. Dice la Fiscalía que los depredadores son muy selectivos con su alimentación: si ellos prefieren comer un pie huesudo en lugar masticar órganos fácilmente digeribles, no tengo derecho a cuestionar sus elecciones gastronómicas, por absurdas que parezcan.
  • De manera extraña e incomprensible, los documentos personales del difunto “desaparecieron”. No encontraron su pasaporte, ni su visa, ni alguna credencial que lo identificara, mucho menos su billetera o algún rastro de dinero. Dice el fiscal que no estaban y punto.
  • Las botas que portaba el polaco nunca fueron encontradas. Señala la Fiscalía que tal vez las regaló en San Cristóbal, a pesar de que estaban casi nuevas.
  • Y fueron ellos dos, precisamente, los que se dieron cuenta de que una bota gris que estaba al lado del cuerpo del polaco en realidad correspondía a Franz, tal como se puede ver en las fotografías que circularon de él en redes sociales cuando se reportó su desaparición. Ese fue un hallazgo significativo, pues sugirió que, entonces, el cuerpo del alemán, que hasta ese momento no habían localizado, estaba más abajo.

    A lo largo de este domingo y lunes, se organizaron una serie de manifestaciones y recorridos pacíficos en Chiapas para exigir justicia por los ciclistas y mostrar solidaridad con sus familias.

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