Pues que hasta el Papa Francisco cambia de opinión, porque ahora modificó el catecismo de la Iglesia católica y dijo que la pena de muerte es “inadmisible”, hasta incluyó un compromiso para luchar contra ella en todo el mundo.
Y no es que sea la opinión del Papa, sino que tuvo que modificar el artículo 2.267 del catecismo, el libro que contiene la explicación de la doctrina de la iglesia católica, por lo que esto representa un cambio histórico que cimbra a toda la institución.
En una audiencia que dispuso el Papa para la Congregación para la Doctrina de la Fe, el máximo representante declaró:
La Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo.
Una modificación histórica
No se trata de que un hombre haya cambiado de parecer, sino que una institución con millones de seguidores alrededor del mundo cambia su dirección, situación que modifica, por supuesto, variables sociales y hasta políticas.
Es importante resaltar que hasta 1992 el catecismo no excluía la pena capital en casos extremos, pues el nuevo texto dice que “durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común”.
La pena de muerte sigue siendo común en varios países sobre todo de Asia. (Foto: Muro Político)
Sin embargo, según el escrito modificado “hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves y se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado”.
Pena de muerte en el mundo
Según un informe de 2017 de Amnistía Internacional, la pena de muerte en el mundo al término del año 2016 se había abolido en 106 países para todos los delitos y 142 habían acabado con ella en sus legislaciones o en la práctica.
Por otro lado se constataba que las ejecuciones habían disminuido hasta las 993 en un total de 23 países: un 4 % menos respecto a 2016 y una reducción del 39 % en comparación con 2015, un año que con sus mil 634 ejecuciones registró la cifra más cuantiosa desde 1989.
(Video: Amnistía Internacional vía YouTube)
La mayoría de las ejecuciones tuvieron lugar, por este orden, en China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Pakistán, y los métodos más frecuentes fueron la decapitación, el ahorcamiento, la inyección letal o la muerte por arma de fuego.
En el mundo se utilizaron durante 2017 los siguientes métodos de ejecución: decapitación, ahorcamiento, inyección letal y muerte por arma de fuego, y en Irán se llevaron a cabo ejecuciones públicas.
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