Mitos que debemos dejar de creer sobre cómo será el fin del mundo

Mitos que debemos dejar de creer sobre cómo será el fin del mundo

Mitos que debemos dejar de creer sobre cómo será el fin del mundo

La extinción de los humanos tal y como los conocemos hoy es inevitable. Gracias a la evolución y el sinfín de factores externos que intervienen en ella como las condiciones climatológicas, nuestra especie habrá de sufrir cambios inevitables en los próximos miles de años. Tal vez entonces la Tierra sea habitada por una nueva especie, más desarrollada y muy diferente que la actual.

Al mismo tiempo, es una certeza que nuestro Sol se extinguirá, no sin antes crecer en volumen y luminosidad. En dos billones de años, el calor que emitirá provocará cambios esenciales en la Tierra, como que el agua de los océanos hierva. Poco tiempo después, en unos 5 billones de años, el hidrógeno del Sol se acabará, por lo que liberará más energía, así que la superficie de la Tierra arderá y todo lo que existe en el planeta se convertirá en cenizas, algo similar a lo que le sucede en Mercurio.

Lo anterior es el escenario esperado por la ciencia para la hora final de la Tierra: entonces las condiciones del Sistema Solar cambiarán, por lo que la vida ya no podrá sostenerse en nuestro planeta, sin dramas hollywoodenses o tramas propias de la ciencia ficción, como las siguientes que alguna vez creímos reales:

Un súper terremoto que sacude toda la Tierra

Si bien por años los científicos se han preocupado por los movimientos telúricos del Cinturón de Fuego, eso no quiere decir que de pronto todo el planeta pueda sacudirse y un megaterremoto sea capaz de provocar enormes tsunamis como los vistos en películas de ciencia ficción. Un sismo global es imposible, porque estos se producen por los movimientos de la tectónica de placas. La única certeza que tenemos de este mito es que simplemente los temblores no pueden predecirse.

Congelamiento de la Tierra de la noche a la mañana

Esto lo viste en El día después de mañana, en el que una sola noche bastó para que se desataran distintos fenómenos naturales que dejaron ciudades enteras cubiertas sobre la nieve y totalmente congeladas. Si bien el cambio climático es una amenaza real y cada vez son más notorias las señales de climas más extremos —temporadas de sequías cada vez más largas y oleadas de calor mortales—, no podría ocurrir un cambio radical de un día para otro.

Crearemos un hoyo negro en la Tierra

Las pruebas del Gran Colisionador de Hadrones han sido motivo de preocupación de muchos, dado que al colisionar las partículas de hidrógeno podrían provocar la creación de un hoyo negro que absorba toda la materia a su alrededor. Para desmentir tales aseveraciones y miedos, los investigadores crearon un reporte de seguridad para asegurar que un hoyo negro creado en esas condiciones sería tan breve que no absorbería la materia de la Tierra. Hasta ahora la mejor prueba contra este mito es que han logrado colisionar las partículas y hacer grandes avances sin que nuestro planeta desaparezca.

[Interestellar.]

Un asteroide impactará la Tierra

Si bien ya sucedió anteriormente y tenemos evidencia científica de ello –lo cual posiciona este escenario como un miedo un tanto más racional–, la realidad es que la probabilidad de que un asteroide impacte en nuestro planeta es ínfima. Organismos como la NASA han desarrollado observatorios especializados en seguir las órbitas de este tipo de objetos, así que si fuera a suceder, sin duda no sería con pocos días de antelación como ocurre en la clásica Armageddon. Ni hablar del impacto de un planeta entero como ocurre en Melancholia de Lars von Trier.

Invasión alienígena

Probablemente aún estemos a años luz de encontrar vida extraterrestre avanzada, así que de momento estos seres con afanes violentos que acabarían con nuestra vida como la conocemos permanecen al terreno del cine y el entretenimiento, no de la realidad.

[Día de la Independencia.]

Invasión zombie

Este género se ha popularizado y con buena razón. Una enfermedad indescifrable que hace que los muertos vuelvan en vida y busquen alimentarse de otros humanos es una premisa que puede seducir a cualquiera que tenga gusto por el terror y un mundo post-apocalíptico. Aunque no existe una enfermedad que provoque tal contrasentido científico, diversos gobiernos como el de Estados Unidos ya tienen planes de contingencia en caso de que eso sucediera.

[Resident Evil.]

Lo único cierto es que la probabilidad de que el ser humano provoque su extinción antes de que el Sol se consuma es alta: en diversas ocasiones hemos estado al margen de una guerra nuclear, actualmente vivimos una crisis por el calentamiento global, estamos agotando nuestros recursos naturales. Sin duda, se trata de una probabilidad mucho más tangible y menos espectacular que las anteriores.

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