El ambicioso plan de Elon Musk para computarizar nuestros cerebros

El ambicioso plan de Elon Musk para computarizar nuestros cerebros

El ambicioso plan de Elon Musk para computarizar nuestros cerebros

 

 

¿Qué pasaría si un sólo chip nos permitiera ser “superhumanos”? Usar la mente para controlar todos los dispositivos que nos rodean y convertir el cerebro en una herramienta superior que pueda mejorar por medio de impulsos y cambios neurológicos. Subir recuerdos a la nube, tomar fotografías y recordar tareas de manera más óptima que la naturaleza nos permite. Que ese mismo elemento pueda al mismo tiempo mejorar capacidades mentales y evitar trastornos y enfermedades. Sería fantástico, una invención propia de la ciencia ficción.

Es posible imaginarlo si no se cuenta con el conocimiento suficiente sobre el cerebro, sus procesos y el peligro que tiene implantar elementos ajenos y tecnológicos. Así lo hizo el empresario Elon Musk. Hace poco tiempo lanzó una nueva empresa cuyo propósito es el mismo: encontrar la forma de unificar la mente humana con la tecnología y llevarlos un paso más adelante en su evolución. El nombre de la compañía es “Neuralink” (en honor al enlace neuronal que quiere hacer) y aunque suene al siguiente paso de la humanidad, su plan parece no ser tan concreto como el mundo piensa.

Enlace neuronal

“Subir y descargar pensamientos” es la descripción breve de lo que busca hacer Elon Musk mediante la implantación de electrodos en el cerebro. Musk teme que el avance de la inteligencia artificial convierta a los humanos en simples seres dependientes de las máquinas que los rodean. Su miedo es que la IA “colonice” a la humanidad y la reemplace. La solución que propone es crear una herramienta que pueda estar a cargo de dichas creaciones mientras optimiza los procesos mentales. Mejorar la memoria, influir en el traslado de información neuronal y cambiar la estructura mediante impulsos los convertiría en individuos más inteligentes y aptos para sobrevivir a la era de las computadoras.

Este pensamiento está aunado a su ideología de evitar la extinción humana (que se materializa actualmente en su plan de llegar a Marte), pero de acuerdo con un reporte de The Economist, Musk ignora que aunque el campo científico ya ha hecho avances, aún falta un largo camino por recorrer. Su inversión millonaria podría tener resultados más rápidos, sin embargo, aún no se tiene un amplio conocimiento de la complejidad del cerebro y cómo funcionan sus células. Además, sus intereses parecen no estar tan enfocados hacia el avance próspero de la humanidad, sino a crear una herramienta que genere ganancias.

El plan

El proyecto de Musk no se asemeja al que está desarrollando Mark Zuckerberg en su división clasificada. El creador de Facebook busca crear una interfaz no-invasiva que permita comunicarse directamente con otros dispositivos. Tampoco es similar al que está desarrollando Bryan Johnson, quien fundó al compañía Kernel enfocada a crear herramientas no-invasivas que disminuyan los daños o que curen enfermedades cuya raíz está en el cerebro, como la epilepsia, el Parkinson y el Alzheimer, tomando el ejemplo de los investigadores de IBM con un proyecto similar.

Musk no desea crear la interfaz de golpe sino integrar los nanochips directamente y recopilar la mayor cantidad de información posible. Saber cómo funciona precisamente cada uno de los elementos del cerebro y superar o igualar a la inteligencia artificial. Sin embargo, el sitio Wired citó a David Eagleman, neurocientífico de la Universidad de Stanford y colaborador de Kernel e indicó que los procedimientos que buscan integrar cualquier tipo de tecnología dentro del cerebro pueden ser altamente peligrosos, en especial por el poco conocimiento que se tiene. Pero eso no será un impedimento para el fundador de SpaceX y Tesla.

Aunque el empresario afirma que su tecnología no tomará tintes comerciales cuando finalmente sea perfeccionado, el reporte de The Economist sugiere que debe haber otro motivo bajo todos los avances en los que está involucrado.

Musk aún no ha establecido fecha de lanzamiento para esta tecnología pero se ha convertido en una de sus prioridades. Conectar el cerebro de forma tecnológica podría convertirnos en superhumanos, pero también podría tener otro tipo de usos que conviertan nuestra mente en un constante centro comercial. Es otro de los elementos en los que el multimillonario es poco claro. Sus ideas parecen ver a la humanidad un paso adelante, pero a la vez tienen un lado oscuro que sólo unos cuantos pueden ver.

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Referencias

BusinessInsider
KurzWeilai
The Economist
Wired

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