Alfredo Adame ganó ‘La Granja VIP’ después de semanas en el reality, y aunque todo pareció que fue decisión del público, la verdad es que hay algo que no muchos tienen en cuenta. No es el primer reality show en el que se ve este patrón y necesitamos hablar de ello.
La final de La Granja VIP se llevó a cabo el 21 de diciembre, luego de 71 días de competencia. Esa noche, Alfredo Adame se quedó con el primer lugar y un premio de 2 millones de pesos, tras una gala que rompió récords de participación con más de 189 millones de votos digitales. Hasta ahí, todo bien, pero cuando revisas cómo se fue dando la final, empiezan a saltar cosas interesantes.
Por qué Alfredo Adame ganó ‘La Granja VIP’
Primero salió La Bea, luego Kim Shantal. Después fue eliminado César Doroteo y, al final, quedaron Eleazar Gómez y Adame. Y aunque cada salida tuvo su contexto, el orden no deja de llamar la atención.
Porque La Bea, una mujer morena y fuera de los estándares hegemónicos, fue una de las primeras en irse. Kim también recibió muchas críticas. César, fue constantemente confrontado dentro de la casa. Mientras tanto, conforme avanzaban las semanas, tanto Adame como Eleazar empezaron a generar cada vez más empatía entre el público… incluso cuando mostraron actitudes claramente conflictivas y violentas.
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Y es que durante el programa vimos a Alfredo Adame gritarle a La Bea y también vimos cómo Eleazar tuvo varios episodios de violencia verbal contra César. Aun así, lejos de que eso se volviera un factor decisivo en contra, muchas personas optaron por justificarlo, minimizarlo o verlo como “parte del juego” y seguir apoyándolo.
Esto no es nuevo. En muchos realities pasa lo mismo, a las mujeres se les exige paciencia, control y mesura; si reaccionan, se les señala. A los hombres, en cambio, se les tiene más tolerancia. Se les entiende, se les disculpa y, a veces, como ahora, hasta se les premia.

No es que los realities sean el problema en sí. Al final, funcionan como un espejo. Lo que vemos ahí no aparece de la nada, el hecho de que Alfredo Adame ganara solo refleja dinámicas que ya existen fuera de la pantalla. Por eso el resultado de La Granja VIP se siente tan familiar.
No porque Adame haya jugado mejor o peor, sino porque como sociedad seguimos respondiendo de la misma manera ante ciertos comportamientos. Y tal vez vale la pena empezar a cuestionarlo.
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