15 prácticas para ser más feliz cada día

15 prácticas para ser más feliz cada día

15 prácticas para ser más feliz cada día

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama…madurez. Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, cualquier cosa que me empujara hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama… amor hacia uno mismo.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad. Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud. Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir. No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin. Fragmento “As I Began to Love Myself”, 1959.

Es cuando logramos cierta madurez emocional que somos capaces de ser felices sin importar qué tanto tenemos, importando sólo con quién estamos y cómo disfrutamos el tiempo con ellos. Tal y como relató el icono inglés Charles Chaplin en su cumpleaños número 70, cuando amamos de verdad dejamos los aspectos negativos de nuestra vida, entendemos que no somos merecedores de un mal momento. Dejamos de lado las dudas del futuro y los tormentos del pasado, los “qué habría pasado” y nos enfocamos al presente, a lo que haremos día a día y expresar lo que realmente sentimos sin necesidad de guardar apariencias; no hay tiempo para eso.

A continuación en Cultura Colectiva te presentamos 15 prácticas con las que podrás vivir de una mejor forma cada día, ya sea contigo mismo o con quienes te rodean.

1) Abandona la crítica destructiva y la envidia

Es tan fácil hablar sin conocer más detalles a fondo, tan fácil hablar y destruir. Evitemos la crítica destructiva, aquella que no alienta ni aporta y que usualmente viene acompañada de la envidia. Si alguna persona en tu campo, trabajo, escuela o club no logra un objetivo; en lugar de desalentarlo con una superioridad inexistente, acompáñalo a llegar a la cima.

2) Reconoce cuándo es necesario pedir ayuda

El ego es una de las principales razones por las que nos da pena pedir ayuda pues creemos que quizás exista una burla de por medio. Es un planteamiento sin sentido, de quien vale la pena aprender es de las personas que están dispuestas a compartir lo que conocen, aquellos que buscan una mejora social más allá de lo personal. Muchas veces necesitamos de alguien que nos guíe en el camino y hay que saber identificarlo.

3) Acepta el cambio

Así como el viento, el agua y la naturaleza, nada es constante en la vida, nada es estático. Las personas como las especies que sobreviven, son las que están dispuestas y abiertas al cambio. Adáptate y continúa.

4) Aprende a perdonarte

Muchas veces cargamos con cosas que hoy ya no tienen sentido, experiencias que sólo quedan en eso: experiencias. Aprende a dejar las cosas que ya no sirven. Para poder incluir nuevas cosas en una maleta primero debes vaciarla; lo mismo con la vida, hay que sacar lo que ya no tiene utilidad alguna.

5) Plantea retos para ti mismo

Dejar la zona de confort es crucial para lograr mejoras, ya seas un músico y necesites practicar durante horas para sacar ese riff que tanto deseas o seas un artista que cada día intenta rebasar su técnica, es necesario ir más allá de lo que alguna vez te creíste capaz de lograr. Un barco en puerto se ve bien, pero ese no es el propósito para el cual fue construido.

6) Sé constante con tus retos

Por más complicado que parezca, debemos ser persistentes con lo que queremos, las cosas no se dan de la noche a la mañana; al menos no las que valen la pena. Aun sean los propósitos de Año Nuevo, no te engañes, un propósito sin un plan realmente es sólo un deseo.

7) Aprecia tu tiempo

El tiempo, al ser limitado, es valioso, decide bien con quien vale la pena pasarlo, con quien vale la pena compartir momentos y quién te hará realmente crecer.

8) Aprende lo que más puedas

Hasta de lo que parece que no tiene sentido, de esa clase que te aborrece o aquella situación incómoda. En los tiempos antiguos se hablaba de la infancia prolongada, es decir, no ser capaz de cuestionarse y tener flojera de aprender porque “es lo más cómodo”. “¿Por qué he de aprender si así ya estoy bien?”. Demos un paso adelante.

9) Cuestiona

Chaplin lo decía, aun sea complicado, cuestionarse está bien y no hay que tener miedo de hacerlo. Hay que atreverse a dudar incluso de la situación más “estable”, no por afán de paranoia, sino para comprender todo lo que la compone. Es tan cómodo aceptar las cosas como son que muchas veces dejamos que se prolonguen, pero tenemos que ser valientes y cambiarlas.

10) No dependas de alguien más

En uno de los conceptos más interesantes, el apego es uno de los tormentos más importantes de las relaciones. No estés con alguien porque lo necesitas, cada quien debe tener su propia identidad e independencia.


11) Deja de quejarte

Quejarte no será una solución a tus problemas, es más, resulta en una carga emocional aún más pesada e innecesaria. Si no te gusta, cámbialo, que las palabras no lo harán por ti.

12) No pierdas energía en lo que no puedas cambiar

Algunos sucesos en nuestra vida ocurren sólo porque sí, aceptemos que no hay una explicación y si la hay, no es la que estabas esperando. Acepta lo que no puedas cambiar, pero cambia lo que sí esté en tus manos.

13) No esperes nada a cambio

Cuando des algo, hazlo porque te nació, porque quieres y no para buscar algo a cambio. Sé sincero y auténtico con tus acciones.

14) Cuida de tu mente

Así como buscamos cuidar de nuestro cuerpo haciendo ejercicio, también debemos cuidar de nuestra mente y cultivarla cuando sea necesario. Las personas más fuertes en la historia no lo han sido en la mayoría de las veces por la fuerza de sus músculos, sino por la de su mente.

15) Expresa

En algo que podría ser uno de los malentendidos más grandes, buscamos impresionar más que expresar. Sientes algo, dilo. No tengas miedo a expresar lo que realmente sientes, no reprimas quien eres, decirlo es para mí una de las muestras más grandes de autenticidad.

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