El acetaminofén cumplió, mi corazón dejó de sentir que algo lo taladraba y mis aspiraciones cada vez eran más livianas. Las dosis de paracetamol fueron menos necesarias y al mismo tiempo tenía menos deseos de gritarle a su ausencia. Lo último que dejó de doler fue la piel, sobre todo la de las manos; en mis palmas aún sentía sus huellas y después de una o dos pastillas, sentía una especie de electricidad recorriendo desde mis muñecas hasta mis dedos.
El médico dijo que era normal, que el C8H9NO2 no podía llegar a todos los rincones de mi cuerpo y que aún después de años de tratamiento en mis poros quedarían restos de aflicción. Por fortuna, sólo se trataba de algo superficial, mi corazón estaba tranquilo, mis huesos se sentían más fuertes, mis pulmones contenían más aire que antes y en el estómago ya no me revolvía las entrañas. Los dolores de cabeza eran causados por sus recuerdos, sobre todo los últimos que tuve de él. Lo que me provocaba una presión en la sien eran las memorias de su voz diciendo “ya no te amo”; esas cuatro palabras se paseaban dentro de mi cerebro y rebotaban de un lado a otro. Pero lo que originaba las migrañas era su espalda borrosa alejándose frente a mí.
Ahora que ya no recuerdo casi nada y con ayuda del paracetamol dejó de dolerme tanto el alma. La soledad ya no me pica, la costumbre no me pesa y la incertidumbre no me agota. El médico dice que estoy bien y que pronto estaré mucho mejor.
Los corazones rotos que se curan con paracetamol fue una hermosa metáfora que en algunas líneas habla del efecto utópico que esta solución tiene para curar los corazones heridos por el desamor y la decepción. Aunque todos sabemos que esta sustancia no fue hecha para tratar ese tipo de dolores, sería fascinante que así como el paracetamol ayuda a aliviar tantos síntomas, también pudiera remediar un mal de amores.
Aún no descubren la medicina que corta las lágrimas por alguien y sana las jaquecas de la desilusión, pero afortunadamente existe algo infalible para controlar el dolor de cabeza leve o moderado causado por afecciones articulares, otalgias, cefaleas, dolor odontogénico, neuralgias o procedimientos quirúrgicos menores: el paracetamol.
Esta solución oral, en gotas o tabletas, también es eficaz para el tratamiento de la fiebre. El acetaminofén, nombre de la sustancia activa de esta medicina, no cierra las heridas del corazón pero sí alivia la fiebre de una mala noche que puede ser provocada por cualquier infección viral.
C8H9NO2 es la fórmula de esta solución, misma que no controla el odio o la tristeza dentro de un alma abandonada. Sin embargo, puede ayudar a aliviar de manera importante el dolor en la espalda causado por pasar horas recostado pensando en la persona que se fue.
El paracetamol no se prescribe cuando alguien descubre que ha sido engañado por el amor de su vida, pero sí se utiliza para aliviar las molestias del dolor de huesos por padecimientos como la osteoartrítis. Este analgésico es un medicamento que provee muchos beneficios en pacientes con dolor en rodillas y cadera. Tal vez al aún día alivie el dolor en el pecho por una ruptura amorosa.
Además de reducir la fiebre durante alguna infección, este antipirético es eficaz en eliminar los síntomas del resfriado como escurrimiento nasal, tos, estornudo, dolor de garganta, cuerpo cortado y somnolencia durante un resfriado.
Aunque nadie ha confirmado que el Paracetamol cure un corazón roto, algunos estudios científicos han demostrado que este medicamento podría influir en la forma en que alguien percibe y sufre ese padecimiento. Un estudio publicado en el “Daily Mail” confirmó que esta sustancia, por lo menos cerebralmente, nos hace más resistentes al rechazo social. El paracetamol disminuye el dolor físico de las áreas del cerebro que se afectan cuando alguien nos demuestra una reacción inconveniente; por ejemplo, cuando alguien a quien queremos se rehusa a estar con nosotros.
Este estudio cuestiona si el Paracetamol es sólo un antipirético y analgésico o también una solución para aliviar un corazón roto. Sin embargo, hasta que ese dato no sea oficial, el paracetamol sólo se receta para algunos de los síntomas anteriores.
Referencia:
The Guardian
Cultura Colectiva