Nuestras viejas prácticas de seducción: complicadas, ancestrales, conservadoras, llenas de dobles sentidos y mensajes subliminales, son un arte. Aunque últimamente se ha convertido más sencillo debido a la transformación de nuestra sociedad y las nuevas generaciones, antes era un verdadero martirio.
Paralelamente, en estos tiempos atraer a un cliente se ha convertido en una especie de ritual complejo. La tan odiada venta es sorprendentemente similar a la seducción, la siguiente lista comparativa te mostrará las similitudes que existen entre ambas cosas:
Como premisa, las mujeres son seres extraordinarios, inteligentes y bellos, pero impredecibles, y al igual que con los clientes, más allá de la complejidad, es la delicadeza y la finura en el trato lo que puede hacer la diferencia entre una segunda cita o un rotundo fracaso. Comenzaremos con un cuento:
Corría el 2003, Erik era un chico bien parecido (dentro de lo que la pubertad le permitía), sus hormonas lo obligaban a olvidar un poco la patineta y su banda de rock, mientras que su cerebro comenzó a poner toda su atención en la que fuera su primer enamorada, Andrea.
Erik no hacía más que observar cómo caminaba por los pasillos en la hora del receso; sin embargo, él seguía sin hacer absolutamente nada. Un buen día se dijo a sí mismo ” debo hacer algo”. Le mandó rosas, le escribió poemas, la agregó valientemente al -ahora extinto- msn messenger, eventualmente logró conversar con ella; su mensaje no podía ser más claro. Pero todo parecía ser un esfuerzo inútil, Andrea no cedería ante el cortejo de Erik.
Su hermano, siete años mayor que él, tras observar su fracaso le dijo:
-Hermanito, para conquistar a una mujer no hay mejor cosa que la indiferencia.
En ese momento su panorama mejoró y comenzó a actuar de manera distinta. Al final, para el bien de su frágil autoestima, funcionó y Andrea comenzó a mirarlo con más intriga. Eventualmente Erik y Andrea fueron novios.
Ahora Erik es Director Comercial en una gran empresa de comunicaciones y su estrategia sigue basada en el cortejo que aprendió en la secundaria.
A las mujeres no les gusta tener a un seguidor inseguro e intenso que las persiga cotidianamente. Requieren de cierto sentido de reto para preguntarse: “En caso de rechazarlo, ¿me estaré perdiendo de una gran oportunidad? ¿Estaré perdiendo más yo que él?
Es cierto que la seducción es un juego psicológico en el que ambos involucrados tienen que sentirse ganadores al concretar el acuerdo, de no ser así, no tendrá frutos duraderos.
Comencemos con la seducción:
Stalkear
Lo primero que tiene que hacer un hombre al acercarse a una chica cuando busca una relación a largo plazo, es investigar un poco: debes conocer lo más posible a tu prospecto, te enteras de sus ex y generas deducciones de sus gustos, su personalidad, la stalkeas en Facebook, la conoces (o por lo menos intentas).
En términos para vendedores esto se llama investigación de mercado, o conocer a tu “buyer persona”. Consiste en tratar de definir si tu prospecto es el tipo de cliente que se vería atraído o beneficiado por tus servicios. La investigación o prospección tiene lugar en Internet, en expos (antros), en conferencias (fiestas), en eventos empresariales (eventos sociales). ¿Comienzas a ver la similitud?
Ir o no ir
Ahora es momento de decidir si vale la pena acercarte, tienes que tomar en cuenta que antes del esperado “sí” tendrás que invertir tiempo y dinero. Tal vez tu investigación previa te dio suficientes motivos para deducir que no es la chica que estás buscando. De ser así no te acercas, pues tal vez no valga la pena.
Lo mismo en los negocios. Nos atrabancamos a formalizar la relación con un cliente por entusiasmo o por el seductor signo de pesos.
¿Has tenido una relación destructiva, desgastante, que parece ser un peso en tu espalda?
¿Has tenido a un cliente totalmente insoportable? “¿En qué momento me comprometí con él?”, te cuestionas con frecuencia.
Ten cuidado, hay clientes rentables y clientes que simplemente terminarán desgastándote y dándote noches de insomnio.
Elige a tu cliente, tú decides. No te conviertas en el tonto que le vende a todo aquel que le abre la puerta.
Acercamiento discreto
Llegó el momento de demostrar tu interés, recuerda que no quieres ser romántico y mostrar todas tus virtudes, queremos generar intriga. Un hombre inteligente abre su corazón tres segundos para generar esa curiosidad e indiferencia de la que hemos platicado.
No vendas demasiado, demuestra los potenciales pero con tranquilidad y jamás con desesperación. Asegúrate de que recuerden que tienen tu tarjeta de presentación y salúdalos cordialmente por correo electrónico, como un recordatorio cordial, no persuasivo. No te asustes con la comparativa, recuerda que el matrimonio es un contrato.
Paciencia, confianza y buen humor
Las mujeres son más precavidas que los hombres. Ellas nunca demuestran su amor ante la primera muestra de cariño: aunque por dentro se mueran por ti, rara vez mostrarán un gesto que te de ilusiones. En caso de que lo veas, debes mantener el control y no flaquear.
Las mujeres exigen de ti paciencia y buen humor; ellas buscan compromiso y diversión.
Así, los vendedores ofrecen productos que la gente no está 100 % segura de querer. Ten en cuenta que si el cliente quisiera ese en particular, ya lo hubiera comprado, ¿no? Ser atentos, pacientes y carismáticos transmite confianza.
No digas “te amo” en la primera cita
Que una dama responda inicialmente a tus gestos de caballerosidad no debe ilusionarte; ellas no ven el mundo como los hombres, lo ven más empáticamente, más amigablemente y cuando les dices que estás enamorado de ella, sin antes asegurarte de que ven la misma realidad que tú, te pueden salir con el game over más cruel de la historia (Si has visto How I Met Your Mother, recuerda a Ted Mosby y su apresurada confesión con Robin en el capítulo #1).
Al igual que las mujeres, nuestros prospectos deberán evaluarnos cautelosamente, pero hay algo positivo, ya estamos en ese punto en el que nos conocen lo suficiente para tomar una decisión. Has llegado lo suficientemente lejos como para que puedan elegirte entre otros. Esto ya es un gran logro.
Prepárate para mantener la frente en alto
Incluso los hombres con mayor taza de conquistas han sido rechazados varias veces; sin embargo, eso no debe herir tu determinación. Déjala ir, si es para ti regresará. Asegúrate de dejar la imagen de un caballero en caso de que ella decida regresar.
Si un prospecto decide que no quiere adquirir tu producto, no lo tomes personal. Acostúmbrate al fracaso porque incluso los mejores vendedores están acostumbrados a ser rechazados constantemente. Si persistes con tu imagen y tu prospecto lo reconsidera, te llamará. Sí, exactamente igual.
El beso
Si te dan el “sí”, deja a un lado la cautela y ve por el beso, cierra el trato con caballerosidad y gentileza. Una dama aprecia la diplomacia cuando te ha dado su confianza.
En cuanto a los negocios, no tengamos miedo a solicitar la firma de un contrato. Si ya generaste confianza suficiente para que te paguen por un servicio, saca el contrato firmemente y, repito, con diplomacia.
Si un cliente se rehusa a firmar un contrato, ten mucho cuidado, está siendo injusto contigo, te está demostrando falta de compromiso y es muy posible que después de un tiempo te deje en la “friendzone”.
Disfruta la complejidad
Puedes tener el mejor producto o servicio, puedes demostrarle, con números, las grandes ventajas de contratarte, sin embargo, puedes fracasar. La venta es un juego en constante evolución, aunque nadie ha logrado encontrar una fórmula exacta; existen cientos de libros que te ayudarán a perfeccionar tu proceso de ventas, pero todo se resume en un ritual extraordinariamente similar a la seducción. No te mortifiques, disfrútalo.
En las ventas, como en el amor, observar y ser cauteloso es primordial, pero también tener la seguridad de que eres el mejor para llevar a cabo tan osada tarea -enamorarse u ofrecer un producto- te dará el éxito.
Para seguir hacia el camino que te lleve al triunfo, te recomendamos leer algunos Consejos para robar y ser una persona exitosa.