Cuando lo reconozcas y, sobre todo, identifiques que tienes algunas de las señales que vienen a continuación, debes buscar, al menos intentar, encontrar una solución. Empieza por hacer cosas que te hagan feliz, dedícate tiempo, ama lo que ves en el espejo todos los días y motívate para cumplir con cada uno de tus objetivos. La inseguridad sólo logrará estancarte y que no logres ver a la persona asombrosa que eres. No es fácil, es cierto, pero recuerda que sólo te tienes a ti mismo como para no confiar en ti y en quien eres.
CORPORALES
1. No te gusta hacer contacto visual y tus cejas están abajo
El contacto visual es un acto íntimo y cuando te encuentras nervioso o inseguro lo que menos quieres es tener intimidad de cualquier tipo pues es una reacción natural del cuerpo. Mantener tus cejas bajas, significa una lucha interna de debilidad, lo mismo que reflejas a través de tu rostro.
Cómo solucionarlo: intenta mantener contacto visual, por lo menos, unos segundos. No se trata de que transmitas agresividad, solamente se trata de confianza. Para corregir tus cejas sólo necesitas sonreír a la hora en la que hablas y abrir completamente tus ojos, esto por consecuente hará que tus cejas se levanten naturalmente.
2. Te lames los labios
Los nervios e inseguridad pueden provocar sequedad en tu boca, lo que hace que, de manera inconsciente, te lamas tus labios incluso que te los muerdas.
Cómo solucionarlo: intenta beber agua constantemente.
3. Proteges tu torso
El torso es la parte más grande y vulnerable de tu cuerpo. Cuando eres inseguro tiendes a protegerlo alejándolo de cualquier cosa que te haga sentir mal o incómodo.
Cómo solucionarlo: toma una postura que te haga sentir cómodo sin descartar que lo mejor sería que mantuvieras tu cara levantada.
4. Tus hombros están encorvados
Cuando encorvas tus hombros sólo logras que tu cuerpo se vuelva pequeño, una de las señales más destacadas de que eres una persona sumamente insegura.
Cómo solucionarlo: lo mejor es que respires lentamente y profundo. Mientras más profunda sea tu respiración, lograrás que tu torso y tus hombros se abran más.
5. Cruzas tus brazos
Normalmente cruzar los brazos ocurre cuando no sabes qué hacer con ellos, aunque también es una señal de incomodad.
Cómo solucionarlo: intenta controlar la ansiedad que recorre tus brazos. Puedes mantener algo en las manos o simplemente colocarlos en tus piernas.
6. Guardas tus manos entre tus piernas o en tus bolsos
Esta señal es muy parecida a la anterior. Escondes tus manos porque no sabes qué hacer con ellas y prefieres ocultarlas.
Cómo solucionarlo: puedes empezar por adoptar movimientos con tus manos mientras conversas, esto te ayudará a mostrar confianza, si te sientes raro, también puedes sólo colocarlas en tu cadera o en tu cintura pero sin apretar.
7. Te muerdes las uñas
Es un hábito provocado por los nervios y el estrés, pero tu inseguridad está tan elevada que ya lo haces enfrente de otros.
Cómo solucionarlo: es verdad que solucionar este hábito es más complicado. Acá debes trabajar más con tu estrés, es decir, encuentra una actividad que te relaje y te ayude a controlar esta sensación, de este modo, poco a poco irás alejando tus manos de la boca.
8. Tus manos sudan o incluso tiemblan
Cuando estás nervioso es normal que tus manos suden porque buscan enfriar tu cuerpo.
Cómo solucionarlo: cuando sientas esto, lo mejor es que tengas ejercicios de respiración para que puedas controlar tu estrés y el miedo que te está invadiendo.
EMOCIONALES
9. Disminuyes los cumplidos que te hacen
Cuando alguien te halaga o te hace algún cumplido, tú inmediatamente lo minimizas o lo ignoras totalmente. Una gran señal de que no te valoras y eso debe cambiar ahora mismo.
Cómo solucionarlo: no te presiones, basta con que digas gracias, no está mal que de vez en cuando alguien te diga la maravillosa persona que eres.
10. Te disculpas cuando no es necesario
Te disculpas por algo que, en realidad, ni siquiera lo requería. Puede ser cualquier cosa: algún movimiento, una palabra mal pronunciada, o lo que sea, tú te sientes culpable y con la necesidad de pedir perdón.
Cómo solucionarlo: antes de que sientas la necesidad de disculparte, pregúntate si lo que hiciste fue realmente malo u ofensivo. Los ejercicios mentales son efectivos cuando quieres corregir una conducta o un mal hábito.
11. Tienes un humor autocrítico
Si eres un experto en el humor, pero éste lo ocupas de forma autocrítica puedes transmitir que no te valoras, lo que demuestra que eres una persona con muchas inseguridades.
Cómo solucionarlo: lo mejor es que simplemente evites este humor aunque sólo intentes ser gracioso. A la hora en la que quieras hacer una broma, intenta que se rían de ella y no de ti o peor aún, que sientan hasta pena.
12. No te encuentras seguro con tus decisiones
No importa si son simples o importantes, siempre te encuentras indeciso, lo que indica que no confías en ti mismo. Incluso te da miedo molestar a alguien más con la decisión que tomas porque te importa mucho la aprobación de los demás.
Cómo solucionarlo: debes imaginar que te encuentras solo y sólo tú puedes decidir, piensa que, en la mayoría de las situaciones, no necesitas los comentarios de alguien más y que debes mostrarte firme y seguro de lo que decidas.
13. Haces “solicitudes” de aprobación o validación
Cuando de forma directa o indirecta buscas que alguien más valide lo que haces, piensas y dices, sólo es una señal de que eres una persona insegura y que te dependes de todos menos de ti.
Cómo solucionarlo: solamente intenta respaldar todo lo que digas. Recuerda que debes confiar en ti, ser fiel a tus pensamientos sin esperar que alguien lo apruebe.
14. Compensas cuando lo crees necesario
Ofreces detalles innecesarios solamente para que seas aceptado o “bien visto”, sacando a la luz la máscara con la que escondes tu inseguridad.
Cómo solucionarlo: pregúntate si realmente lo haces para que la gente te quiera, y si esto es afirmativo lo mejor es que lo guardes para ti.
15. Estás a la defensiva
Reaccionas a la defensiva ante chistes o comentarios que crees que te están atacando, señal de que te sientes incómodo contigo mismo.
Cómo corregirlo: es verdad que existen muchas personas que no miden el grado de sus palabras y a veces suelen ser muy crueles, pero lo mejor es que ignores este tipo de comentarios y los contestes con otra broma. Mientras seas seguro de ti mismo, no habrá nada que te afecte.
16. Crees que necesitas pertenecer a un grupo
Piensas que con pertenecer a un círculo social te vas a sentir seguro contigo y haces hasta lo imposible por conseguirlo.
Cómo solucionarlo: mantén la calma. Las conexiones con las personas pueden tardar y no necesitas hacer sacrificios para que éstas te acepten. Si perteneces a ese lugar, perteneces y punto.
17. Hablas en voz baja cuando estás en público
No confías en tus propias palabras y no quieres que los demás las escuchen. Debes tener presente que tus opiniones son muy valiosas y si es necesario gritarlas al mundo, sólo hazlo.
Cómo solucionarlo: habla de manera asertiva. Levanta la voz y mide el tono observando si otros se esfuerzan por escuchar lo que estás diciendo.
18. Corriges tu manera de hablar todo el tiempo
No es un delito que, de repente, uses las palabras o la gramática incorrecta cuando intentas comunicarte, el problemas es cuando te detienes constantemente para corregirte sin darte cuenta de que puedes expresarte aunque no ocupes las palabras perfectas.
Cómo solucionarlo: avanza, sigue hablando; no hagas pausas cada vez que te des cuenta de un error.
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