La clave para una relación feliz no son citas románticas ni regalar rosas o joyería (aunque eso duela). La clave es muy simple, hay que abandonar todas las ideas tradicionales que tenemos del amor y, a veces, luchar contra tus propios instintos.
“Las parejas que confían en los consejos tradicionales de matrimonio con frecuencia se exponen a la frustración y las relaciones menos que óptimas”, dice Paul Hokemeyer, un terapeuta matrimonial y familiar con licencia en la ciudad de Nueva York.
En otras palabras las relaciones amorosas deben ser fluidas, dinámicas y reflejar lo que está sucediendo en el presente. Aquí te dejamos siete maneras de romper las reglas y fortalecer su vínculo:
Olvidar la idea del amor incondicional.
El verdadero amor no conoce límites, ¿verdad? Una idea que suena romántica, pero no es realista, señala Hokemeyer. “El amor incondicional es una historia de cuento de hadas enseñada a las mujeres a una edad muy temprana. Sin embargo, esa teoría no tiene lugar en una relación adulta porque establece un estándar muy bajo para la relación”.
Las parejas no deben aprender que no importa cuán mal se comporten, siempre serán perdonados. Aunque una relación busca ser lo suficientemente fuerte y sobrevivir momentos difíciles, las parejas saludables no se dan por sentadas, se respetan mutuamente.
Olvida la idea de “tu media naranja”
Cuando los tiempos en una relación son difíciles, es común preguntarse: “¿Me casé con la persona adecuada?”, Pero Mort Fertel, dice que los matrimonios exitosos no ocurren cuando encuentras a “tu media naranja” sino cuando amas y trabajas en la relación en la que estás.
En otras palabras se trata de tener expectativas realistas y comprender los mecanismos de una relación sana.
Poner el 70 por ciento.
Siempre escuchamos que ambas personas deben dar y ceder lo mismo, pero una relación no siempre tiene que ser 50/50. “La iniciativa unilateral de una persona puede cambiar el impulso de un matrimonio”, dice Fertel. Tal vez eso signifique no hacer ningún comentario cuando tu chico mastica con la boca abierta, incluso puede significar no seguir una pelea. Sé la persona madura una o dos veces y es probable que te devuelvan el favor.
Sé egoísta en la cama.
Las parejas sexualmente satisfechas se centran en su propio placer, no en el de sus parejas, según un estudio realizado por la Universidad Politécnica Kwantlen en Columbia Británica. Así que pídele un masaje, date autoplacer cuando tengan relaciones sexuales, o deja que te dé sexo oral. No esperes a que venga el placer. Haz que ocurra por ti misma.
Evita tomarte un tiempo
Pudo haber funcionado en tu adolescencia, pero cuando los tiempos son difíciles, pasar tiempo solo puede ser una mala idea. “Muchas parejas discuten porque se sienten emocionalmente distantes y tomarse el tiempo puede revivir esos sentimientos”, dice Fertel. Aunque puede dar alivio en los días o semanas posteriores a una separación, el hecho de que las cosas se sientan mejor no significa que sean mejores. “Si tienes alguna esperanza de reconciliarte con tu pareja, tomar espacio lo hará más difícil”, dice.
Deja de repetir los viejos problemas.
Es una verdad universal en cualquier relación: hay algunos problemas, ya sea su adicción a los mensajes de texto o su incapacidad para poner un plato en el fregadero, que nunca morirán. Y señalarlos, incluso constructivamente, no los hará desaparecer. Eso no significa que tengas que permanecer con los labios cerrados si tu pareja exhibe otra conducta dudosa o irrespetuosa. Pero si después de una conversación sólida te encuentras con quejas frecuentes, puede ser hora de buscar ayuda profesional.
Jueguen juntos
Según Science-Based Life, una relación amorosa tiene tres componentes: intimidad, pasión y compromiso. La intimidad requiere el intercambio de emociones internas, diversión y miedo. Muchos confunden la intimidad con el sexo o las crisis emocionales. Aunque puede ser íntimo durante estos momentos, muchas actividades cotidianas también pueden inspirar intimidad, como jugar juegos juntos.
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