6 pasos para darte cuenta de que tienes una buena salud mental

6 pasos para darte cuenta de que tienes una buena salud mental

6 pasos para darte cuenta de que tienes una buena salud mental

Las teorías de Freud sobre la salud mental y el bienestar han sido polémicas hasta la actualidad en el ámbito del psicoanálisis y se inclinan a que, la salud mental incluyen la capacidad para amar, trabajar y de jugar. La capacidad de amar se refiere a la actividad de mantener relaciones afectivas, auténticas e íntimas con otras personas que te ofrecerán exactamente lo mismo. La capacidad de trabajar se refiere a la satisfacción de sentirte productivo y generativo, sentir que las actividades que realizas todos los días te hace tener una razón de vida y tener orgullo de las actividades que realizas. Por último, la capacidad de jugar, ésta se refiere a disfrutas las actividades simbólicas, al grado que sea y sobre todo, lograr disfrutarlas en compañía de otros seres.

La salud mental no sólo engloba un basto bienestar físico, sino que también se refiere a una mente sana y plena, y a un desarrollo social amplio. En general no se trata de evitar adquirir una enfermedad, sino de alcanzar un bienestar complejo, un bienestar psicológico.

En el transcurso de las décadas se han escrito muchas teorías sobre la salud mental indicada, pero la más influyente –tal vez– es la de Carol Ryff quien nos indica por medio de 6 puntos, las características con las que sabrás si eres psicológicamente saludable.

Desarrollas la auto-aceptación

Éste es el punto principal para saber si tienes una buena salud mental: aceptarte a ti mismo. Quererte y aceptar quien eres es un reto con el que te debes de enfrentar todos los días para estar saludable mentalmente, tampoco se trata de que te creas el humano más perfecto de la existencia, pero sí de que seas consciente de tus virtudes e imperfecciones, sobre todo que te sientas cómodo con lo que eres.

Mantener relaciones positivas

Si eres una persona saludable psicológicamente, estás rodeado de relaciones afectivas muy positivas. Logras desenvolverte tal y como eres con otras personas, no te sientes amenazado cuando estás con alguien más ni mueres de ansiedad ante los otros. Eres capaz de rodearte de gente agradable y mantener amistades.

Tienes un buen dominio del entorno

Este punto se refiere a que tienes la sensación de tener bajo control las situaciones que te rodean. Si estás en una situación grave, mantienes la calma ante el caos, buscas soluciones y tienes la confianza en que puedes solucionarlo o hacer algo para cambiar la gravedad del asunto. 

Eres autónomo

Las personas sanas, son autónomas. Esto no se refiere a que seas una persona egoísta, porque eres una persona a la que le gusta estar rodeado por otras personas, sino que no andas por la vida buscando la compañía de otros por miedo a la soledad, porque disfrutas estar contigo mismo y eres capaz de mantener tu individualidad, incluso en medio de la compañía.

Mantienes propósitos en tu vida

No eres saludable cuando vives por vivir y vas por tu camino sin razones de existencia, sino cuando construyes propósitos para ti y para tu vida. Eres saludable cuando sientes que tu vida tiene sentido, propósitos y te gusta luchar por tus proyectos en cualquier ámbito.

Estás en constante crecimiento personal

Este punto va de la mano con la auto-aceptación. Eres consciente de tus habilidades y las aprovechas para crecer personalmente, tomas en cuenta tus limitaciones y eres capaz de superarlas descubriendo y desarrollando otras potencialidades para romper con tus defectos.

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