Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.
– John Lennon
Cuenta la leyenda que hace miles años el humano estaba constituido por dos personas. Aquel ser tenía dos cabezas así como dos pares de brazos y piernas. Su sabiduría era delirante, sus razonamientos precisos y en su cuerpo palpitaban dos corazones con armonía y plenitud. La persona era feliz pues vivía enamorado de su complemento, pero un día desafió a los dioses y recibió el castigo más severo: ser separado de su otra mitad. Fue condenado a buscar a quien le fue arrebatado para volverse a sentir completo.
Con esa idea crecí y cuando pensé haber encontrado mi otra mitad, el destino me jugó sucio y perdí.
[Conoce las 5 maneras en las que te engañas a ti mismo en una relación destinada al fracaso]
Mi historia es como la de todos los enamorados incomprendidos. No me siento único ni especial por lo sucedido pero sí vencedor por superar la angustia de la soledad sin ayuda de la otra ‘mitad’. Para ser directos diré que Summer cruzó por mi vida. Yo fui el ingenuo Tom, el joven que vive en un mundo de ilusiones y expectativas, aquél que se enamora a primera vista de la mujer menos indicada.
Ella no tiene la culpa del trago amargo que pasé. Yo debí entender que ningún puente se sostiene de un sólo lado y que mi amor desbordante no iba alcanzar para los dos. Aún así (después que le declaré mi amor y ella me rechazó) yo me aferré. Lo que no entendí en ese momento –pero ahora lo hago– es que por cada lágrima que derramé estaba traicionando mi espíritu y rebajándome como mendigo ante alguien, porque como bien dijo John Lennon, nadie tiene la responsabilidad de complementar lo que nos hace falta.
En lugar de estar sufriendo por un imposible, hay que sacarle ventaja al juego aunque sea como amigos. Porque como dice Alberto Moravia: “La amistad es más fácil y más rara que el amor. Por eso hay que salvarla como sea”.
–
Alejarse de lo que hiere
Partiendo de la premisa de que una amistad sincera será mejor que un amor a medias, lo primero que debe hacer un enamorado desahuciado es alejarse de aquello que lo hiere. Antes del bienestar de otros, está el propio y la tormenta que desató Cupido con sus flechas sólo se alivia con la distancia. Siguiendo los consejos de Alejandra Pizarnik: “Necesitas no esperar nada de los demás. Necesitas no traficar con tu dolor. Necesitas orgullo y soledad”.
–
Volverse tan fuerte como el diamante en la soledad
Nietzsche pensaba que el súperhombre debía ser tan fuerte como el diamante. Más que una fortaleza física, él se refería a una espiritual. En especial a una dureza sobre las opiniones de los demás. La voluntad no debe doblegarse a pesar de que el otro diga ‘no quiero ser tu pareja’.
Cuesta tiempo ser invulnerable a estas palabras, pero tras reflexionar en soledad la entereza se sobrepondrá al dolor.
–
Elimina las expectativas
Cuando el corazón siente el calor del amor, las expectativas se elevan hasta los cielos creando panoramas utópicos. Como aparece en la película “500 Days of Summer”, la realidad nunca es tan grata cuando una persona no ama de verdad. Para no salir desahuciado como Tom, lo mejor es poner cada sentimiento en su lugar y obligarse a poner los pies en el suelo.
Este proceso es lento, pero si estás en soledad será más sencillo.
–
Regresar como un nuevo individuo
Cuenta el relato de “Así habló Zaratustra” que el personaje principal pasó diez años en la montaña, gozando de su espíritu y de su soledad. Cuando su corazón se cargó de energía volvió al mundo para predicar su sabiduría.
No somos profetas que buscan aleccionar al mundo, pero podemos seguir el ejemplo de Zaratustra y regresar con quien un día nos dañó para hacer las pases. Ahora sí puedes dar y recibir una amistad pura sin sentir algún tipo de dolor.
–
No veas así al pasado, enaltece el futuro
Como humanos imperfectos será irremediable volver a sentir por instantes la llama del amor. Si esto sucede es porque los ojos están observando al pasado. En ese momento recuerda a Gabriel García Márquez quien dijo “la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado”. Así tu percepción cambiará pues lo que viene es un grato futuro.
–
Comienza a realizar actos de verdadera amistad
Las serenatas junto con el ramo de rosas y los chocolates ya no están permitidos en la nueva etapa. Los amigos hacen cosas más impersonales cuyo principal objetivo es la diversión. Tampoco están peleados con tener citas a solas, siempre y cuando se tenga en mente que todo es parte de la convivencia entre amigos.
–
No te dejes seducir. Si el amor no se logró en el inicio, no lo hará después
La vida es tan extraña que la persona que te rechazó en algún momento te buscará para aceptar la propuesta de pareja. En ese momento tú ya estás satisfecho con la relación de amistad y ves innecesaria un vínculo diferente. Si esto sucede debes considerar que si desde el inicio no se consumó la relación, en otro momento tampoco pasará.
Baudelaire decía que hay un momento de las personas donde se vuelven seres lánguidos y vulnerables por la soledad. Es muy probable que la otra persona te buscó cuando sufrió lo que él llama spleen y quiere algo de compañía. Aquel deseo no del todo real, así que lo mejor es negarse.
–
Si todo sale bien podrás estar con aquella persona sin sentir que tu corazón se hace pedazos. Si la otra persona insiste en llevar la relación al siguiente nivel podrías aceptar y tener un nuevo amigo con derechos los cuales son mejor que un novio. Ya que estén en ese estado, aprende cómo conservarlo.