Formas de sobrevivir a la tortura piscológica Gaslight

Formas de sobrevivir a la tortura piscológica Gaslight

Formas de sobrevivir a la tortura piscológica Gaslight

Una de las prácticas más tétricas y digna de una película de terror es el Gaslighting. ¿Qué es? Imagina sentir miedo, angustia, ansiedad, insomnio y un estrés indescriptible que te aíslen del mundo, te vuelvan codependiente y te sientas sentimentalmente atado a alguien. Imagina que te estás volviendo loco, o mejor dicho, que alguien quiere hacerte caer en la locura.

Este término fue acuñado gracias al clásico del cine “Gaslight” de 1944, protagonizado por Charles Boyer, Ingrid Bergman y Joseph Cotten. En el filme una mujer comienza a escuchar ruidos extraños que la aterrorizan junto con la presión de su marido, quien poco a poco la hace creer que está enloqueciendo.

Todo avanza, cambia la época, las maneras de percibir ciertos temas, las formas de comunicarnos e incluso las relaciones; éstas últimas siempre estarán expuestas a los mismos factores, los cuales las volverán prósperas o vulnerables. Dos personas que deciden compartir una parte de su vida aprenden a convivir mediante un proceso que involucra conocimiento, crecimiento y algunos sacrificios. Estos factores que hacen de una relación algo significativo o efímero, también evolucionan. No obstante, la raíz de la que surge el amor siempre es la misma; los nombres cambian, pero no los síntomas ni el hecho en sí. Entonces, ¿qué pasa si el origen de todo es una mentira, un engaño para llevar al desquicio a la otra persona?

El gaslighting es un acto narcisista que un sujeto realiza en contra de alguien con el fin de exprimir, cansar y llevar al extremo, mentalmente, al otro. El objetivo es que en medio de esa confusa marea la víctima se sienta completamente incapaz de sobrevivir a la locura. Dudar de los sentidos, del razonamiento y, en un caso extremo, hasta de su propia existencia, es la forma más cruel de privar a alguien de su libertad, ya que no sólo es un encierro físico, sino mental que parece nunca terminar. A pesar de lo cruel y fantástico que suena esta agresión, hay maneras de sobrevivir o evitar ser víctima de esta práctica que enferma y casi mata.

Ser desafiante


No dudar de la realidad es el primer paso. Creer firmemente en lo que los sentidos dictan es confiar en la única versión que existe. Desafiar se refiere a no permitir que a base de insultos o ideas negativas alguien cambie la opinión propia. No se trata de llevar la contraria o desvalorizar los argumentos del otro, sino de aclarar que cada quien percibe la vida de manera distinta y eso no hace no diferente ni anormal a nadie.

Tener claro de quién es la responsabilidad

La persona que ejerce presión sobre el otro nunca asumirá la responsabilidad de haber causado daño y tampoco reconocerá los aciertos de la persona a la que tortura. Pero tampoco aquel que es víctima puede asumir la culpa de dejarse violentar, para ambos es complicado identificarse; por lo que para no sufrir de Gaslight se debe tener claro quién es cada quien.

Dejar de pensar que las cosas serán diferentes

Las personas no cambian solo porque alguien más se los pida, debe existir la disposición de querer erradicar ciertos errores o comportamientos nocivos. La única manera de cambiar la situación es dejando todo atrás: salir y rebelarse, no se puede esperar por algo que nunca llegará.

Saber que nadie pierde a nadie

Esto es por el simple hecho de que nadie le pertenece a nadie: esta es la ley máxima en contra de cualquier tipo de abuso emocional. Saber que un cuerpo no es propiedad del otro es lo único que se necesita para despegarse del agresor y acabar con la tortura psicológica.

Indiferencia

Ignorar los malos tratos no significa dejarlos pasar, hay que entender que no todo lo que otros dicen es verdad y los comentarios u opiniones no tienen por qué afectar la percepción propia de la vida y de los problemas. Ser indiferente es sólo el primer paso, dejar atrás y avanzar para salir del hoyo negro al que lleva el Gaslight es parte de la solución.

El miedo al abandono y a la soledad son parte de la naturaleza humana. Los depredadores que van por la vida queriendo humillar a su pareja, sometiéndolos a la miseria y llevándolos al borde de la locura saben cómo y cuándo aprovecharse de esa vulnerabilidad. No todo está perdido, basta con detectar las señales y salir adelante antes de que el daño sea irreparable. Conoce otra manera en la que una pareja puede torturar en una relación y no permitas que suceda. Evita problemas conociendo los tipos de relación según la teoría de la inteligencia y ve en qué punto se encuentra la tuya.

Salir de la versión móvil