“El 2 de octubre no se olvida”, es la frase con la que se recuerda la masacre en Tlatelolco de 1968, y que permanece en el ideario colectivo desde hace 50 años, cuando el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz reprimió el movimiento estudiantil de cara a los juegos olímpicos que se celebraron el mismo año.
El año de 1968 se caracteriza por protestas y movimientos sociales no sólo en México, también en el resto del mundo; pero fue en nuestro país donde ocurrieron arrestos arbitrarios, represión, tortura y asesinatos que demostraron la incompetencia del gobierno al resolver el conflicto estudiantil.
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¿Qué ocurrió el 2 de octubre?
Miles de estudiantes se reunieron en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, donde realizaron un mitin para analizar la actuación del gobierno frente al Movimiento y la desocupación militar de las instalaciones universitarias.
Al terminar el mitin, un helicóptero que sobrevolaba el área lanzó bengalas, que fue la señal para el Batallón Olimpia, desplegado al interior del edificio Chihuahua, para abrir fuego hacia los estudiantes y militares que se encontraban en la zona para resguardar la movilización.
Los elementos del Ejército respondieron al ataque, pero dispararon hacia los estudiantes que corrían a esconderse en las inmediaciones de la plaza, en los edificios de la unidad y otros lograron escapar; sin embargo muchos quedaron tendidos en Tlatelolco, aunque el gobierno sólo reportó la muerte de 20 personas.
Durante la persecución, elementos del Ejército irrumpieron a los departamentos para hallar a los estudiantes quienes fueron detenidos de manera ilegal, desnudados, torturados y muchos desaparecidos, puesto que no se tiene un registro de su paradero.
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¿Por qué inició el Movimiento Estudiantil?
El 22 de julio de 1968, estudiantes de la Vocacional 2 del IPN atacaron a alumnos de la Preparatoria incorporada a la UNAM, “Prof. Isaac Ochoterena”, lo que provocó la llegada de granaderos que reprimieron la gresca e hirieron a profesores y alumnos, por lo que la Universidad Nacional Autónoma de México en señal de protesta se declaró en huelga indefinida.
En solidaridad, el alumnado del IPN también inició un paro de actividades y junto con la máxima casa de estudios hicieron un pliego petitorio en el que se pidió la liberación de los estudiantes detenidos por la gresca y la indemnización a los lesionados.
Para el 29 de julio estudiantes del resto de la Ciudad de México se unieron al conflicto y durante una protesta hubieron autobuses quemados, se paralizó el transporte público, y las autoridades de seguridad reportaron artefactos explosivos y combustible en escuelas.
Un día después, miembros del Ejército volaron con una bazuca la puerta del plantel de la Preparatoria 1 que se ubicaba en el Colegio de San Ildefonso.
El 1 de agosto el entonces rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, encabezó una manifestación en protesta por la represión hacia los estudiantes y demandó la liberación de los estudiantes presos.
Pese a las protestas universitarias, el Ejército ingresó al campus central de la UNAM el 18 de septiembre y varios de los estudiantes que se encontraban en el plantel fueron remitidos ante las autoridades de seguridad.
El Ejército desocupó Ciudad Universitaria y otras escuelas un día antes del 2 de octubre.
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¿Qué pedían los estudiantes?
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