La famosa figura del “chupa sangre” ha estado presente en diversas culturas del mundo a lo largo de la historia. Lo vemos en la mitología, la cultura oral y en la literatura. Según el folclore de varios países, un vampiro es una criatura que se alimenta de la esencia vital de otros seres vivos, es decir: de sangre. En algunas culturas orientales y americanas, el vampiro es una deidad demoníaca o un dios menor que forma parte del panteón en sus mitologías. En la cultura europea y occidental, así como en la cultura global contemporánea, el vampiro más popular es de origen eslavo y se refiere a un ser humano convertido, después de morir, en un cadáver activo. Por lo menos eso era hace unos cuántos años atrás, diez para ser exactos, cuando un joven pálido conquistó los corazones de millones de estudiantes.
Como todo, los vampiros también han cambiando con el tiempo ¿Quién diría que años después esa figura mítica del siniestro y desagradable ser grotesco se convertiría en el crush bonito y fluorescente de las adolescentes?¿Drácula se estaría retorciendo en algún lugar de Transilvania o estaría agradecido por ese enorme favor? Después de todo, quién le hace feo al bisturí si terminas como modelo de revista. Sea como sea, los dos supieron usar sus fuerzas sobre naturales o sus contactos con el más allá para convertirse en los dos vampiros más populares de su época.
Aprovechando el mes de octubre y que hace poco la saga “Crepúsculo” cumplió 10 años desde que se publicó el primer tomo, aquí te presento algunas características del vampiro gótico y moderno. Veamos cuanto ha cambiado.
Drácula
– Mejor conocido bajo el nombre del Conde Drácula, es el protagonista de la novela Drácula, escrita por el irlandés Bram Stoker.
– Según Jonathan Harker, el agente inmobiliario, Drácula no era muy agraciado. “Su cara era fuerte, muy fuerte, aguileña, con un puente muy marcado sobre la fina nariz y las ventanas de ella peculiarmente arqueadas; con una frente alta y despejada y el pelo gris que le crecía escasamente alrededor de las sienes, pero profusamente en otras partes. Sus cejas eran muy espesas, casi se encontraban en el entrecejo, y con un pelo tan abundante […] La boca […] era fina y tenía una apariencia más bien cruel, con unos dientes blancos peculiarmente agudos […] Sus orejas eran pálidas y extremadamente puntiagudas en la parte superior; el mentón era amplio y fuerte y las mejillas firmes, aunque delgadas. La tez era de una palidez extraordinaria. Sus manos eran bastante toscas, anchas y con dedos rechonchos […] tenían pelos en el centro de la palma. Las uñas eran largas y finas, recortadas en aguda punta”.
– Ejerce cierta influencia sobre el clima. “Tiene el poder de mandar sobre los elementos: la tempestad, la niebla y el trueno”.
– Tiene control sobre animales. “Puede hacer que le obedezcan las criaturas más despreciables: la rata, el búho, el murciélago… la mariposa nocturna, el zorro, el lobo. Es capaz de aumentarse o hacerse pequeño, y a veces hasta de desvanecerse y no ser visto […]”
– Posee gran fuerza. “Posee el solo la fuerza de veinte hombres y es más astuto que cualquier mortal, ya que su astucia ha ido en aumento a través de los siglos”.
– “Utiliza la necromancia, que es […] la adivinación mediante la invocación a los muertos, y todos los muertos a lo que puede acercarse le obedecen”
– Van Helsing describe al vampiro como “una bestia, o peor aún: un demonio que no tiene corazón”.
– Se alimenta de la sangre humana.
– Le teme a crucifijos u objetos sagrados. Se le puede vencer clavándole una estaca en el corazón o cortándole la cabeza.
Por otro lado, tenemos al vampiro moderno o “pop”
– Es llamado Edward Cullen. Es protagonista de la saga “Crepúsculo” escrita por Stephenie Meyer.
– Para Bella Swan, es el hombre perfecto. “Era blanco como la cal […] Su nariz, al igual que el resto de sus facciones, eran rectas, perfectas, simétricas […] Era de una belleza inhumana y devastadora. Era un rostro como nunca esperas ver, excepto tal vez en las páginas retocadas de una revista de moda. O pintados por un artista antiguo, como el semblante de un ángel […] Tenía los ojos negros, negros como carbón […] Llevaba el pelo húmedo y despeinado pero, aun así, parecía que acababa de rodar un anuncio para una marca de champú. El deslumbrante rostro era amable y franco. Una leve sonrisa curvaba sus labios perfectos, pero los ojos aún mostraban recelo” De ensueño ¿no?
– Posee gran fuerza y tiene la capacidad de leer la mente de las personas.
– Es un “rostro pálido” civilizado. No caza hombres, sustituye a los animales como presas en lugar de ellos. “Nos llamamos a nosotros mismos vegetarianos, es nuestro pequeño chiste privado. No sacia el apetito por completo, bueno, más bien la sed, pero nos mantiene los bastante fuertes para resistir […]”
– El sol no lo daña, al contrario, brilla con la luz del día. “A la luz del sol, Edward resultaba chocante […] su piel centellaba literalmente como si tuviera miles de nimios diamantes incrustados en ella […] Parecía una estatua perfecta, reluciente como el cristal”.
– Es el chico rudo que por fuera es frío pero, en realidad, es un romántico empedernido. Bella es su perdición.
– Su peor enemigo es el lobo, específicamente Jacob Black.
– La única manera de que un vampiro muera es decapitarlo y quemarlo.
Diferentes ¿no crees? Una de las características que ha causado más polémica y crítica ha sido el físico. Sin embargo, esto se debe a que el canon de belleza es influenciado por la época. Durante el Romanticismo, movimiento al que pertenece Drácula, se buscó romper con la belleza estética y armónica. Lo estético puede ser todo: lo feo, lo grotesco, lo extravagante, lo horrendo. En cambio, actualmente, entre más perfecto sea se considerará más bello. Después de todo, como dicen por ahí, “en gustos se rompen géneros” ¿tú qué vampiro prefieres?
Fuentes
1. Drácula, recuperado el 11 de octubre de 2015, disponible aquí.
2. Crepúsculo, recuperado el 11 de octubre de 2015, disponible aquí.
