A veces el presente parece precipitarse sobre los hombres de la actualidad como una avalancha que se acerca a cada instante, implacable y fría sobre sobre las conciencias. El pasado, rígido e irrevocable, pesa como una loza sobre la espalda de una sociedad que al mismo tiempo que busca incesantemente libertad, requiere de la certeza de que en el devenir histórico habrá menos incertidumbre y más razones para sonreír.
Mientras lo que fue es una pesadilla y lo que es suprime toda suerte de lo que será, la humanidad naufraga en el balde del desconcierto, en una búsqueda frenética de orillas bordeadas que sólo provocan una espiral repetitiva que se prolonga hasta hacer indistinguible el futuro del presente.
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Capricornio
“No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de tu mente”.
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Acuario
“No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus”.
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Piscis
“Nos produce náusea la vista de personalidades triviales que se descomponen en la eternidad de lo impreso”.
Los horóscopos son la necesidad angustiosa del hombre de conocer más allá de lo que cualquiera puede ver. Es la representación del triunfo del racionalismo sobre la aleatoriedad, del plan establecido sobre cualquier cambio de rumbo dentro del gris mar del determinismo, que puede apaciguarse o encenderse pero siempre llegará al mismo puerto.
La predicción de la suerte de las personas a través del movimiento planetario sobre la bóveda celeste, es solamente una necesidad que confirma el vacío existencial que surge cuando el hombre obtiene consciencia de sí y aterrado, encuentra frente a él un mundo que ofrece un sinfín de posibilidades para transformar, destruir, modificar o renunciar al control sobre la vida terrenal y enfocarse en las estrellas en busca del cobijo de una fuerza superior.
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Aries
“El amor es una ilusión, una historia que una construye en su mente, consciente todo el tiempo de que no es verdad, y por eso pone cuidado en no destruir la ilusión”.
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Tauro
“Cada uno tenía su pasado encerrado dentro de sí mismo, como las hojas de un libro aprendido por ellos de memoria; y sus amigos podían sólo leer el título”.
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Géminis
“Nos produce náusea la vista de personalidades triviales que se descomponen en la eternidad de lo impreso”.
¿Por qué la obsesión humana con el futuro, cuando se presenta como algo inescrutable? ¿Acaso el horror de tomar el control del presente y transformarlo a voluntad invade la mente de los vivos, en espera de respuestas de los que ya no están, de quienes no ofrecieron respuesta alguna, o peor aún, de los que no existen?
La libertad de comprender la vida como un presente que se construye a cada instante puede ser abrumadora. No hace falta más que el juicio y la voluntad para guiar el porvenir hacia cualquier dirección, pero ¿qué si no existe una dirección deseada? ¿Será la representación del hombre que encuentra derribadas las barreras que siempre imaginó, la que lo ata irremediablemente a la cruel tarea de significar su propia existencia?
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Cáncer
“La vida es un halo luminoso, una envoltura semitransparente que nos envuelve desde que tenemos una conciencia hasta el final”.
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Leo
“Esa especie de comunión con los sentimientos ajenos que a veces aportan ciertas emociones… Como si los tabiques de separación se hubieran adelgazado tanto que ya todo pertenecía a la misma corriente”.
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Virgo
“Nuestra vida es una incertidumbre. Un ciego que revolotea en el vacío en busca de un mundo mejor cuya existencia sólo suponemos”.
Para ejercer el arte de la adivinación no se requiere ser un gran escritor, sólo hace falta echar a volar la imaginación. En el caso de Virginia Woolf, las expectativas del astrólogo promedio están superadas sin discusión. El genio creativo, la capacidad para llevar a las letras inquietudes que ni siquiera pertenecían a su tiempo, el humor ácido y la crítica social detrás de una mujer apasionada son mucho más de lo que cualquier iniciado en la adivinación a partir de los astros puede ofrecer; sin embargo, algo tienen en común con las frases de la autora dispuestas en este artículo según cada signo zodiacal: todas las predicciones (sean de un experto en la materia, de una de las escritoras más grandes de la historia o de alguien que no entiende nada de astrología) siempre que estén escritas de forma adecuada y sin aventurarse demasiado, pueden servir a la perfección como una guía que funciona de forma inversa a la que los entusiastas de la astrología suponen.
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Libra
“La vida, quizás, no se presta a las manipulaciones a las que la sometemos cuando intentamos contarlas”.
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Escorpión
“Si se atuvieran a la propia experiencia, sentirían siempre que eso no es lo que quieren, que no hay nada más aburrido y pueril e inhumano que el amor, pero, que al mismo tiempo, es bello y necesario”.
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Sagitario
“La sorprende como la sorprendería un objeto raro y extraordinario, una obra de arte; por la sencilla razón de que sigue siendo, a través del tiempo, pura y simplemente él mismo”.
Cada horóscopo se forma de un párrafo lleno de aseveraciones que pueden encajar fácilmente en cualquier situación de la vida contemporánea. Tanto problemas comunes, relaciones sentimentales, dificultades económicas, proyectos laborales o malentendidos con amigos, hasta el lado positivo que es el que carga con mayor responsabilidad para lograr el efecto placebo. El creyente se interna en la lógica del adivino y sigue sus designios, moldeando su voluntad según lo que diga el horóscopo de su preferencia, de forma que la percepción sobre el binomio “bueno-malo”, “positivo-negativo”, se traduce en una actitud general sobre la vida. Si el horóscopo dicta tiempos difíciles con tu pareja, cualquier problema rutinario parecerá mayor y acierto de los astros. Del modo contrario, un momento agradable será potenciado por la predicción y a todas luces, parecerá un acierto formidable.
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Si quieres comprender desde un punto de vista científico por qué la astrología no es capaz de influir sobre la vida de las personas, descubre el riesgo real de creer en la astrología y otras grandes farsas. La historia de esta creencia se remonta a la antigüedad y tiene que ver con los mitos griegos y el desarrollo de la astronomía. Lee de qué se trata en el origen de los signos zodiacales, más allá de lo banal.