Ten cuidado sobre lo que dedicas a la mujer a la que quieres conquistar, reconquistar, excitar, enamorar o, de plano, llevar a la cama…
Antes de lanzarte a la aventura de dedicar un poema que creerías erótico a la musa de tu vida, deberías atender a lo que dice Mario Vargas Llosa, el gran escritor peruano: «La frontera entre erotismo y pornografía sólo se puede definir en términos estéticos. Toda literatura que se refiere al placer sexual y que alcanza un determinado coeficiente estético puede ser llamada literatura erótica.
Si se queda por debajo de ese mínimo que da categoría de obra artística a un texto, es pornografía. Si la materia importa más que la expresión, un texto podrá ser clínico o sociológico, pero no tendrá valor literario. El erotismo es un enriquecimiento del acto sexual y de todo lo que lo rodea gracias a la cultura, gracias a la forma estética».
Sabiendo de manera acertada la diferencia entre lo refinado y sensual en contraposición a lo vulgar y pornográfico, te damos ejemplos del tipo de poesía que ninguna mujer aceptará como cumplido…
“Hinchada como un pene…”
Georges Bataille
Mi lengua
En tu garganta de amor rosa.
Mi vulva es mi carnicería
La sangre roja bañada de esperma
El esperma nada en la sangre.
En mis medias malva un perfume de manzana
El panteón del pene majestuoso
Un culo de perra abierto
A la santidad de la calle.
El amor peludo de mi pierna
Un panteón de esperma.
Duermo
La boca abierta en espera
De un pene que me ahogue
De un esputo dulzón de un esputo pegajoso.
El éxtasis que me encula es el mármol
De la verga mancillada de sangre.
Para entregarme a las vergas
He puesto
Mi vestido que parte el alma.
“¿Has besado alguna vez a una pantera?”
Charles Bukowski
Esta mujer se cree una pantera
y a veces cuando hacemos el amor
ella gruñe y escupe
y su pelo cae
y ella mira a través de las mechas
y muestra sus colmillos
pero yo sin embargo la beso y continúo el amor.
¿Has besado alguna vez a una pantera?
¿Has visto a una mujer pantera gozando
el acto del amor?
No has amado, amigo.
Tú con tus pequeñas rubias teñidas
tú con tus ardillas y ardillitas
tus elefantas y ovejas
deberías dormir con una pantera
Nunca más querrías
ardillas, elefantas, ovejas, zorras,
lobas,
nada sino la mujer pantera
la pantera hembra paseándose por tu cuarto
la pantera hembra paseándose por tu alma;
todos los otros cantos de amor son mentiras
cuando esa suave piel negra se mueve contra ti
y el cielo cae sobre tu espalda,
la pantera hembra es el sueño hecho realidad
y no hay retorno
ni deseo de retornar;
la piel contra ti,
la búsqueda ha acabado
cuando tu verga se mueve contra el borde del Nirvana
y estás abrazado a los ojos de una pantera.
“Necrofilia”
Aleister Crowley
Para verter dentro de tu corazón la semilla
Mezclada con la descarga venenosa
A partir de una glándula hinchada, inflamada y grande
Con la raza deliciosa de la gonorrea;
Para profundizar en tu vientre, y beber
Los líquidos ateos, y la piscina
De fétida putrefacción de las heces
Que tu cadáver ahorcado dio, cuyo olor delicioso
Excita estas canciones sublimes. La verga
obtiene un nuevo deseo; penetra, aúlla, aprisiona, chupa,
delira, chilla, mastica, exalta la cogida,
¡Espera! ¡Me vengo! ¡Muero! ¡Dios mío!
Sin título
Ramón Paz
me zumba la poronga fluorescente
como espada de jedi con estática
me hierve la capacidá espermática
las bolas repletísimas de gente
capto ondas de radio con la punta
frecuencia enamorada estereofónica
gemidos de la multitud ciclónica
la antena se me sube se me apunta
me rotan los planetas del escroto
se me agrava el calambre desolado
y escucho con el tótem envarado
el amor atmosférico remoto
la humanidad me vibra me alborota
en la punta encendida de la chota.
“Tu boca”
Alberto Vargas Iturbe, el “Pornócrata”
Tu boca, raíz del poderoso encino,
calla mi alma
en la claridad del amanecer.
Tu boca con rastro de bilé
yace dormida.
Mi fístulo con rastro de bilé
canta las mañanitas
y se pone tieso
como el asta bandera,
sólo de tocar tu culo
que se prepara
porque el palanqueador
está listo.
La mujer se pone a cuatro patas,
mi fístulo penetra
el encanto de hoyo
que lo lleva
a mirar
a
Dios.
Sigue incendiando tu imaginación y tu cuerpo con más historias de alto erotismo. Date cuenta de cómo “Cultivas mi cuerpo y lo dejas húmedo como una lluvia a media tarde”, y si no has quedado saciado de poesía ardiente y tu deseo sigue siendo conquistar a una mujer, es hora de que conozcas los poemas para conquistar a una mujer que tiene miedo a enamorarse.
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Fuentes
El Cultural
Pijama Surf
Kaja Negra
Revista Replicante
El Manifiesto