Madonna debería ser el spirit animal de todos nosotros. Nuestro ejemplo para cumplir años. Y no por su aspecto físico del todo, debemos aclarar; aunque ella es y seguirá siendo la Reina Madre de la cultura pop, es imposible negar que sus últimas cirugías y recursos estéticos no son los mejores que se han visto en la industria –para verdaderos y efectivos casos de plástica, están Cher y Tina Turner–. Si debe ser nuestro paradigma, es por sus enseñanzas… ¿¡Qué tal sus experiencias, vivencias, impactos e influencias en todo el mundo!? ¡Su empuje para ser la máxima dueña de la ambición! ¡Su fuerza para salir a las calles y eventos y no cumplir con las torpes expectativas con respecto a cómo debería verse una mujer de su edad! Al fin y al cabo, es ella una de las mujeres más poderosas del planeta –si no es que la más– y puede hacer lo que se le pegue en gana. Y aunque no lo fuera, ha hecho demasiado todo este tiempo como para dejar en claro que cualquiera de nosotros puede alcanzar lo que desee. Que con determinación, podemos llegar a todo rincón y transformar toda realidad.
Para hacerlo aún más claro, una revisión de su carrera y relevancia en la música, las artes, el diseño y, por supuesto, la moda…
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Era 1985 y Madonna escribía ya la historia que nos atravesaría a todos.
Simplemente, ella es nuestra virgen inmaculada y eterna fashion icon con esta biker, esa pony tail de ensueño y unos labios decididos en rojo. ¿Qué tan vigente puede ser esta Madonna de 1987 en pleno 2018 con ese outfit?
¿O esta otra de high waisted jeans, crop top y cabello a la garcçon?
Una Marilyn deconstruida y reiventada fue un episodio que nadie olvidará.
Traer un lob en la cabeza fue tendencia en ella antes de que los lobs fueran, de hecho, una tendencia. En ese entonces, Madonna demostraba que estaba lista para hacer cualquier cambio de look con tal de ser la primera en portarlo; por lo menos en la cultura de masas.
Bournet y con el cabello hecho “un lío”: Madonna en pleno rezo.
Una Madonna más estilizada nacía en 1990 y ese allure oscuro y minimalista surgía entre la civilización entera.
Mención obligada: su bustier cónico de Jean Paul Gaultier. Otro genio.
El glam de los noventas y las revisitaciones del viejo Hollywood también la sostuvieron de la mano. Especialmente cuando la realeza del pop decidió asistir en conjunto a los Oscar de 1991.
Usando el Dolce & Gabbana durante el Girlie Tour.
Un Versace para consagrar su divinidad.
¿Barroco? Muchos conocieron el significado de esa palabra con ella.
Entre Brigitte Bardot, Catherine Deneuve y una película de Roman Polanski hubo tanto sexo, que nació la Madonna seventies.
El gótico de finales de siglo XX se redifinió en el pop gracias a ella. De Like a Prayer a Frozen, una Madonna más introspectiva y enigmática se dejaba ver.
Nada más hermoso que la simpleza y mortalidad de la Madonna country.
Madonna nos enseñó el valor de retomar clásicos, el significado de ABBA para la cultura general, la belleza eterna de Farrah Fawcett y la sensualidad recobrada de los bodies.
Esa sensualidad misteriosa capaz de convertir el catolicismo en algo kinky es un regalo de ella para la posteridad.
Lencería parisienne y un guardarropa lo suficientemente negro; dos must que aprendimos de la Reina.
Esa onda en el flequillo que ella puso de moda treinta años atrás, volvía a ser trendy en 2007 gracias a ella misma.
¿Inspiración? De donde tú la quieras. Picasso, Luis Miguel Dominguín, Almodóvar y demás viven en el day by day de Madonna.
¿Jugando una vez más con la androginia? Sí. Y de la mano de Dolce & Gabbana para un homenaje guiñado a Marlene Dietrich.
2018, la Met Gala y Madonna siendo esa suerte de demonio, ángel, virgen y santa a la que todos nos hemos encomendado alguna vez.
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Cualquiera de nosotros estamos retados. Envejezcamos como ella, con esa fortuna, esa vida llena de todo (TO-DO) y un cuerpo que muchos envidian a sus veintitantos; pero, en especial, con esa mente tan ágil como para experimentar este suspiro sobre la tierra bajo la sentencia: «poor is the man whose pleasures depend on the permission of another». Bastante es el legado de la Reina del Pop; la moda y sus frases son sólo algunos síntomas de ello.