Con un término que se heredó de los años 80 en Reino Unido y una proyección europea o norteamericana desde los 90, en México y en Latinoamérica siempre ha pasado un sabor amargo por la garganta cuando se habla de música indie. Siempre quedó esa insatisfacción frente al concepto de lo “independiente” y una oscuridad problemática en torno a la existencia o falacia de dicho género.
Y es que quizá ahí recaiga el primer punto de confusión, cuando el indie se hizo sonar en los países americanos que hablan español, se pensó que toda su propuesta o experimentación debía obedecer a un estilo y a una estética en específico. Compramos la idea de bandas que con un nombre iniciado por el artículo “The” o “Los”, guitarras poco producidas y una imagen ciertamente elaborada por disqueras trasnacionales, ya estábamos en completa sintonía con el underground que este epíteto originalmente cargaba. Confundimos un modo con un contenido.
Fue entonces que el indie en estas regiones adquirió un carácter de diversidad controlada en la apuesta por no seguir el rumbo marcado por renombrados productores y estar en constante contacto con su público, del cual se nutrieron (y nutren) para no caer en el terreno seguro o en la monotonía de lo escuchado. Hasta cierto nivel, esta tendencia cumplió con su cometido real.
La existencia y la permanencia del indie en español puede que permanezca como un misterio por más años; se ha creído que su posicionamiento ha sido el más desleal en la producción de la música off-mainstream dada su pronta inserción al ojo central de los medios, su fácil alianza con sellos reconocidos y cierta fascinación por cantar en inglés como si ésta fuera la lengua franca de la corriente (por eso hallarás canciones en inglés dentro de la lista siguiente), pero lo que debemos reconocer es que este tipo de música, en el ámbito del habla hispana, sólo presentó uno de los matices más arriesgados en su rubro sin haber renunciado a aquellos principios que le vieron nacer.
Especialmente en México, contando con el supuesto de que lo indie se sigue produciendo por ahí en alguna casa o festival para artistas emergentes, recordamos con un tanto de nostalgia aquellos años en los que nuestras esperanzas se depositaban en esas bandas que representaban lo demoledor, lo dispuesto al cambio.
El indie mexicano era ese grito de posibilidades que muchos necesitábamos, aquél que sólo estaba musicalmente comprometido con su arte, que no estaba dispuesto a encasillarse con un solo género, que se alejaba de promociones o propagandas falsas y que por fin generaba canciones que encajaban a la perfección con nuestra juventud. ¿Qué ha quedado de todo eso?
Mario – “Muchacho satánico”
“Un amigo decía que era satánico, testigos de Jehová fueron a su casa un domingo, él les dijo: ‘Váyanse, soy satánico’”.
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Vainilla – “Caramelo”
“Recuerdo la mañana en que te conocí, dentro de tu voz estaba mi corazón”.
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Porter – “Espiral”
“Estoy cayendo por un espiral y ahora si ya te mandé a clonar ”
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Niña “Chewbacca tiene un secreto”
“Ayer te vieron en el cine con él y si no es, tú sólo dime para no ver.. ”
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Zoé “Miel”
“Háblame de ti, no me dejes solo, quiero descubrir por qué le tengo tanto miedo al amor”.
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Titán – “Corazón”
“Yo te quiero, mi corazón”. (Que a pesar de no decir mucho, prácticamente lo dice todo).
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Los Látigos – “¿Cuál es tu rock?”
“Quiero saber cuál es tu rock, por qué te enojas cuando cantás canciones de amor”.
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Six Million Dollar Weirdo – “Horror amor”
“Otra vez miré tu rostro, otra vez oí tu voz. Sin querer apareciste en otra conversación”.
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Los Abandoned – “Van Nuys”
“En Van Nuys court celebrities can plead no contest or guilty”.
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Canseco – “Tú estás más”
“¿Y si te digo lo que pienso, que tú eres todo lo que quiero”.
Con un marcado despunte durante 2004 en México y otros puntos de Latinoamérica, se escuchó latir el corazón de bandas que incursionaban en el mundo de la música, intentando labrar un futuro y una presencia en los escenarios, así como otras que adoptaron dicha filosofía cual declaración de guerra tras malas experiencias con los sellos. Aunque muchos no tengan comentarios agradables al respecto de esta línea de producción, al día de hoy no podemos negar su aparición como un capítulo de suma relevancia que cambió los sonidos que ahora tenemos y la forma de organizar festivales.
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