En la música es fácil demostrar tu pasión, algunos coleccionan playeras con las que a diario demuestran que son fanáticos de alguna banda o cantante, otros tienen una larga colección de boletos de conciertos que los ayudan a hacer memoria acerca de todos los recuerdos que guardan de las bandas que han disfrutado en vivo; sin embargo, hay una regla no escrita que sitúa a los coleccionistas de álbumes en el máximo nivel, sobre todo si coleccionan el más glorioso artefacto con el cual escuchar música: el vinyl.
Con la más alta fidelidad, el vinyl te permite escuchar la música tal y cómo fue grabada. Durante años se apeló a la tecnología para limpiar el sonido y el resultado, a pesar de ser el esperado, le quitó algo de la esencia a la música, por lo que el vinyl está recuperando su popularidad y las colecciones de vinyles han renacido. Sin embargo, hay quienes nunca dudaron de esos objetos y llevan décadas coleccionándolos, y hay un hombre que se ha dedicado a registrar sus colecciones.
Elion Paz es un israelí que llegó a Nueva York después de la recesión en 2008. Intentando domar a la Gran Manzana, perdió en su intento de ser fotógrafo. Decepcionado, se refugió en el mundo de la música y comenzó a comprar una serie de vinyles hasta que armó lo que él consideraba una buena colección. En ese mágico ritual de ir a tiendas de discos, buscar un vinyl exacto, llevarlo a casa y escucharlo de principio a fin para después catalogarlo y organizarlo, encontró un nuevo sentido a lo que hacía en un país que estaba acabando con él.
Pronto conoció a un DJ y coleccionista de música africana llamado Frank Gossner y descubrió dos cosas: la primera es que su acervo personal no era nada comparada con la de los coleccionistas avanzados y la segunda es que por fin sabía de qué forma unir su pasión por la fotografía y la música. Es así como nació Dust & Grooves, sitio en el que Elion comenzó a fotografiar a los coleccionistas de vinyles junto a sus enormes y eclécticas complilaciones.
Comenzó en Nueva York, pero pronto su trabajo lo llevó a recorrer el mundo para fotografiar y entrevistar a toda clase de coleccionistas. Están los que compran de forma compulsiva y después hacen una depuración de discos. También está Sheila Burgel, quien tiene una colección de vinyles especializados en grupos femeninos de pop o Alessandro Benedetti, quien posee el Record Guinness por la mayor colección de vinyles de colores en el mundo.
La página de Elion es tan importante que además de contar con diversos colaboradores, le ha dado la oportunidad de lanzar un libro de casi 500 páginas en el que muestra a todos los coleccionistas que ha entrevistado. Su publicación es un importante registro que demuestra que la música es más que un entretenimiento, incluso más que un arte; para algunos es un estilo de vida que es tan importante como comer o respirar.
¿Tienes una colección de vinyles o estás comenzando una? Dinos cuáles son las obras que más aprecias o sube una fotografía de tu colección en Facebook o Instagram etiquetando a Cultura Colectiva para presumir que tú también tienes la necesidad de vivir la música.
Te puede interesar:
El Netflix de los discos de vinyl
Los peores discos de grandes bandas
***
Fuente:
Featureshoot, Dust&Grooves