Parecería una broma absurda que exista un proyecto artístico para perfeccionar el cunilingus y las felaciones. Suena ridículo creer que el arte sea simplemente eso, probablemente porque nuestras concepciones del mismo lo santifican y enaltecen. Nos refieren a la pintura y la escuela clásica como el “verdadero arte”. Nos hacen creer que lo contemporáneo, como diría Avelina Lésper son simplemente “obras carentes de valores estéticos, sin ningún nivel de realización o propuesta, se llaman arte si tienen adherido un statement político-social o un precio estratosférico”.
Si pensáramos como ella, entonces el arte habría muerto antes de las vanguardias, ese extraño momento en el que, con ayuda del Dadaísmo dejó de importar la estética para concentrarse en el discurso. Entonces no conoceríamos propuestas tan valiosas como la de Maurizio Cattelan, Tracey Emin o la mexicana Teresa Margolles. Si bien es cierto que su arte rompe esquemas y provoca, no por eso es menos arte que las obras más importantes de Delacroix o Vermeer, el arte es la historia del arte (en palabras de Arthur C. Danto) y tal como él predica, no se puede juzgar una obra con la idea que hace más de 50 años era válida.
La propuesta de crear el perfeccionamiento corporal para disfrutar más nuestro placer sexual proviene del artista Kuang-Yi Ku quien discurre entre el bioarte, el arte científico, los estudios del cuerpo, el arte queer y la modificación corporal. Nacido en Taipei, Taiwan, vive en los Países Bajos, donde realiza sus producciones artísticas con gran fervor. Con maestría en odontología por la Universidad Nacional Yang-Ming y otra en diseño y comunicación visual por la Universidad Shih Chien, Kuang-Yi Ku une sus dos grandes talentos para estimular el conocimiento sexual y explorativo a través del arte y la ciencia.
De hecho, con base en sus estudios e investigaciones, el artista ganó el primer lugar en los Premios de Arte Digital de Taipei en 2015 con su proyecto titulado “The Fellatio Modification Project”; mismo que promete elevar el placer del sexo oral con la utilización de tecnología dental y tejido desarrollado con ingeniería.
Investigó las posibles transformaciones de la faringe y laringe, y así evitar atragantarse o dar arcadas cuando un pene sobrepasa el límite de la boca. La reacción casi natural y vomitiva sería prevenida y así, un orgasmo placentero tendría lugar más rápido. Gracias a esta hipótesis, el artista planea cambiar la estructura de la boca, mover el hueso de la mandíbula y dejar que la cavidad bucal aumente.
En otro de sus experimentos, busca crear una cobertura para el paladar que recree una textura suave y estimule el pene cuando éste sea introducido en la boca durante el sexo oral. El siguiente paso, como en todos sus experimentos, es realizarlo de manera quirúrgica como un implante.
El último de ellos, no sólo busca el placer de las felaciones, también del cunilingus y el anilingus. ¿Te has preguntado cómo lograr alcanzar una cavidad que parece imposible? ¿Todo el tiempo te preguntas cómo se sentirían nuevas texturas lamiendo tus partes íntimas? Pues Huang-Yi Ku sí, y bajo esas premisas, sus dos objetivos clave son extender la longitud de la lengua y cambiar su textura.
Pretende crear un dispositivo a través de wearable technology que todos puedan utilizar para que más tarde, a través de nuevas cirugías orales para la prolongación y transformación de textura, el cambio sea definitivo.
Todo su proyecto se exhibe en la Galería de Ciencia de Londres con una instalación y un taller en el que los participantes interactúan con dildos y los utilizan para crear nuevas herramientas dentales que parecen más bien juguetes sexuales con base en los típicos retenedores dentales que utilizan los odontólogos.
“La gente se preocupa por su calidad de vida mucho más que antes, así que seguramente en un futuro querrán hacerlo también por su vida sexual”, declaró el artista para la revista Dazed. En un mundo en el que siempre se estigmatiza el sexo, y las pláticas entorno a él, Kuang-Yi Ku busca crear una realidad utópica en la que el sexo no sea tabú.
A través de las relaciones que pueden existir entre sexo, tecnología, sociedad y la búsqueda del placer físico, explora la identidad y sexualidad de cada individuo para generar debate y se discuta, de una vez por todas, el sexo y su relación con lo cotidiano.
Éste no es el único proyecto del artista que involucra la boca y los placeres sexuales. En sus primeros experimentos realizó prótesis dentales que colgaban en un tipo de instalación artística para más tarde, tomar fotografías. La obsesión con la boca y la utilización de ella no sólo para masticar, pronunciar y ser estética, sino para el sexo, se ha convertido en su principal motivador. Aquello que lo lleva a la evolución y adaptación natural de aquello que nos hace tan felices.
El proyecto de Kuang-Yi Ku es sólo uno de los que, a través de modificaciones corporales, hacen del arte algo completamente diferente. Si quieres conocer otros, puedes ver nuestro artículo “Artistas que deformaron su cuerpo para crear arte” y además, puedes ver nuestro artículo “8 obras de arte que pueden enseñarte todo lo que necesitas saber sobre filosofía”.
*
Si quieres conocer más sobre el artista puedes visitar su página aquí.
*
Referencia: Dazed
